El pasado 7 de noviembre Arturo Zaldívar Lelo de Larrea presentó su renuncia como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tras 14 años de haberlo ejercido y un año antes de cumplir su periodo constitucional. El pasado 9 de noviembre, el senador Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta, informó que el Senado de la República recibió su renuncia.
La separación definitiva del ministro Arturo Zaldívar hace necesario que el Presidente someta a un nuevo nombramiento a la aprobación del Senado, para lo cual debe enviar una terna de personas candidatas al cargo de ministro, quienes previa comparecencia de las personas propuestas, serán aprobados por el pleno con las dos terceras partes de los miembros del Senado en un plazo improrrogable de treinta días. Y si el Senado no logra resolverlo, ocupará el cargo de Ministro la persona que, dentro de dicha terna, designe el Presidente de la República. Sin duda, las senadoras y senadores, tenemos hoy una gran responsabilidad en el proceso para la selección de quien ocupe el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Durante más de una década como Ministro de la Suprema Corte consolidó a través de sus votos y sentencias los derechos humanos, dando pasos para su promoción, protección y garantía. Además, como Ministro Presidente impulsó una reforma al Poder Judicial de la Federación, con la cual se fortalecieron las instituciones judiciales para mejorar la impartición de justicia, fortalecer la carrera judicial y mejorar los servicios de defensoría pública en beneficio de una sociedad más justa.
El ministro Arturo Zaldívar, en su carta de renuncia, señaló su interés por sumarse a “la consolidación de la transformación de México, desde los espacios que me brinden la oportunidad de tener incidencia en la construcción de un país más justo y más igualitario, en el que sean prioridad quienes menos tienen y más lo necesitan. Espero seguir colaborando hacia el México que todas y todos soñamos”.
La renuncia de Arturo Zaldívar se da en una coyuntura donde dos fuerzas políticas aglutinadas por diversos partidos políticos, buscan gobernar a partir del 2024. Sin embargo, la larga trayectoria como jurista, su sólida formación académica y su experiencia profesional, podrán contribuir en la consolidación de la transformación del país, es decir, su nuevo proyecto, coincide con quienes trabajamos por un México más humanista. Y como lo señala en su misiva de renuncia, la prioridad “quienes menos tienen y más lo necesitan”.
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