/ martes 22 de junio de 2021

Finaliza programa quédate en México

Por: Alicia Gutiérrez González

Profesora Investigadora de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACyT, nivel I, de la Red de Europeístas de la Delegación de la Unión Europea en México.

El Programa quédate en México o Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) fue firmado el siete de junio del 2019 por los Estados Unidos y México mediante la Declaración Conjunta en relación con la Ley de Inmigración y Nacionalidad, sección 235 (b) (2) (C) de los Estados Unidos. Gracias a este programa, miles de migrantes provenientes del Triángulo del Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), de Centroamérica y de Cuba se vieron en la imperiosa necesidad de solicitar asilo en México del 2019 al 2021. Cabe señalar que este programa fue auspiciado por el entonces presidente Donald Trump, quién no solo deportó a casi 70 000 migrantes a México, sino que también aprovecho la pandemia de COVID-19 (enfermedad causada por el SARS-CoV-2) a su favor para cerrar las fronteras terrestres desde marzo del 2020 por emergencia sanitaria y así evitar por una parte la propagación de la enfermedad y la entrada de migrantes por la otra. Debido al rebrote de COVID-19 en México en los últimos días de junio, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, por sus siglas en inglés) extendió las restricciones en la frontera terrestre, por lo que permanecerán cerradas a los viajes no esenciales hasta por lo menos el 21 de julio.

Para los migrantes ha sido una época difícil, porque aparte de tener que quedarse en México de manera involuntaria debido al programa quédate en México, las fronteras terrestres han permanecido cerradas y los pocos que han logrado cruzar ilegalmente a los Estados Unidos han sido devueltos al país por el que ingresaron, en este caso a México mediante la aplicación del título 42 por emergencia sanitaria que permite la deportación inmediata sin que medie procedimiento alguno.

El programa quédate en México se dio por terminado el primero de junio del 2021, i.e. durante casi dos años los solicitantes de asilo a los Estados Unidos se vieron obligados a permanecer en México mientras se resolvía su solicitud. Con la llegada de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos y con la finalización de este programa, la esperanza de los migrantes de lograr el sueño americano volvió a surgir. El ocho de junio de 2021, México y los Estados Unidos firmaron un memorándum de entendimiento en materia de cooperación internacional para atender las causas estructurales de la migración e impulsar el desarrollo económico de manera sustentable en el sur de México y norte de Centroamérica. Los Estados Unidos por su parte aumentarán su contribución económica para apoyar la implementación de la reforma laboral en México e impulsarán una América del Norte más humanitaria e igualitaria. Aunque la retórica ha cambiado, la situación de los migrantes no, ya que continúa el procesamiento a Estados Unidos de los casos registrados en el MPP para completar sus procedimientos migratorios, la frontera terrestre sigue cerrada y las expulsiones bajo el título 42 se sigue aplicando.


Por: Alicia Gutiérrez González

Profesora Investigadora de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACyT, nivel I, de la Red de Europeístas de la Delegación de la Unión Europea en México.

El Programa quédate en México o Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) fue firmado el siete de junio del 2019 por los Estados Unidos y México mediante la Declaración Conjunta en relación con la Ley de Inmigración y Nacionalidad, sección 235 (b) (2) (C) de los Estados Unidos. Gracias a este programa, miles de migrantes provenientes del Triángulo del Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), de Centroamérica y de Cuba se vieron en la imperiosa necesidad de solicitar asilo en México del 2019 al 2021. Cabe señalar que este programa fue auspiciado por el entonces presidente Donald Trump, quién no solo deportó a casi 70 000 migrantes a México, sino que también aprovecho la pandemia de COVID-19 (enfermedad causada por el SARS-CoV-2) a su favor para cerrar las fronteras terrestres desde marzo del 2020 por emergencia sanitaria y así evitar por una parte la propagación de la enfermedad y la entrada de migrantes por la otra. Debido al rebrote de COVID-19 en México en los últimos días de junio, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, por sus siglas en inglés) extendió las restricciones en la frontera terrestre, por lo que permanecerán cerradas a los viajes no esenciales hasta por lo menos el 21 de julio.

Para los migrantes ha sido una época difícil, porque aparte de tener que quedarse en México de manera involuntaria debido al programa quédate en México, las fronteras terrestres han permanecido cerradas y los pocos que han logrado cruzar ilegalmente a los Estados Unidos han sido devueltos al país por el que ingresaron, en este caso a México mediante la aplicación del título 42 por emergencia sanitaria que permite la deportación inmediata sin que medie procedimiento alguno.

El programa quédate en México se dio por terminado el primero de junio del 2021, i.e. durante casi dos años los solicitantes de asilo a los Estados Unidos se vieron obligados a permanecer en México mientras se resolvía su solicitud. Con la llegada de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos y con la finalización de este programa, la esperanza de los migrantes de lograr el sueño americano volvió a surgir. El ocho de junio de 2021, México y los Estados Unidos firmaron un memorándum de entendimiento en materia de cooperación internacional para atender las causas estructurales de la migración e impulsar el desarrollo económico de manera sustentable en el sur de México y norte de Centroamérica. Los Estados Unidos por su parte aumentarán su contribución económica para apoyar la implementación de la reforma laboral en México e impulsarán una América del Norte más humanitaria e igualitaria. Aunque la retórica ha cambiado, la situación de los migrantes no, ya que continúa el procesamiento a Estados Unidos de los casos registrados en el MPP para completar sus procedimientos migratorios, la frontera terrestre sigue cerrada y las expulsiones bajo el título 42 se sigue aplicando.