/ viernes 9 de octubre de 2020

La escuela de Milpa Alta

A inicios del siglo XIV Dante escribió la Divina Comedia donde describe el infierno y sus nueve círculos. El peor de los infiernos se lo dedica a los traidores, pero si viviera en nuestros tiempos dedicaría un décimo infierno a lo peor de la condición humana que es quienes se oponen de manera irracional a la construcción de una escuela.

En específico como es el caso del complejo educativo en Milpa Alta, que se integra por un bachillerato y secundaria, públicos y gratuitos, en donde más se necesita ya que la escolaridad promedio de la alcaldía es de 8 años, mientras que en la Benito Juárez de es 12, en particular en San Pedro Actopan que solo tiene dos secundarias públicas y carece de escuelas de educación media superior.

La belleza de este proyecto educativo no solo está en la necesidad, está en que este diseño es una propuesta, es un Nuevo Modelo de Escuela para el Siglo XXI en América Latina; el primero de la región, con recursos privados que no le costarán al erario. La escuela contará con diversos talleres, laboratorios y viveros, e incluso áreas que se podrán compartir con toda la comunidad como canchas deportivas, anfiteatro, bibliotecas y un auditorio. Además de un ejercicio académico extraordinario, que es alinear los talleres de la secundaria con el programa de media superior a las necesidades de desarrollo económico de la zona. La propiedad está más que aclarada, no hay controversia al respecto.

El proyecto ha sido una convergencia y la unión de grandes esfuerzos para el beneficio de los niños y niñas de Milpa Alta, en el que se han unido la SEP, la generosidad de una fundación, el Gobierno de la Ciudad de México y de la Alcaldía. Se ha avanzado mucho, al grado que de vencerse esta oposición, se estaría en posibilidad de construir la escuela de inmediato.

Sin embargo, manos anónimas y cobardes que tienen un lugar destacado en la historia universal de la infamia, han promovido incursiones violentas en toda posibilidad de diálogo y de manera muy especial son infames quienes suponen que un proyecto solo es bueno si atraviesa por su mediación, quienes se asumen que son indispensables para hacer el bien y que desde el anonimato son enemigos de la educación.

Se está perdiendo una gran oportunidad para la comunidad de Milpa Alta. De no construirse el proyecto no se podrán cumplir con la demanda de secundaria, y los jóvenes tendrán que recorrer grandes distancias para continuar su educación media superior. Quienes hoy son violentos y se presumen de valientes, ojalá tengan el carácter para decirle a los ojos a las niñas, niños y jóvenes que no tendrán su escuela porque a ellos no le convenía.

Tratándose de la educación no caben tibiezas ni ambigüedades, por lo que es fundamental que todos los actores políticos relacionados se pronuncien sin condiciones, regateos, ni coartadas, están a favor o en contra de la escuela. La única esperanza para el complejo educativo es que el amor a nuestras niñas y niños sea más grande que los intereses y las mezquinas, chiquitas y egoístas ambiciones políticas; que la generosidad venza a la mediocridad y la visión de futuro venza al cortoplacismo.

Al final si no impera la racionalidad, si prevalece el protagonismo y la sordidez, Milpa Alta se quedará sin una escuela que necesita, el proyecto se relocalizará en una localidad que lo requiera y se tengan los concensos como puede ser Xochimilco, Tláhuac o Gustavo A. Madero, la y los opositores se quedarán con su miseria e ignorancia y dormirán bien, porque estoy seguro de que no tienen el alma, ni la conciencia del daño que están haciendo.

Twitter: @LuisH_Fuentes

A inicios del siglo XIV Dante escribió la Divina Comedia donde describe el infierno y sus nueve círculos. El peor de los infiernos se lo dedica a los traidores, pero si viviera en nuestros tiempos dedicaría un décimo infierno a lo peor de la condición humana que es quienes se oponen de manera irracional a la construcción de una escuela.

En específico como es el caso del complejo educativo en Milpa Alta, que se integra por un bachillerato y secundaria, públicos y gratuitos, en donde más se necesita ya que la escolaridad promedio de la alcaldía es de 8 años, mientras que en la Benito Juárez de es 12, en particular en San Pedro Actopan que solo tiene dos secundarias públicas y carece de escuelas de educación media superior.

La belleza de este proyecto educativo no solo está en la necesidad, está en que este diseño es una propuesta, es un Nuevo Modelo de Escuela para el Siglo XXI en América Latina; el primero de la región, con recursos privados que no le costarán al erario. La escuela contará con diversos talleres, laboratorios y viveros, e incluso áreas que se podrán compartir con toda la comunidad como canchas deportivas, anfiteatro, bibliotecas y un auditorio. Además de un ejercicio académico extraordinario, que es alinear los talleres de la secundaria con el programa de media superior a las necesidades de desarrollo económico de la zona. La propiedad está más que aclarada, no hay controversia al respecto.

El proyecto ha sido una convergencia y la unión de grandes esfuerzos para el beneficio de los niños y niñas de Milpa Alta, en el que se han unido la SEP, la generosidad de una fundación, el Gobierno de la Ciudad de México y de la Alcaldía. Se ha avanzado mucho, al grado que de vencerse esta oposición, se estaría en posibilidad de construir la escuela de inmediato.

Sin embargo, manos anónimas y cobardes que tienen un lugar destacado en la historia universal de la infamia, han promovido incursiones violentas en toda posibilidad de diálogo y de manera muy especial son infames quienes suponen que un proyecto solo es bueno si atraviesa por su mediación, quienes se asumen que son indispensables para hacer el bien y que desde el anonimato son enemigos de la educación.

Se está perdiendo una gran oportunidad para la comunidad de Milpa Alta. De no construirse el proyecto no se podrán cumplir con la demanda de secundaria, y los jóvenes tendrán que recorrer grandes distancias para continuar su educación media superior. Quienes hoy son violentos y se presumen de valientes, ojalá tengan el carácter para decirle a los ojos a las niñas, niños y jóvenes que no tendrán su escuela porque a ellos no le convenía.

Tratándose de la educación no caben tibiezas ni ambigüedades, por lo que es fundamental que todos los actores políticos relacionados se pronuncien sin condiciones, regateos, ni coartadas, están a favor o en contra de la escuela. La única esperanza para el complejo educativo es que el amor a nuestras niñas y niños sea más grande que los intereses y las mezquinas, chiquitas y egoístas ambiciones políticas; que la generosidad venza a la mediocridad y la visión de futuro venza al cortoplacismo.

Al final si no impera la racionalidad, si prevalece el protagonismo y la sordidez, Milpa Alta se quedará sin una escuela que necesita, el proyecto se relocalizará en una localidad que lo requiera y se tengan los concensos como puede ser Xochimilco, Tláhuac o Gustavo A. Madero, la y los opositores se quedarán con su miseria e ignorancia y dormirán bien, porque estoy seguro de que no tienen el alma, ni la conciencia del daño que están haciendo.

Twitter: @LuisH_Fuentes