/ viernes 26 de mayo de 2023

El Espectador | El General Cresencio sí tiene quién le escriba

En una carta dirigida al general Luis Crescencio Sandoval, se revelan una serie de supuestas irregularidades y presunta corrupción relacionada con la adquisición de cascos balísticos para la Guardia Nacional en México. En particular, se ha señalado la participación de Pedro Javier Quintana Yáñez y un grupo de empresas relacionadas que, según la denuncia que se presentó desde noviembre del 2021, buscan beneficiarse de manera indebida en detrimento de los intereses de la institución.

La misiva, elaborada por las empresas Galvion y Selitex, detalla una serie de hechos que arrojan luz sobre el presunto tráfico de influencias y el incumplimiento de los procedimientos legales en la adquisición de estos importantes equipos de protección. Según se menciona, Pedro Quintana y su grupo empresarial conformado por México Montecitos, Distribuciones y Proyectos, GYGGASVER, PQ Servicios e Infraestructura, y Distribuidora Izztar, habrían obtenido contratos por más de dos mil 700 millones de pesos en administraciones pasadas gracias a sus conexiones políticas.

El documento expone que Pedro Quintana estaría buscando repetir esta situación en la actual administración, utilizando una serie de artimañas para retrasar la entrega de los cascos balísticos. Se hace hincapié en que su empresa, PQ Servicios e Infraestructura, previamente había obtenido el fallo en un proceso de transferencia de tecnología para fabricar cascos, pero tras la intervención del Organismo Interno de Control (OIC) y la Secretaría de la Función Pública (SFP), se retiró el fallo debido a irregularidades y trampas en el proceso. Sin embargo, sorprendentemente, el procedimiento fue ajustado para favorecer nuevamente a la empresa de Pedro Quintana, incluyendo un anticipo de 100 millones de pesos.

Las acusaciones presentadas en la carta, de la que este reportero tiene copia, también cuestionan la supuesta influencia y poder que Pedro Quintana tendría dentro de la institución castrense. Se señala que su empresa demandó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tras el retiro del fallo anterior, y a pesar de ello, se habrían realizado ajustes en el nuevo proceso licitatorio para garantizar que PQ Servicios e Infraestructura obtuviera la adjudicación.

Asimismo, se destaca que Pedro Quintana habría convencido a algunos funcionarios de la Sedena de que un casco con características chinas, no avalado por ningún ejército, era superior al casco especificado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Estas revelaciones han generado preocupación sobre presuntos actos de corrupción y falta de transparencia en la adquisición de equipos fundamentales para la seguridad de las tropas. Además, se ha solicitado la intervención de las autoridades competentes para investigar a fondo estos contratos y evitar que intereses personales prevalezcan sobre los intereses de la institución.

Las empresas Galvion y Selitex, responsables de la emisión de la carta, expresan su compromiso de entregar los mejores cascos balísticos disponibles, habiendo invertido ya 60 millones de dólares en investigación y desarrollo, pero han denunciado que sus propuestas han sido ignoradas en favor de las empresas vinculadas a Pedro Quintana. La revelación de estos supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias plantea interrogantes sobre la integridad del proceso de contratación y la necesidad de investigaciones exhaustivas para garantizar la transparencia y la confianza en la adquisición de equipos para nuestras fuerzas de seguridad. Y lo más importante, puede poner una vez más en entredicho la reputación de la Sedena a la hora de hacer negocios, bajo el manto protector de la 4T.

En una carta dirigida al general Luis Crescencio Sandoval, se revelan una serie de supuestas irregularidades y presunta corrupción relacionada con la adquisición de cascos balísticos para la Guardia Nacional en México. En particular, se ha señalado la participación de Pedro Javier Quintana Yáñez y un grupo de empresas relacionadas que, según la denuncia que se presentó desde noviembre del 2021, buscan beneficiarse de manera indebida en detrimento de los intereses de la institución.

La misiva, elaborada por las empresas Galvion y Selitex, detalla una serie de hechos que arrojan luz sobre el presunto tráfico de influencias y el incumplimiento de los procedimientos legales en la adquisición de estos importantes equipos de protección. Según se menciona, Pedro Quintana y su grupo empresarial conformado por México Montecitos, Distribuciones y Proyectos, GYGGASVER, PQ Servicios e Infraestructura, y Distribuidora Izztar, habrían obtenido contratos por más de dos mil 700 millones de pesos en administraciones pasadas gracias a sus conexiones políticas.

El documento expone que Pedro Quintana estaría buscando repetir esta situación en la actual administración, utilizando una serie de artimañas para retrasar la entrega de los cascos balísticos. Se hace hincapié en que su empresa, PQ Servicios e Infraestructura, previamente había obtenido el fallo en un proceso de transferencia de tecnología para fabricar cascos, pero tras la intervención del Organismo Interno de Control (OIC) y la Secretaría de la Función Pública (SFP), se retiró el fallo debido a irregularidades y trampas en el proceso. Sin embargo, sorprendentemente, el procedimiento fue ajustado para favorecer nuevamente a la empresa de Pedro Quintana, incluyendo un anticipo de 100 millones de pesos.

Las acusaciones presentadas en la carta, de la que este reportero tiene copia, también cuestionan la supuesta influencia y poder que Pedro Quintana tendría dentro de la institución castrense. Se señala que su empresa demandó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tras el retiro del fallo anterior, y a pesar de ello, se habrían realizado ajustes en el nuevo proceso licitatorio para garantizar que PQ Servicios e Infraestructura obtuviera la adjudicación.

Asimismo, se destaca que Pedro Quintana habría convencido a algunos funcionarios de la Sedena de que un casco con características chinas, no avalado por ningún ejército, era superior al casco especificado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Estas revelaciones han generado preocupación sobre presuntos actos de corrupción y falta de transparencia en la adquisición de equipos fundamentales para la seguridad de las tropas. Además, se ha solicitado la intervención de las autoridades competentes para investigar a fondo estos contratos y evitar que intereses personales prevalezcan sobre los intereses de la institución.

Las empresas Galvion y Selitex, responsables de la emisión de la carta, expresan su compromiso de entregar los mejores cascos balísticos disponibles, habiendo invertido ya 60 millones de dólares en investigación y desarrollo, pero han denunciado que sus propuestas han sido ignoradas en favor de las empresas vinculadas a Pedro Quintana. La revelación de estos supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias plantea interrogantes sobre la integridad del proceso de contratación y la necesidad de investigaciones exhaustivas para garantizar la transparencia y la confianza en la adquisición de equipos para nuestras fuerzas de seguridad. Y lo más importante, puede poner una vez más en entredicho la reputación de la Sedena a la hora de hacer negocios, bajo el manto protector de la 4T.