/ lunes 9 de octubre de 2017

Cáncer de mama: reto de salud pública

El cáncer de mama se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública ocupando, cada vez más, un lugar central en la agenda internacional. Pese a los avances en el combate a esta enfermedad, el número de casos continúa aumentando, en perjuicio del bienestar de millones de mujeres en todo el orbe.

En este sentido, el 19 de octubre se celebra el “Día Mundial contra el Cáncer de Mama”, con el objetivo de aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.

Para dimensionar esta problemática, cabe apuntar que el cáncer de mama es la primer causa de muerte por cáncer en la mujer y corresponde al 23% de los casos incidentes y al 10.9% de la mortalidad por todos los cánceres.

La Organización Mundial de la Salud señala que cada 30 segundos, en algún lugar del mundo, se diagnostica un cáncer de mama, además una de cada ocho mujeres tiene o va a desarrollar este cáncer durante su vida. Hoy, se producen poco más de 1.3 millones de nuevos casos y 458 mil muertes provocadas por este cáncer.

México no es ajeno a las terribles consecuencias  de esta enfermedad. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el cáncer de mama afecta al 29.5% de las mujeres mayores de 20 años y constituye una de las principales causas de morbilidad hospitalaria por neoplasia.

Por otro lado, conforme a datos de la Secretaría de Salud, en 2015 ocurrieron cinco mil 974 defunciones por cáncer de mama en el país, lo que se traduce en una tasa de mortalidad de 18 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años y más de edad. 

Ante este panorama, el gobierno federal ha implementado diversas acciones en materia de política de salud encaminadas a fortalecer los programas de detección oportuna de cáncer de mama, entre otros tipos de cáncer que afectan a las mujeres y a la población en general.

En lo que va de la actual administración, se realizaron 10 millones de mastografías a mujeres de 40 a 69 años de edad en el Sector Salud; se llevaron a cabo millones de exploraciones clínicas de mama en el IMSS e ISSSTE, y se ha ampliado la infraestructura para su atención en diversas entidades.

Además, nuestro país cuenta con la Norma Oficial Mexicana NOM-041-SSA2-2002, cuyo objeto es establecer los criterios de operación para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama. Ahí se hace mención de las actividades de detección, que incluye tres tipos de intervención específica: 1) Autoexploración, 2) Examen clínico y 3) Mastografía. A la vez, recomienda la toma de mastografía anual o cada dos años, a las mujeres de 40 a 49 años de edad con dos o más factores de riesgo y en forma anual a toda mujer de 50 años o más.

Pero, los desafíos a atender son mayúsculos, debido al aumento de los nuevos casos de cáncer de mama y las limitaciones de infraestructura y personal médico especializado que aún persisten en algunas regiones. 

Ello, marca la pauta de las políticas que debemos seguir fortaleciendo, a fin de disminuir las tasas de mortalidad a través de una detección oportuna de la enfermedad, que garantice una mejor calidad de vida para las mujeres mexicanas que se encuentran en esta situación, sobre todo, en comunidades marginadas, y su acceso a otros derechos fundamentales para su pleno desarrollo.

Senadora por el PRI

graciela.ortiz.glez@gog.org.mx

Twitter:@GOrtizGlez

Facebook: graciela.ortizgonzalez

El cáncer de mama se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública ocupando, cada vez más, un lugar central en la agenda internacional. Pese a los avances en el combate a esta enfermedad, el número de casos continúa aumentando, en perjuicio del bienestar de millones de mujeres en todo el orbe.

En este sentido, el 19 de octubre se celebra el “Día Mundial contra el Cáncer de Mama”, con el objetivo de aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.

Para dimensionar esta problemática, cabe apuntar que el cáncer de mama es la primer causa de muerte por cáncer en la mujer y corresponde al 23% de los casos incidentes y al 10.9% de la mortalidad por todos los cánceres.

La Organización Mundial de la Salud señala que cada 30 segundos, en algún lugar del mundo, se diagnostica un cáncer de mama, además una de cada ocho mujeres tiene o va a desarrollar este cáncer durante su vida. Hoy, se producen poco más de 1.3 millones de nuevos casos y 458 mil muertes provocadas por este cáncer.

México no es ajeno a las terribles consecuencias  de esta enfermedad. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el cáncer de mama afecta al 29.5% de las mujeres mayores de 20 años y constituye una de las principales causas de morbilidad hospitalaria por neoplasia.

Por otro lado, conforme a datos de la Secretaría de Salud, en 2015 ocurrieron cinco mil 974 defunciones por cáncer de mama en el país, lo que se traduce en una tasa de mortalidad de 18 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años y más de edad. 

Ante este panorama, el gobierno federal ha implementado diversas acciones en materia de política de salud encaminadas a fortalecer los programas de detección oportuna de cáncer de mama, entre otros tipos de cáncer que afectan a las mujeres y a la población en general.

En lo que va de la actual administración, se realizaron 10 millones de mastografías a mujeres de 40 a 69 años de edad en el Sector Salud; se llevaron a cabo millones de exploraciones clínicas de mama en el IMSS e ISSSTE, y se ha ampliado la infraestructura para su atención en diversas entidades.

Además, nuestro país cuenta con la Norma Oficial Mexicana NOM-041-SSA2-2002, cuyo objeto es establecer los criterios de operación para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama. Ahí se hace mención de las actividades de detección, que incluye tres tipos de intervención específica: 1) Autoexploración, 2) Examen clínico y 3) Mastografía. A la vez, recomienda la toma de mastografía anual o cada dos años, a las mujeres de 40 a 49 años de edad con dos o más factores de riesgo y en forma anual a toda mujer de 50 años o más.

Pero, los desafíos a atender son mayúsculos, debido al aumento de los nuevos casos de cáncer de mama y las limitaciones de infraestructura y personal médico especializado que aún persisten en algunas regiones. 

Ello, marca la pauta de las políticas que debemos seguir fortaleciendo, a fin de disminuir las tasas de mortalidad a través de una detección oportuna de la enfermedad, que garantice una mejor calidad de vida para las mujeres mexicanas que se encuentran en esta situación, sobre todo, en comunidades marginadas, y su acceso a otros derechos fundamentales para su pleno desarrollo.

Senadora por el PRI

graciela.ortiz.glez@gog.org.mx

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