/ viernes 24 de septiembre de 2021

Desde los tendidos de la Plaza México

EL CURA HIDALGO PADRE LA PATRIA FUE GANADERO DE RESES BRAVAS

Aficionado, promotor y participante en la lidia de toros, un taurófilo decidido. Entre los diversos aspectos de la vida del Padre de la Patria Mexicana, DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA, hay uno, el de ganadero de reses bravas, afirmación que siempre causa sorpresa, pero leyendo este tema tomado de “La Historia y Tauromaquia Mexicana”. Se verá que el Cura Hidalgo más de una vez proveyó de toros de lidia a diversas poblaciones del interior de la República para que fueran jugados en las corridas de feria, organizadas en honor de los grandes patronos.

COMO SE SABE, HIDALGO ERA DE CARÁCTER ALEGRE, COMUNICATIVO Y SINCERO

Muy afecto a reuniones, bailes, días de campo y toda clase de diversiones. Como lo afirma su biógrafo doctor José María de la Fuente. A las reuniones concurrían lo mismo ricos que pobres, españoles e indios y es natural que se le consultara siempre que se trataba de llevar a cabo fiestas en los pueblos, en las que formaba parte indispensable las corridas de toros. Hidalgo mostró singular afición a la lidia de reses bravas, lo mismo que el CAPITÁN DON IGNACIO ALLENDE, y dado que a fines del siglo XVIII el gusto por las corridas se hallaba muy extendidas en las principales poblaciones de La Nueva España, no tiene nada de particular que el Padre de la Patria se mostrara taurófilo decidido.

SE RECORDARÁ QUE UNA FAMOSA CORRIDA DE TOROS

Que tuvo lugar en San Luis Potosí, con motivo de la inauguración del Santuario de Guadalupe, cuya primera misa ofició el Padre Hidalgo, asistió a esa fiesta de sangre y valor, en compañía nada menos que de Don Félix María Calleja, Virrey de España. Después su más acérrimo enemigo. Además, el trato que tuvo con los toreros Luna y Marroquín durante la brava campaña guerrera que hizo en pro de la libertad. Es probable que ya los conocía, por haber andado en negocios con ellos al comprarle ganado bravo para la lidia. Marroquín gozaba de cierto renombre en las plazas del Bajío como torero valiente y fue él a quién comisionó el Cura Hidalgo para ajusticiar españoles en Guadalajara.

CONSTA EN LOS APUNTES HISTÓRICOS DE LA CIUDAD DE DOLORES HIDALGO

Que dos días antes de que Hidalgo lanzara el Grito de Independencia, tanto él como Allende y Aldama organizaron una corrida de toros en la plaza de gallos de la población que se hallaba entonces frente a la casa cural. Los toros eran de la Hacienda del Rincón y en esa corrida Allende toreó infatigablemente y luego luchó con uno de los toros en medio del entusiasmo de los concurrentes, entre los que destacaba el Padre Hidalgo.

EL CURA HIDALGO NO DESDEÑABA ASISITIR A LAS LIDIAS TAURINAS

Pero lo verdaderamente interesante es su papel de Ganadero de Reses Bravas. Buscando datos acerca del particular, el reconocido historiador Don Luis Castillo Ledón en su obra “Vida de Miguel Hidalgo y Costilla” en el capítulo XII de esa obra encontramos que Hidalgo fue comprando tres haciendas: Jaripeo, Santa Rosa y San Nicolás, ubicadas en el Distrito de Irimbo, hoy estado de Michoacán. En la Hacienda de Jaripeo, asienta el autor, tiene casas, pastos de laboría y montañosos, aguas, abrevaderos y además anda en ella el ganado a tal punto, que perfectamente permite criar toros de lidia. “Familiarizado como está a la vida de las labores del campo, ha de acomodar luego sus costumbres a dichas actividades. También en Santa Rosa y San Nicolás dirige las tareas, siendo así mismo uno de los primeros actos de vender ochenta toros de lidia, formales para corridas que estaban celebrando en la magnífica plaza de Acámbaro. La venta la hace a diez pesos cada res lo que produce la bonita cantidad de ochocientos pesos que bien le vienen para descargar sus deudas de ayuda”. Es lógico, que, en otras posteriores, el hacendado de Jaripeo vendió toros de lidia para la plaza de la entonces provincia de Michoacán, quedando así confirmado que el Padre de la Patria fue uno de los primeros propietarios de reses bravas, ganadero de nuestro país.

NOS VEREMOS MAS TARDE… …QUE EL CIELO LOS JUZGUE…


EL CURA HIDALGO PADRE LA PATRIA FUE GANADERO DE RESES BRAVAS

Aficionado, promotor y participante en la lidia de toros, un taurófilo decidido. Entre los diversos aspectos de la vida del Padre de la Patria Mexicana, DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA, hay uno, el de ganadero de reses bravas, afirmación que siempre causa sorpresa, pero leyendo este tema tomado de “La Historia y Tauromaquia Mexicana”. Se verá que el Cura Hidalgo más de una vez proveyó de toros de lidia a diversas poblaciones del interior de la República para que fueran jugados en las corridas de feria, organizadas en honor de los grandes patronos.

COMO SE SABE, HIDALGO ERA DE CARÁCTER ALEGRE, COMUNICATIVO Y SINCERO

Muy afecto a reuniones, bailes, días de campo y toda clase de diversiones. Como lo afirma su biógrafo doctor José María de la Fuente. A las reuniones concurrían lo mismo ricos que pobres, españoles e indios y es natural que se le consultara siempre que se trataba de llevar a cabo fiestas en los pueblos, en las que formaba parte indispensable las corridas de toros. Hidalgo mostró singular afición a la lidia de reses bravas, lo mismo que el CAPITÁN DON IGNACIO ALLENDE, y dado que a fines del siglo XVIII el gusto por las corridas se hallaba muy extendidas en las principales poblaciones de La Nueva España, no tiene nada de particular que el Padre de la Patria se mostrara taurófilo decidido.

SE RECORDARÁ QUE UNA FAMOSA CORRIDA DE TOROS

Que tuvo lugar en San Luis Potosí, con motivo de la inauguración del Santuario de Guadalupe, cuya primera misa ofició el Padre Hidalgo, asistió a esa fiesta de sangre y valor, en compañía nada menos que de Don Félix María Calleja, Virrey de España. Después su más acérrimo enemigo. Además, el trato que tuvo con los toreros Luna y Marroquín durante la brava campaña guerrera que hizo en pro de la libertad. Es probable que ya los conocía, por haber andado en negocios con ellos al comprarle ganado bravo para la lidia. Marroquín gozaba de cierto renombre en las plazas del Bajío como torero valiente y fue él a quién comisionó el Cura Hidalgo para ajusticiar españoles en Guadalajara.

CONSTA EN LOS APUNTES HISTÓRICOS DE LA CIUDAD DE DOLORES HIDALGO

Que dos días antes de que Hidalgo lanzara el Grito de Independencia, tanto él como Allende y Aldama organizaron una corrida de toros en la plaza de gallos de la población que se hallaba entonces frente a la casa cural. Los toros eran de la Hacienda del Rincón y en esa corrida Allende toreó infatigablemente y luego luchó con uno de los toros en medio del entusiasmo de los concurrentes, entre los que destacaba el Padre Hidalgo.

EL CURA HIDALGO NO DESDEÑABA ASISITIR A LAS LIDIAS TAURINAS

Pero lo verdaderamente interesante es su papel de Ganadero de Reses Bravas. Buscando datos acerca del particular, el reconocido historiador Don Luis Castillo Ledón en su obra “Vida de Miguel Hidalgo y Costilla” en el capítulo XII de esa obra encontramos que Hidalgo fue comprando tres haciendas: Jaripeo, Santa Rosa y San Nicolás, ubicadas en el Distrito de Irimbo, hoy estado de Michoacán. En la Hacienda de Jaripeo, asienta el autor, tiene casas, pastos de laboría y montañosos, aguas, abrevaderos y además anda en ella el ganado a tal punto, que perfectamente permite criar toros de lidia. “Familiarizado como está a la vida de las labores del campo, ha de acomodar luego sus costumbres a dichas actividades. También en Santa Rosa y San Nicolás dirige las tareas, siendo así mismo uno de los primeros actos de vender ochenta toros de lidia, formales para corridas que estaban celebrando en la magnífica plaza de Acámbaro. La venta la hace a diez pesos cada res lo que produce la bonita cantidad de ochocientos pesos que bien le vienen para descargar sus deudas de ayuda”. Es lógico, que, en otras posteriores, el hacendado de Jaripeo vendió toros de lidia para la plaza de la entonces provincia de Michoacán, quedando así confirmado que el Padre de la Patria fue uno de los primeros propietarios de reses bravas, ganadero de nuestro país.

NOS VEREMOS MAS TARDE… …QUE EL CIELO LOS JUZGUE…