/ sábado 15 de junio de 2024

De la pluma de Miguel Reyes Razo / Cómo se vivió el “halconazo” de 1971

Vibró el aire de la tibia tarde del 10 de junio de 1971 cuando la juvenil muchedumbre comenzó a exigir:

"¡Únete, pueblo...¡Únete pueblo...

Chamacos, muchachos en alegría y propiedad de la ancha Instituto Técnico Industrial. Avenida que también era Jacarandas. Porción del Instituto Politécnico Nacional. Casco de Santo Tomás.

"Aquí comenzó la construcción del "Poli". Cuando el general Lázaro Cárdenas y el ingeniero Juan de Dios Bátiz usaron zapapicos para romper la tierra. Detrás de las rejas queda el "Cuadrilátero". Construcciones famosas. Por la superación de los hijos de los trabajadores. Obreros y campesinos. Los que no podían ir a la Universidad Nacional. Los técnicos que el país necesitaba. Y más luego de la expropiación petrolera...

"Que don Juan de Dios Bátiz colgó algunos curas en la Revolución Mexicana...

"Habladurías. Era un sinaloense muy decente y considerado. El Politécnico, fue como hijo. O una prole. Toda la vida procuró ayudar a los muchachos que querían entrar. Ya era viejito y vivía en Las Lomas con Doña Laurita, su esposa, y nadie que pedía su influencia se iba con las manos vacías. Pregúntale a David López Gutiérrez. Sinaloense que fue Jefe de Prensa -y amigazo- del Presidente Enrique Peña Nieto.

"Le pudo mucho al ingeniero Bátiz la suspensión -cancelación - de las obras de la Ciudad Politécnica. Aquí, junto a la Cruz Verde -el hospital Rubén Leñero- iba a estar el conjunto de escuelas. Se edificaban algunas. Hasta que el temblor del 28 de julio de 1957, las derribó. Echó por tierra el proyecto. Quedaron algunas escuelas y oficinas...

Aquel dia 10 de junio de 1971 el recién liberado Manuel Marcué Pardiñas dirigía a los jóvenes que convocaban en desigual coro:

"¡Únete pueblo...Únete, pueblo...

Hacia pocas semanas Marcué vivía libre. Tenido por hombre rico, de declarada ideología izquierdista, editor -durante varios años- de la revista "Política", frontal crítico -opositor- a la visita del Presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, -lo que le costó breve detención en los separos de la Procuraduría General de la República-, sufrió cárcel por "Disolución Social". El día que salió de Lecumberri discurseó: "me apena dejar en esta cárcel porfiriana a compañeros de lucha”. Y luego se puso al volante de un carísimo automóvil sport. A su casa del Pedregal de San Ángel.

"Pasaban de las cinco de la tarde. Eran más de las cinco de la tarde en Santo Tomás el 10 de junio de 1971 -era Jueves de Corpus. Día de “las Mulas". De fiesta en Catedral. Ahí llegaban niños y niñas en manta y huaraches y guacalitos para que el sacerdote los bendijera y adornos de mulitas de palma y barro.

Don Raúl E: Puga era el cálido, profesional director del periódico "Diario de la Tarde". Aparecía al mediodía. Propiedad de la familia O´Farrill. A sus evidentes setenta y pico de años el hijo del dueño se presentaba: Romulo O´Farrill, junior. Fue el admirado señor Puga quien me instruyó.

"Quiero que cubras la manifestación de estudiantes del Politécnico Nacional. Ve a Santo Tomás antes de las cinco de la tarde.

Vi al señor Marcué Pardiiñas animar, estimular a los muchachos. Cuates con cabelleras muy crecidas. Muchachas de pantalón acampanado abajo de la cadera. Abundaban los paliacates multicolores entre los delgaduchos adolescentes que se regocijaban y protestaban

"¡Te subieron el precio del azúcar...¡Únete, pueblo…!

Y Manuel Marcué Pardiñas indicó a los chamacos -admiradores de José Agustín y Parménides García Saldaña y Elvis Presley- que era hora de marchar por la avenida de los Maestros.

El largo edificio de la Escuela Nacional de Maestros, era la larga pared desde Díaz Mirón hasta la calzada México-Tacuba. Calles perpendiculares Alzate, Sor Juana Inés de la Cruz .

Barrio estudiantil por excelencia. En la Escuela Nacional de Maestros existían planteles de formación primaria, secundaria, amén de la formación de futuros profesores. Y hasta la Escuela Normal de Señoritas que alguna vez dirigió con mano firme y gran talento la profesora Hilda Garfias de Gyves. Alrededor de la querida Normal de Maestros, casas de huéspedes, restaurantes y cocinas económicas para nutrir a los provincianos que -de todo el país- llegaban en pos de "un lugar" para estudiar cómo ser "profe". Era garantía de empleo. Tres años de estudio -después de la secundaria- y plaza de profesor de primaria.

Manuel Marcué Pardiñas se puso a la cabeza de ese contingente de alegres, despreocupados, bromistas -hasta relajientos- jovencitos. Y junto a la entonces muy famosa papelería/librería "El Cadete" se le enfrentó un militar quien le ordenó:

"Deje de encabezar este movimiento. Váyase. Márchese ahora mismo.

Y Manuel Marcué Pardiñas obedeció. Desapareció. Como si se hubiera disuelto en medio del aire de la tarde.

Los jóvenes -saltarines, despreocupados- no se percataron de lo sucedido. Avanzaron hacia la Calzada México-Tacuba. No lo lograron.

De las calles perpendiculares: Alzate, Sor Juana Inés de la Cruz surgieron -rugientes, amenazadores- atléticos, ágiles, bien entrenados jóvenes individuos. Pantalón de dril, de mezclilla. Camiseta de manga corta. Presumían sus bíceps . Pelo cortado " a cepillo". Diestros en el manejo de pértigas y garrotes. "Kendos". Encajonaron a los muchachos. Inermes, despavoridos, presas de la sorpresa de verse atacados no acertaban a dar con ruta segura. Desorientados, en desorden respondían a su instinto de conservar la vida.

Por Lauro Aguirre vi a Sergio de Ávila, reportero de la sección de policía de Novedades. Iba muy rápido, a toda prisa. Allá, junto a una acera, sobre sí mismo, el reportero Sotero Garciarreyes de "El Heraldo de México". Sotero antiguo conocido nuestro. Todos tras la noticia. Bastaba verla. La cruel golpiza. Los agudos ayes. La ferocidad de los atacantes.

Los Halcones. Toda la tarde de ese 10 de junio la Ciudad de México resintió los ataques de lo sucedido en los rumbos de La Tlaxpana. La Ribera de San Cosme.

Aquella noche Jacobo Zabldovsky entrevistó al flamante Presidente -tenía seis meses en el puesto- Luis Echeverría.

"Cesé a Alfonso Martínez Domínguez, Jefe del Departamento del Distrito Federal. Su remoción facilitará las investigaciones de este hecho. Relevé a don Julio Sánchez Vargas. Pedro Ojeda Paullada será el nuevo Procurador General de la República. Llegaremos hasta las últimas consecuencias.

Todavía no se aclara quién organizó el sangriento ataque a estudiantes aquel día 10 de junio de 1971, que pasó a la historia como el día del "Halconazo"

Vibró el aire de la tibia tarde del 10 de junio de 1971 cuando la juvenil muchedumbre comenzó a exigir:

"¡Únete, pueblo...¡Únete pueblo...

Chamacos, muchachos en alegría y propiedad de la ancha Instituto Técnico Industrial. Avenida que también era Jacarandas. Porción del Instituto Politécnico Nacional. Casco de Santo Tomás.

"Aquí comenzó la construcción del "Poli". Cuando el general Lázaro Cárdenas y el ingeniero Juan de Dios Bátiz usaron zapapicos para romper la tierra. Detrás de las rejas queda el "Cuadrilátero". Construcciones famosas. Por la superación de los hijos de los trabajadores. Obreros y campesinos. Los que no podían ir a la Universidad Nacional. Los técnicos que el país necesitaba. Y más luego de la expropiación petrolera...

"Que don Juan de Dios Bátiz colgó algunos curas en la Revolución Mexicana...

"Habladurías. Era un sinaloense muy decente y considerado. El Politécnico, fue como hijo. O una prole. Toda la vida procuró ayudar a los muchachos que querían entrar. Ya era viejito y vivía en Las Lomas con Doña Laurita, su esposa, y nadie que pedía su influencia se iba con las manos vacías. Pregúntale a David López Gutiérrez. Sinaloense que fue Jefe de Prensa -y amigazo- del Presidente Enrique Peña Nieto.

"Le pudo mucho al ingeniero Bátiz la suspensión -cancelación - de las obras de la Ciudad Politécnica. Aquí, junto a la Cruz Verde -el hospital Rubén Leñero- iba a estar el conjunto de escuelas. Se edificaban algunas. Hasta que el temblor del 28 de julio de 1957, las derribó. Echó por tierra el proyecto. Quedaron algunas escuelas y oficinas...

Aquel dia 10 de junio de 1971 el recién liberado Manuel Marcué Pardiñas dirigía a los jóvenes que convocaban en desigual coro:

"¡Únete pueblo...Únete, pueblo...

Hacia pocas semanas Marcué vivía libre. Tenido por hombre rico, de declarada ideología izquierdista, editor -durante varios años- de la revista "Política", frontal crítico -opositor- a la visita del Presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, -lo que le costó breve detención en los separos de la Procuraduría General de la República-, sufrió cárcel por "Disolución Social". El día que salió de Lecumberri discurseó: "me apena dejar en esta cárcel porfiriana a compañeros de lucha”. Y luego se puso al volante de un carísimo automóvil sport. A su casa del Pedregal de San Ángel.

"Pasaban de las cinco de la tarde. Eran más de las cinco de la tarde en Santo Tomás el 10 de junio de 1971 -era Jueves de Corpus. Día de “las Mulas". De fiesta en Catedral. Ahí llegaban niños y niñas en manta y huaraches y guacalitos para que el sacerdote los bendijera y adornos de mulitas de palma y barro.

Don Raúl E: Puga era el cálido, profesional director del periódico "Diario de la Tarde". Aparecía al mediodía. Propiedad de la familia O´Farrill. A sus evidentes setenta y pico de años el hijo del dueño se presentaba: Romulo O´Farrill, junior. Fue el admirado señor Puga quien me instruyó.

"Quiero que cubras la manifestación de estudiantes del Politécnico Nacional. Ve a Santo Tomás antes de las cinco de la tarde.

Vi al señor Marcué Pardiiñas animar, estimular a los muchachos. Cuates con cabelleras muy crecidas. Muchachas de pantalón acampanado abajo de la cadera. Abundaban los paliacates multicolores entre los delgaduchos adolescentes que se regocijaban y protestaban

"¡Te subieron el precio del azúcar...¡Únete, pueblo…!

Y Manuel Marcué Pardiñas indicó a los chamacos -admiradores de José Agustín y Parménides García Saldaña y Elvis Presley- que era hora de marchar por la avenida de los Maestros.

El largo edificio de la Escuela Nacional de Maestros, era la larga pared desde Díaz Mirón hasta la calzada México-Tacuba. Calles perpendiculares Alzate, Sor Juana Inés de la Cruz .

Barrio estudiantil por excelencia. En la Escuela Nacional de Maestros existían planteles de formación primaria, secundaria, amén de la formación de futuros profesores. Y hasta la Escuela Normal de Señoritas que alguna vez dirigió con mano firme y gran talento la profesora Hilda Garfias de Gyves. Alrededor de la querida Normal de Maestros, casas de huéspedes, restaurantes y cocinas económicas para nutrir a los provincianos que -de todo el país- llegaban en pos de "un lugar" para estudiar cómo ser "profe". Era garantía de empleo. Tres años de estudio -después de la secundaria- y plaza de profesor de primaria.

Manuel Marcué Pardiñas se puso a la cabeza de ese contingente de alegres, despreocupados, bromistas -hasta relajientos- jovencitos. Y junto a la entonces muy famosa papelería/librería "El Cadete" se le enfrentó un militar quien le ordenó:

"Deje de encabezar este movimiento. Váyase. Márchese ahora mismo.

Y Manuel Marcué Pardiñas obedeció. Desapareció. Como si se hubiera disuelto en medio del aire de la tarde.

Los jóvenes -saltarines, despreocupados- no se percataron de lo sucedido. Avanzaron hacia la Calzada México-Tacuba. No lo lograron.

De las calles perpendiculares: Alzate, Sor Juana Inés de la Cruz surgieron -rugientes, amenazadores- atléticos, ágiles, bien entrenados jóvenes individuos. Pantalón de dril, de mezclilla. Camiseta de manga corta. Presumían sus bíceps . Pelo cortado " a cepillo". Diestros en el manejo de pértigas y garrotes. "Kendos". Encajonaron a los muchachos. Inermes, despavoridos, presas de la sorpresa de verse atacados no acertaban a dar con ruta segura. Desorientados, en desorden respondían a su instinto de conservar la vida.

Por Lauro Aguirre vi a Sergio de Ávila, reportero de la sección de policía de Novedades. Iba muy rápido, a toda prisa. Allá, junto a una acera, sobre sí mismo, el reportero Sotero Garciarreyes de "El Heraldo de México". Sotero antiguo conocido nuestro. Todos tras la noticia. Bastaba verla. La cruel golpiza. Los agudos ayes. La ferocidad de los atacantes.

Los Halcones. Toda la tarde de ese 10 de junio la Ciudad de México resintió los ataques de lo sucedido en los rumbos de La Tlaxpana. La Ribera de San Cosme.

Aquella noche Jacobo Zabldovsky entrevistó al flamante Presidente -tenía seis meses en el puesto- Luis Echeverría.

"Cesé a Alfonso Martínez Domínguez, Jefe del Departamento del Distrito Federal. Su remoción facilitará las investigaciones de este hecho. Relevé a don Julio Sánchez Vargas. Pedro Ojeda Paullada será el nuevo Procurador General de la República. Llegaremos hasta las últimas consecuencias.

Todavía no se aclara quién organizó el sangriento ataque a estudiantes aquel día 10 de junio de 1971, que pasó a la historia como el día del "Halconazo"