/ martes 21 de marzo de 2023

Envejecimiento en Japón

Dra. Dircea Arroyo Buganza*

Japón es uno de los países que ha sufrido por la baja natalidad de su población. Esto se le puede atribuir a los costos que implica criar un hijo, pero en el caso japonés hay un problema mayor. Los trabajos para toda la vida en estos momentos son prácticamente inexistentes. Sin embargo, las largas horas de trabajo no se han eliminado y se necesita que tanto hombres como mujeres entren a la fuerza laboral. Lo que impide que las mujeres sigan con el papel tradicional de cuidar y criar a los hijos.

En un discurso del primer ministro japonés Fumio Kishida, de finales de enero del presente año, alerto a la población japonesa de tener más hijos o de arriesgarse a enfrentar una sociedad disfuncional. El año pasado solamente se registraron 800,000 nacimientos.

Para resolver este problema, el primer ministro Kishida, ha buscado que se implementen políticas para promover el incremento de nacimientos dentro del territorio. Una de éstas es pagarle dinero extra a las parejas para que tengan hijos. Para abril del presente año, cuando nazca un bebé dentro de una familia el gobierno japonés les dará a los padres un incentivo de 500,000 yenes (aproximadamente 71,159.47 pesos). Además, de un apoyo mensual como apoyo a los gastos que se generen.

Aunado a lo anterior, en enero del presente año se aprobó la creación de una agencia para niños y familias. El objetivo de este organismo es la protección de los niños, así como resolver la problemática de la falta de nacimientos en el territorio japonés. El organismo entrará en funcionamiento en el mes de abril del 2023. Se espera que se encuentre conformada por 300 miembros y se encontrará bajo la dirección del primer ministro japonés.

Con lo mencionado en los párrafos anteriores surge la pregunta, ¿las políticas públicas del gobierno japonés serán suficientes para incrementar el número de nuevos nacimientos en el corto plazo? Aunque se están aplicando nuevos incentivos difícilmente estos resuelven el problema. El tener hijos en Japón sigue siendo muy caro, existe mucha incertidumbre en cuanto a los empleos, la sociedad japonesa sigue viviendo una recesión económica.

El gobierno japonés más que ofrecerles dinero a las parejas jóvenes debería de enfocarse primero a mejorar la infraestructura social. En donde las mujeres pudieran trabajar y tener apoyo para el cuidado de los hijos. Del mismo modo, que los hombres también pudieran tener un papel activo en la vida familiar. Lo último, se podría lograr con menos horas de trabajo en las oficinas, esto para que la carga familiar no residiera en uno de los padres sino en ambos.

Con todo lo anterior, ¿qué puede esperar en el futuro Japón? Si el gobierno no cambia su acercamiento para resolver el problema, no verá este año un incremento en los nacimientos nacionales y podría enfrentarse a la pérdida de funcionalidad social del país. Si esto sucediera, tendrían que aceptar migrantes para poder solucionar el problema en el corto plazo. Esto último, es complicado pues este país se caracteriza por ser un país cerrado. La realidad es que Japón tendrá que enfrentarse a un cambio social importante. Y que mucho dependerá de las soluciones que el gobierno aporte para su sociedad.

*Coordinadora académica de la Facultad de Estudios Globales Universidad Anáhuac México

Dra. Dircea Arroyo Buganza*

Japón es uno de los países que ha sufrido por la baja natalidad de su población. Esto se le puede atribuir a los costos que implica criar un hijo, pero en el caso japonés hay un problema mayor. Los trabajos para toda la vida en estos momentos son prácticamente inexistentes. Sin embargo, las largas horas de trabajo no se han eliminado y se necesita que tanto hombres como mujeres entren a la fuerza laboral. Lo que impide que las mujeres sigan con el papel tradicional de cuidar y criar a los hijos.

En un discurso del primer ministro japonés Fumio Kishida, de finales de enero del presente año, alerto a la población japonesa de tener más hijos o de arriesgarse a enfrentar una sociedad disfuncional. El año pasado solamente se registraron 800,000 nacimientos.

Para resolver este problema, el primer ministro Kishida, ha buscado que se implementen políticas para promover el incremento de nacimientos dentro del territorio. Una de éstas es pagarle dinero extra a las parejas para que tengan hijos. Para abril del presente año, cuando nazca un bebé dentro de una familia el gobierno japonés les dará a los padres un incentivo de 500,000 yenes (aproximadamente 71,159.47 pesos). Además, de un apoyo mensual como apoyo a los gastos que se generen.

Aunado a lo anterior, en enero del presente año se aprobó la creación de una agencia para niños y familias. El objetivo de este organismo es la protección de los niños, así como resolver la problemática de la falta de nacimientos en el territorio japonés. El organismo entrará en funcionamiento en el mes de abril del 2023. Se espera que se encuentre conformada por 300 miembros y se encontrará bajo la dirección del primer ministro japonés.

Con lo mencionado en los párrafos anteriores surge la pregunta, ¿las políticas públicas del gobierno japonés serán suficientes para incrementar el número de nuevos nacimientos en el corto plazo? Aunque se están aplicando nuevos incentivos difícilmente estos resuelven el problema. El tener hijos en Japón sigue siendo muy caro, existe mucha incertidumbre en cuanto a los empleos, la sociedad japonesa sigue viviendo una recesión económica.

El gobierno japonés más que ofrecerles dinero a las parejas jóvenes debería de enfocarse primero a mejorar la infraestructura social. En donde las mujeres pudieran trabajar y tener apoyo para el cuidado de los hijos. Del mismo modo, que los hombres también pudieran tener un papel activo en la vida familiar. Lo último, se podría lograr con menos horas de trabajo en las oficinas, esto para que la carga familiar no residiera en uno de los padres sino en ambos.

Con todo lo anterior, ¿qué puede esperar en el futuro Japón? Si el gobierno no cambia su acercamiento para resolver el problema, no verá este año un incremento en los nacimientos nacionales y podría enfrentarse a la pérdida de funcionalidad social del país. Si esto sucediera, tendrían que aceptar migrantes para poder solucionar el problema en el corto plazo. Esto último, es complicado pues este país se caracteriza por ser un país cerrado. La realidad es que Japón tendrá que enfrentarse a un cambio social importante. Y que mucho dependerá de las soluciones que el gobierno aporte para su sociedad.

*Coordinadora académica de la Facultad de Estudios Globales Universidad Anáhuac México