/ viernes 27 de mayo de 2022

Edulcorantes calóricos y no calóricos: ¿cuáles son y qué consumo se recomienda? 

Laurence Mercier (Cibnor) y Ornella Malagrino Maza (Médica Fidepaz)


Los edulcorantes son aditivos alimentarios que proveen un sabor dulce a los alimentos y bebidas; algunos provienen de sustancias naturales, mientras que otros son sintéticos. Uno de los endulzantes más antiguos es, seguramente, la sacarosa o azúcar de mesa, la cual se extrae de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. Además del origen, los edulcorantes pueden clasificarse en función de su estructura química (carbohidratos, alcoholes de azúcar, glucósidos) o su aporte energético (calóricos, no calóricos).

Los edulcorantes calóricos, como su nombre lo indica, son aquellos que proporcionan calorías al cuerpo. Dentro de este grupo, se encuentran los azúcares presentes de forma natural en las frutas, las verduras, los cereales y la leche (como la sacarosa, la fructosa, la dextrosa y la lactosa); los alcoholes de azúcar, los azucares modificados, la miel y el jarabe de arce (o miel de maple) son parte también de esta categoría de edulcorantes (ver Tabla I).

Por otro lado, los edulcorantes no calóricos son sustancias que endulzan, pero tienen la particularidad de tener un mínimo o nulo aporte energético. Dentro de los edulcorantes naturales no calóricos se encuentran la estevia, el luo han guo (conocido también como fruto del monje), la taumatina y la brazzeína, por citar algunos (ver Tabla I). Estos edulcorantes no tienen índice glucémico, es decir, no alteran la glucosa en la sangre, y se destacan por su sabor intensamente dulce. La estevia tiene, por ejemplo, un poder edulcorante hasta 300 veces superior al azúcar de mesa.

Algunos edulcorantes no calóricos no tienen un origen natural, sino que son sintetizados químicamente; se trata del aspartame, la sucralosa, la sacarina y el acesulfame potásico, por citar los más comunes (ver Tabla I). Cabe mencionar que el valor energético del aspartame es similar al del azúcar de mesa (4 kcal/g), pero su dulzor es 200 veces mayor, por lo que se necesita una cantidad mucho menor de esta sustancia para llegar a un sabor comparable.

Millones de personas consumen diariamente edulcorantes no calóricos: se venden en supermercados y tiendas de abarrotes como edulcorantes de mesa (en polvo, gránulos o líquido) o son incorporados en alimentos ultra-procesados para reducir el contenido de azúcares añadidos y las calorías asociadas, sin cambiar el dulzor de los productos. Los fabricantes añaden también edulcorantes no calóricos en los alimentos para aumentar la palatabilidad de los mismos. Los refrescos, jugos, productos lácteos, alimentos enlatados, dulces y las mermeladas son algunos de los numerosos productos que pueden contener edulcorantes no calóricos.

Diversos estudios han relacionado el consumo frecuente de edulcorantes no calóricos con la ganancia de peso, así como el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, problemas metabólicos y alteración en la microbiota intestinal, ocasionando problemas digestivos. Desde hace varias décadas, existen controversias sobre la seguridad del consumo de edulcorantes no calóricos artificiales, por lo que su ingesta es regularmente objeto de debate.

Un nuevo estudio observacional mostró recientemente que el consumo de edulcorantes no calóricos artificiales (particularmente, aspartame y acesulfame potásico) se asocia con un mayor riesgo de padecer cáncer. Esta investigación se basó en más de 102 mil voluntarios franceses quienes proporcionaron, cada seis meses durante diez años, información sobre su alimentación, estilo de vida y estado de salud. Aproximadamente, el 78.5% de los participantes eran mujeres, y el 37% de los voluntarios consumían edulcorantes no calóricos artificiales. El consumo de aspartame se asoció con un aumento de cáncer de mama y otros cánceres relacionados con la obesidad. Sin embargo, otros estudios confirman la seguridad del uso de edulcorantes no calóricos.

En México, desde octubre del año 2020, los productos preenvasados que contienen edulcorantes no calóricos deben incluir la siguiente leyenda precautoria en la parte frontal del paquete: “CONTIENE EDULCORANTES, NO RECOMENDABLE EN NIÑOS”. El consumo frecuente de productos con sabor dulce durante la niñez puede crear cierta adicción y el desarrollo de patrones alimentarios poco saludables, caracterizados por una mayor ingesta de energía. Este exceso de energía se almacena en el cuerpo en forma de grasa y puede causar sobrepeso u obesidad.

Asimismo, dicha leyenda precautoria es importante porque la industria de alimentos y bebidas utiliza cada vez más los edulcorantes no calóricos para reemplazar el azúcar. Se estima que el 60% de las bebidas dirigidas a niños contienen edulcorantes no calóricos y se consideraba que el etiquetado anterior no permitía una clara y rápida detección de esas sustancias por los padres y las madres de familia.

Es importante recordar que tanto en niños como adultos la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcares a menos del 10% de la ingesta calórica diaria y, para tener un beneficio adicional en la salud, sugiere que éste sea de menos del 5%. Si una persona requiere consumir 1,800 calorías diariamente, el 10% corresponde a 180 calorías, es decir, 45 g de azúcares y si tomamos en cuenta la sugerencia ideal de menos de 5%, coincidiría con 90 calorías, es decir, 22.5 g de azúcares.

Pensemos que si esa persona toma un refresco de cola de 600 ml que contiene 63 g de azúcar, entonces se estará tomando casi el triple de la cantidad ideal en un solo producto, sin tomar en cuenta los demás alimentos con azúcares que consumió durante el día. Por eso, es importante crear conciencia con qué ingredientes están preparados de los alimentos y aprender a revisar las etiquetas de los productos para saber qué tantos azúcares estamos consumiendo diariamente.

Es importante tomar en cuenta que no todos los edulcorantes no calóricos son iguales y que al ser moléculas diferentes tampoco tienen los mismos probables efectos en la salud; cada edulcorante no calórico cuenta con una dosis segura para que no cause efectos adversos. A pesar de que es difícil llevar un conteo de los tipos y dosis de edulcorantes no calóricos que se consumen, se puede recomendar en adultos limitar a un máximo de tres productos al día: por ejemplo, un sobre de edulcorante no calórico para el café, un vaso de alguna bebida light y una taza de gelatina baja en calorías.

Bibliografía consultada

Alianza por la salud alimentaria. Etiquetado frontal de advertencia en México: Un paso adelante para combatir la epidemia de obesidad y diabetes y fortalecer nuestro sistema inmune. Disponible en: https://elpoderdelconsumidor.org/wp-content/uploads/2020/09/d-2009-etiquetado-frontal-advertencia-hoja-informativa-b.pdf (consultado el 9 de mayo de 2022).

Cavagnari, B.M. 2019. Edulcorantes no calóricos: características específicas y evaluación de su seguridad. Archivos Argentinos de Pediatría 117(1), e1-e7.

Debras, C., Chazelas, E., Srour, B., Druesne-Pecollo, N., Esseddik, Y., Szabo de Edelenyi, F., Agaësse, C., De Sa, A., Lutchia, R., Gigandet, S., Huybrechts, I., Julia, C., Kesse-Guyot, E., Allès, B., Andreeva, V.A., Galan, P., Hercberg, S., Deschasaux-Tanguy, M., Touvier, M. 2022. Artificial sweeteners and cancer risk: Results from the NutriNet-Santé population-based cohort study. PLOS Medicine 19(3), e1003950.

Diario Oficial de la Federación. Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-Información comercial y sanitaria, publicada el 5 de abril de 2010. Disponible en: https://www.dof.gob.mx/2020/SEECO/NOM_051.pdf (consultado el 9 de mayo de 2022).

García-Almeida, J.M., Casado Fernández, G.M., García Alemán, J. 2013. Una visión global y actual de los edulcorantes. Aspectos de regulación. Nutrición Hospitalaria 28 (Supl. 4), 17-31.

Organización Mundial de la Salud, 2015. Directriz: ingesta de azúcares para adultos y niños. Ginebra, Suiza. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/9789241549028 (consultado el 12 de mayo de 2022).

Pepino, M.Y. 2015. Metabolic effects of non-nutritive sweeteners. Physiology & Behavior 152 (Part B), 450-455.

Swithers, S.E. 2015. Artificial sweeteners are not the answer to childhood obesity. Appetite 93, 85-90.

Whitehouse, C.R., Boullata, J., McCauley, L.A. 2008. The potential toxicity of artificial sweeteners. American Association of Occupational Health Nurses 56(6), 251-259.

Autoras

La doctora Laurence Mercier es investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) y la licenciada Ornella Malagrino Maza es nutrióloga de Médica Fidepaz. Correos de contacto: lmercier04@cibnor.mx e infonutriologa@gmail.com, respectivamente.

***

El blog México es ciencia está en Facebook, https://www.facebook.com/mexicoesciencia y Twitter, https://twitter.com/MexicoesCiencia ¡Síganos!


Laurence Mercier (Cibnor) y Ornella Malagrino Maza (Médica Fidepaz)


Los edulcorantes son aditivos alimentarios que proveen un sabor dulce a los alimentos y bebidas; algunos provienen de sustancias naturales, mientras que otros son sintéticos. Uno de los endulzantes más antiguos es, seguramente, la sacarosa o azúcar de mesa, la cual se extrae de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. Además del origen, los edulcorantes pueden clasificarse en función de su estructura química (carbohidratos, alcoholes de azúcar, glucósidos) o su aporte energético (calóricos, no calóricos).

Los edulcorantes calóricos, como su nombre lo indica, son aquellos que proporcionan calorías al cuerpo. Dentro de este grupo, se encuentran los azúcares presentes de forma natural en las frutas, las verduras, los cereales y la leche (como la sacarosa, la fructosa, la dextrosa y la lactosa); los alcoholes de azúcar, los azucares modificados, la miel y el jarabe de arce (o miel de maple) son parte también de esta categoría de edulcorantes (ver Tabla I).

Por otro lado, los edulcorantes no calóricos son sustancias que endulzan, pero tienen la particularidad de tener un mínimo o nulo aporte energético. Dentro de los edulcorantes naturales no calóricos se encuentran la estevia, el luo han guo (conocido también como fruto del monje), la taumatina y la brazzeína, por citar algunos (ver Tabla I). Estos edulcorantes no tienen índice glucémico, es decir, no alteran la glucosa en la sangre, y se destacan por su sabor intensamente dulce. La estevia tiene, por ejemplo, un poder edulcorante hasta 300 veces superior al azúcar de mesa.

Algunos edulcorantes no calóricos no tienen un origen natural, sino que son sintetizados químicamente; se trata del aspartame, la sucralosa, la sacarina y el acesulfame potásico, por citar los más comunes (ver Tabla I). Cabe mencionar que el valor energético del aspartame es similar al del azúcar de mesa (4 kcal/g), pero su dulzor es 200 veces mayor, por lo que se necesita una cantidad mucho menor de esta sustancia para llegar a un sabor comparable.

Millones de personas consumen diariamente edulcorantes no calóricos: se venden en supermercados y tiendas de abarrotes como edulcorantes de mesa (en polvo, gránulos o líquido) o son incorporados en alimentos ultra-procesados para reducir el contenido de azúcares añadidos y las calorías asociadas, sin cambiar el dulzor de los productos. Los fabricantes añaden también edulcorantes no calóricos en los alimentos para aumentar la palatabilidad de los mismos. Los refrescos, jugos, productos lácteos, alimentos enlatados, dulces y las mermeladas son algunos de los numerosos productos que pueden contener edulcorantes no calóricos.

Diversos estudios han relacionado el consumo frecuente de edulcorantes no calóricos con la ganancia de peso, así como el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, problemas metabólicos y alteración en la microbiota intestinal, ocasionando problemas digestivos. Desde hace varias décadas, existen controversias sobre la seguridad del consumo de edulcorantes no calóricos artificiales, por lo que su ingesta es regularmente objeto de debate.

Un nuevo estudio observacional mostró recientemente que el consumo de edulcorantes no calóricos artificiales (particularmente, aspartame y acesulfame potásico) se asocia con un mayor riesgo de padecer cáncer. Esta investigación se basó en más de 102 mil voluntarios franceses quienes proporcionaron, cada seis meses durante diez años, información sobre su alimentación, estilo de vida y estado de salud. Aproximadamente, el 78.5% de los participantes eran mujeres, y el 37% de los voluntarios consumían edulcorantes no calóricos artificiales. El consumo de aspartame se asoció con un aumento de cáncer de mama y otros cánceres relacionados con la obesidad. Sin embargo, otros estudios confirman la seguridad del uso de edulcorantes no calóricos.

En México, desde octubre del año 2020, los productos preenvasados que contienen edulcorantes no calóricos deben incluir la siguiente leyenda precautoria en la parte frontal del paquete: “CONTIENE EDULCORANTES, NO RECOMENDABLE EN NIÑOS”. El consumo frecuente de productos con sabor dulce durante la niñez puede crear cierta adicción y el desarrollo de patrones alimentarios poco saludables, caracterizados por una mayor ingesta de energía. Este exceso de energía se almacena en el cuerpo en forma de grasa y puede causar sobrepeso u obesidad.

Asimismo, dicha leyenda precautoria es importante porque la industria de alimentos y bebidas utiliza cada vez más los edulcorantes no calóricos para reemplazar el azúcar. Se estima que el 60% de las bebidas dirigidas a niños contienen edulcorantes no calóricos y se consideraba que el etiquetado anterior no permitía una clara y rápida detección de esas sustancias por los padres y las madres de familia.

Es importante recordar que tanto en niños como adultos la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcares a menos del 10% de la ingesta calórica diaria y, para tener un beneficio adicional en la salud, sugiere que éste sea de menos del 5%. Si una persona requiere consumir 1,800 calorías diariamente, el 10% corresponde a 180 calorías, es decir, 45 g de azúcares y si tomamos en cuenta la sugerencia ideal de menos de 5%, coincidiría con 90 calorías, es decir, 22.5 g de azúcares.

Pensemos que si esa persona toma un refresco de cola de 600 ml que contiene 63 g de azúcar, entonces se estará tomando casi el triple de la cantidad ideal en un solo producto, sin tomar en cuenta los demás alimentos con azúcares que consumió durante el día. Por eso, es importante crear conciencia con qué ingredientes están preparados de los alimentos y aprender a revisar las etiquetas de los productos para saber qué tantos azúcares estamos consumiendo diariamente.

Es importante tomar en cuenta que no todos los edulcorantes no calóricos son iguales y que al ser moléculas diferentes tampoco tienen los mismos probables efectos en la salud; cada edulcorante no calórico cuenta con una dosis segura para que no cause efectos adversos. A pesar de que es difícil llevar un conteo de los tipos y dosis de edulcorantes no calóricos que se consumen, se puede recomendar en adultos limitar a un máximo de tres productos al día: por ejemplo, un sobre de edulcorante no calórico para el café, un vaso de alguna bebida light y una taza de gelatina baja en calorías.

Bibliografía consultada

Alianza por la salud alimentaria. Etiquetado frontal de advertencia en México: Un paso adelante para combatir la epidemia de obesidad y diabetes y fortalecer nuestro sistema inmune. Disponible en: https://elpoderdelconsumidor.org/wp-content/uploads/2020/09/d-2009-etiquetado-frontal-advertencia-hoja-informativa-b.pdf (consultado el 9 de mayo de 2022).

Cavagnari, B.M. 2019. Edulcorantes no calóricos: características específicas y evaluación de su seguridad. Archivos Argentinos de Pediatría 117(1), e1-e7.

Debras, C., Chazelas, E., Srour, B., Druesne-Pecollo, N., Esseddik, Y., Szabo de Edelenyi, F., Agaësse, C., De Sa, A., Lutchia, R., Gigandet, S., Huybrechts, I., Julia, C., Kesse-Guyot, E., Allès, B., Andreeva, V.A., Galan, P., Hercberg, S., Deschasaux-Tanguy, M., Touvier, M. 2022. Artificial sweeteners and cancer risk: Results from the NutriNet-Santé population-based cohort study. PLOS Medicine 19(3), e1003950.

Diario Oficial de la Federación. Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-Información comercial y sanitaria, publicada el 5 de abril de 2010. Disponible en: https://www.dof.gob.mx/2020/SEECO/NOM_051.pdf (consultado el 9 de mayo de 2022).

García-Almeida, J.M., Casado Fernández, G.M., García Alemán, J. 2013. Una visión global y actual de los edulcorantes. Aspectos de regulación. Nutrición Hospitalaria 28 (Supl. 4), 17-31.

Organización Mundial de la Salud, 2015. Directriz: ingesta de azúcares para adultos y niños. Ginebra, Suiza. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/9789241549028 (consultado el 12 de mayo de 2022).

Pepino, M.Y. 2015. Metabolic effects of non-nutritive sweeteners. Physiology & Behavior 152 (Part B), 450-455.

Swithers, S.E. 2015. Artificial sweeteners are not the answer to childhood obesity. Appetite 93, 85-90.

Whitehouse, C.R., Boullata, J., McCauley, L.A. 2008. The potential toxicity of artificial sweeteners. American Association of Occupational Health Nurses 56(6), 251-259.

Autoras

La doctora Laurence Mercier es investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) y la licenciada Ornella Malagrino Maza es nutrióloga de Médica Fidepaz. Correos de contacto: lmercier04@cibnor.mx e infonutriologa@gmail.com, respectivamente.

***

El blog México es ciencia está en Facebook, https://www.facebook.com/mexicoesciencia y Twitter, https://twitter.com/MexicoesCiencia ¡Síganos!