Por Analicia Ruiz
Hace dos semanas, documentos altamente clasificados del Pentágono de los Estados Unidos fueron filtrados en una plataforma de internet especializada para gamers. Los documentos expuestos incluyen información táctica muy confidencial sobre la guerra de Rusia en Ucrania, sus capacidades militares, así como revelaciones sobre espionaje estadounidense a sus aliados como Israel y Corea del Sur. De acuerdo con autoridades estadounidenses los documentos que exhiben actividades de espionaje, son auténticos.
De acuerdo a las investigaciones preliminares, el sospechoso de las filtraciones no es de un grupo especializado de inteligencia o contrainteligencia contrario al gobierno estadounidense, sino de un joven de 21 años, Jack Texeira, empleado del Pentágono para trabajos de informática, que con pocas credenciales tuvo acceso a información confidencial clasificada y la posibilidad de hacerla pública.
Las filtraciones hechas por Texeira presentan diversos dilemas para el gobierno estadounidense y para los gobiernos del mundo. ¿Cuál será la reacción de esos gobiernos espiados? ¿Cómo explicar a sus gobernados que teniendo confirmación de haber sido espiados, ésto no afectará su relación con Estados Unidos? Este no es un asunto menor. Dentro de esos países tendrá que haber una reacción que podrá ir desde reprobar las acciones estadounidenses, cuestionar las alianzas y necesariamente una afectación a las relaciones geoestratégicas con estos países. Para Estados Unidos significa la posibilidad de que se revelen las fuentes de información y con ello pierdan la inteligencia necesaria para continuar su apoyo a Ucrania.
Dentro de los documentos que se hicieron públicos también hay información sobre el espionaje a Rusia, incluso se conoció que el Pentágono ha logrado infiltrarse en el Departamento de Defensa Ruso que, también compromete la información a la que podrán tener acceso para sus operaciones de apoyo en la guerra entre Rusia y Ucrania. Como consecuencia de las filtraciones, Ucrania tendrá que cambiar algunos de sus planes militares que fueron puestos en evidencia.
Además del dilema diplomático se suma el de la seguridad nacional y de control de información. Resulta sorprendente que la seguridad de un país y de sus aliados pueda ser puesta en peligro por un joven que, al parecer, no tenía más motivación que llamar la atención entre sus pares en un grupo de conversación de jugadores de plataformas de internet. ¿Uno de los gobiernos más poderosos del mundo puede verse desnudado por un empleado de menor nivel? ¿Cómo se debe prevenir y castigar este tipo de espionaje que impacta las relaciones de los Estados Unidos con el mundo y el desarrollo de una guerra geopolíticamente estratégica? Increíble pensar que en la era de la sobre seguridad cibernética las filtraciones son más comunes y fáciles que en la era del papel.
El daño hecho por Teixeira es real. Las estrategias de guerra tendrán que ser modificadas, el gobierno estadounidense tendrá que, diplomáticamente, mitigar el desgaste con sus aliados y, para evitar situaciones similares, aplicar castigos ejemplares que disuadan a imitadores o espontáneos con acceso a información confidencial.
Profesora de la Escuela de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac Norte.
