/ viernes 27 de abril de 2018

Clic…!


  • AHORA SEVILLA, LA FERIA DE LA PRIMAVERA

Como cada año, encaminarse a Sevilla a gozar en todo su esplendor esta ciudad con aroma de azahar de esta feria,
donde en todas partes encontramos grupos de taurinos de América, Francia, Portugal, la misma España, yo al de mi amiga Minerva Serna que desde su natal Monterrey “peina” las ferias del mapa taurino mundial. Que saben que hay que llevar el rito del horario y lugares en estos días abrileños. Por la mañana a la Venta de Antequera en cuyos corrales están los encierros que van a lidiarse. Después tomar el aperitivo en el Hotel Colón donde se visten los matadores de cada tarde, algunos como El Juli gustan de charlar con periodistas o “istas” que los siguen por todas partes. Oir los pronósticos y saludar a toda la fauna taurina que ahí se reúne. Al mediodía al Real de la Feria donde los rumbosos jinetes hacen del acto de cabalgar un rito trascendente, carros repletos de manolas, flamencas, romeros que lucen orgullosos sus corceles. Niños, jóvenes y grandes ataviados a la más estricta usanza desfilan por las calles de la feria para gusto de los que en las casetas reciben a los amigos con la dorada manzanilla, gazpacho y tapas al compás de palmas, cante y baile. Por la tarde a las seis media a la Real Maestranza, la plaza más salerosa del mundo para estar en la corrida de toros, esperando ver salir a “su matador” por la Puerta del Príncipe, el sueño dorado de todos los toreros. Regresar después a refrescarse también tomar y comentar al calor del aperitivo la corrida, saludar a los matadores que regresan extasiados, alternar en alguna conferencia, obviamente en el Hotel Colón, bar El Burladero. Cenar allí o en los cientos de lugares donde las coquinas, las cigalas, el rabo de toro y el pescaíto frito nos darán fuerzas para entonces ya en serio ir a disfrutar de esa maravillosa Feria de Farolillos, pues hay miles de ellos, las casetas decoradas absolutamente con motivos sevillanos, hay premios para las mejores. Hay que verlas como se desbordan brindando cordiales mientras las garbosas mujeres entran en trance de baile y forman los cuadros plenos de gracia y ritmo de las “sevillanas”, lo más exitante de estas fiestas, por que este baile alcanza en Sevilla una categoría poética. Describir lo que allí sucede estos días embrujadores de garbo y fragancia, es imposible, más de mil doscientas casetas repletas de andaluces donde se baila, se palmea y se canta sin descanso estos ocho días de abril. Un deslumbrante torbellino que logra que todo el mundo se rinda ante la gracia y la belleza de este espectáculo incomparable, de cuadro típico y costumbrista de dimensiones gigantescas. Terminar ya entrado el nuevo día en una churrería del barrio de Triana en Virgen de Lujá, unos anises de Casalla de la Sierra, dormir una horas para volver a empezar tan divertida rutina…hasta que el cuerpo aguante.

PERO CUANDO YA VA SIENDO LA HORA DE IR A LA PAZA

Estando a punto de entrar en la Real Maestranza, que emoción, el coso de mayor solera taurina de España. Con su abolengo cuatro veces secular, desde la primitiva cuadrilonga en terrenos de La Resolana, hasta ahora, donde en 1761 se construyó en El Baratillo con su airoso palco real y la mencionada Puerta del Príncipe, es sin duda la de mayor ambiente entre todas las del mundo con su enorme ruedo, su alegre albero de esa arena dorada que solo existe en Alcalá de Guadaira, la misma que trajo don Antonio Ariza Canadilla para la Plaza Silverio Pérez en Texcoco. Con su noble arquitectura capaz de albergar unos13 mil espectadores, la Maestranza es el escenario más enloquecedor para disfrutar la más bella de las fiestas…NOS VEREMOS MAS TARDE…QUE EL CIELO LOS JUZGUE…




  • AHORA SEVILLA, LA FERIA DE LA PRIMAVERA

Como cada año, encaminarse a Sevilla a gozar en todo su esplendor esta ciudad con aroma de azahar de esta feria,
donde en todas partes encontramos grupos de taurinos de América, Francia, Portugal, la misma España, yo al de mi amiga Minerva Serna que desde su natal Monterrey “peina” las ferias del mapa taurino mundial. Que saben que hay que llevar el rito del horario y lugares en estos días abrileños. Por la mañana a la Venta de Antequera en cuyos corrales están los encierros que van a lidiarse. Después tomar el aperitivo en el Hotel Colón donde se visten los matadores de cada tarde, algunos como El Juli gustan de charlar con periodistas o “istas” que los siguen por todas partes. Oir los pronósticos y saludar a toda la fauna taurina que ahí se reúne. Al mediodía al Real de la Feria donde los rumbosos jinetes hacen del acto de cabalgar un rito trascendente, carros repletos de manolas, flamencas, romeros que lucen orgullosos sus corceles. Niños, jóvenes y grandes ataviados a la más estricta usanza desfilan por las calles de la feria para gusto de los que en las casetas reciben a los amigos con la dorada manzanilla, gazpacho y tapas al compás de palmas, cante y baile. Por la tarde a las seis media a la Real Maestranza, la plaza más salerosa del mundo para estar en la corrida de toros, esperando ver salir a “su matador” por la Puerta del Príncipe, el sueño dorado de todos los toreros. Regresar después a refrescarse también tomar y comentar al calor del aperitivo la corrida, saludar a los matadores que regresan extasiados, alternar en alguna conferencia, obviamente en el Hotel Colón, bar El Burladero. Cenar allí o en los cientos de lugares donde las coquinas, las cigalas, el rabo de toro y el pescaíto frito nos darán fuerzas para entonces ya en serio ir a disfrutar de esa maravillosa Feria de Farolillos, pues hay miles de ellos, las casetas decoradas absolutamente con motivos sevillanos, hay premios para las mejores. Hay que verlas como se desbordan brindando cordiales mientras las garbosas mujeres entran en trance de baile y forman los cuadros plenos de gracia y ritmo de las “sevillanas”, lo más exitante de estas fiestas, por que este baile alcanza en Sevilla una categoría poética. Describir lo que allí sucede estos días embrujadores de garbo y fragancia, es imposible, más de mil doscientas casetas repletas de andaluces donde se baila, se palmea y se canta sin descanso estos ocho días de abril. Un deslumbrante torbellino que logra que todo el mundo se rinda ante la gracia y la belleza de este espectáculo incomparable, de cuadro típico y costumbrista de dimensiones gigantescas. Terminar ya entrado el nuevo día en una churrería del barrio de Triana en Virgen de Lujá, unos anises de Casalla de la Sierra, dormir una horas para volver a empezar tan divertida rutina…hasta que el cuerpo aguante.

PERO CUANDO YA VA SIENDO LA HORA DE IR A LA PAZA

Estando a punto de entrar en la Real Maestranza, que emoción, el coso de mayor solera taurina de España. Con su abolengo cuatro veces secular, desde la primitiva cuadrilonga en terrenos de La Resolana, hasta ahora, donde en 1761 se construyó en El Baratillo con su airoso palco real y la mencionada Puerta del Príncipe, es sin duda la de mayor ambiente entre todas las del mundo con su enorme ruedo, su alegre albero de esa arena dorada que solo existe en Alcalá de Guadaira, la misma que trajo don Antonio Ariza Canadilla para la Plaza Silverio Pérez en Texcoco. Con su noble arquitectura capaz de albergar unos13 mil espectadores, la Maestranza es el escenario más enloquecedor para disfrutar la más bella de las fiestas…NOS VEREMOS MAS TARDE…QUE EL CIELO LOS JUZGUE…