*Catherine Prati Rousselet
**Gerardo Aguiluz España
La ONU prohíbe recurrir a la fuerza armada. También, insta a los Estados miembros a prestar a la Organización “toda clase de ayuda en cualquier acción que ejerza de conformidad con la Carta”: una clara invitación a participar, en caso necesario, en las operaciones de mantenimiento de la paz (OMP).
Entre 1947 y 1993, México participó en tres OMP: como observador militar en los Balcanes (1947-1950) y en la frontera indo pakistaní (1949). En la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (1992-1993) contribuyó con 120 policías.
Con el fin de la Guerra Fría y la proliferación de los conflictos intra fronterizos, la Organización pretendió poder intervenir, aun sin el consentimiento de las partes, siempre y cuando fuese en nombre de la paz y seguridad internacionales.
El secretario general de entonces, Kofi Annan, comentó que “a algunos críticos preocupaba que el concepto de intervención humanitaria pudiera llegar a encubrir la injerencia gratuita en los asuntos internos de Estados soberanos”.
México fue uno de estos críticos y durante tres lustros invocó los principios de política exterior consignados en el Art.89, Frac. X de la Constitución (en especial, los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos) al no participar en las OMP (aunque, en 1999, el IFE apoyó exitosamente la Misión de las Naciones Unidas en Timor Oriental con asesoría en cuestiones electorales).
El concepto “México, actor con responsabilidad global” imprimió un significativo cambio en las obligaciones internacionales del país y se decidió participar nueva y gradualmente en las OMP. El 24 de septiembre de 2014, en el marco del debate general anual, se anunció en la tribuna de la Asamblea General que “México apoya y valora las OMP, así como sus labores por ser el instrumento de las Naciones Unidas para ayudar a países que viven o han salido de conflictos, a crear condiciones necesarias para una paz duradera, a través de acciones para la reconstrucción, la asistencia humanitaria y la seguridad.”
Derivado de lo anterior, México participa en las misiones en la frontera indo pakistaní, el Sahara Occidental, República Centroafricana, Malí, así como en la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
A principio del año 2020, con la presencia del Secretario General Adjunto para las Operaciones de la Paz de la Organización de las Naciones Unidas, Jean Pierre Lacroix, se inauguró el Centro de Capacitación para el Entrenamiento para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (CECOPAM) cuyo objetivo es proporcionar entrenamiento a personal militar, funcionarios mexicanos y, eventualmente, a personal militar y civil extranjero, para desempeñarse eficientemente en cualquier tipo de misiones de paz.
En la actualidad, el Centro incluye el despliegue de un mayor número de personal femenino y recibe, a nombre de la cooperación internacional, personal de otras nacionalidades de la región latinoamericana y del Caribe.
Si el tema de la participación en las OMP fue un tema polémico, México como Estado originario de la ONU, demuestra, hoy, cumplir con la imprescindible obligación de honrar los compromisos internacionales.
Pacta sunt servanda. Lo que se pacta, obliga.
*Coordinadora de Posgrado y Educación Continua. Facultad de Estudios Globales. Universidad Anáhuac México. @CathPrati
**Egresado de la Licenciatura en Relaciones Internacionales. Facultad de Estudios Globales. Universidad Anáhuac México. @GerAges