/ domingo 10 de marzo de 2024

La gran compañía

Los perros, también conocidos como caninos o cariñosamente como “lomitos”, han sido compañeros cercanos y queridos por las personas a lo largo de la historia. Destacan, entre otros, factores clave del origen del reconocimiento: la confianza, el trabajo, la lealtad y el acompañamiento.

Considerando que quizás más del 80%, hemos tenido contacto con un perro o “lomito” en algún momento de la vida… en muchos de nosotros, los recuerdos de la interacción significativa e inolvidable con ellos. Al igual, las películas transmiten esas historias del afecto incondicional en la vida cotidiana de personas en todas las edades.

Es por ello, que al referirnos a la importancia de la convivencia humana y canina, utilicemos la expresión "La gran compañía" para enfatizar el valor de la relación especial y única que aporta la alegría, el confort y el enriquecimiento a la vida del binomio “persona – canino”.

Ahora bien, respecto de la gama de apoyo en las tareas significativas, es conocido que se desempeñan en diversas áreas de la sociedad y son valiosos compañeros y colaboradores. Por ejemplo: los perros de rebaño o de trabajo, caza, compañía y mascotas, de terapia, guías, búsqueda y rescate, policía, guardianes, deporte y entretenimiento, otros más.

Una experiencia en el sistema penitenciario del trabajo de los perros: Apoyan en los equipos de seguridad y vigilancia, son entrenados específicamente para detectar drogas, armas u otros objetos prohibidos y mantener la seguridad dentro de las instalaciones penitenciarias. Su agudo sentido del olfato les permite descubrir objetos con mayor eficacia que otros métodos de inspección.

Para ello, el entrenamiento adecuado y cuidados veterinarios permiten garantizar el bienestar y la efectividad de los perros guardianes. Además, el establecimiento de protocolos claros para su manejo y supervisión, asegurando que se utilicen de manera ética y respetuosa tanto para las personas privadas de su libertad como para los propios animales.

En el contexto, hace días, se publicó la Ceremonia de jubilación y reconocimiento a binomios caninos del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, presidiendo el Lic. Pablo Vázquez Camacho, Secretario de Seguridad Ciudadana, autoridades e invitados. Transcribamos las palabras, percibamos emociones de Édgar Alejandro Maya (manejador del perro “Adis”, después de 7 años en servicio):

“Tengo sentimientos encontrados al igual que todos mis compañeros, por una parte, me llena de felicidad que vas a pasar al retiro, que vas a dejar una vida de trabajo para ser feliz y hacer feliz a la familia que te adoptará, porque en lugar de buscar drogas así como sustancias y artículos prohibidos en los Centros de Reclusión, vas a correr en un gran jardín detrás de una pelota, que no tendrás más desvelos durante nuestras operaciones nocturnas, que tendrás el amor de las personas, pero sobre todo de los niños con los que vas a convivir. Por favor, trátalos bien, cuídalos como cuidaste siempre de mí, y de la unidad de trabajo”.

Lo anterior es un buen ejemplo en el sistema penitenciario mexicano. En lo personal, siempre apoyamos el trabajo del binomio ya mencionado. Continuemos con la misma empatía, la prevención y combatir el abuso, la crueldad del maltrato, promoviendo el respeto al bienestar animal.

Concluyendo, en el ayer y hoy, los caninos ocupan un lugar especial en millones de las personas en todo el mundo. En el futuro, seguirán siendo parte importante en la historia de vida y apoyo a la comunidad.


hazael.ruiz@hotmail.com

Los perros, también conocidos como caninos o cariñosamente como “lomitos”, han sido compañeros cercanos y queridos por las personas a lo largo de la historia. Destacan, entre otros, factores clave del origen del reconocimiento: la confianza, el trabajo, la lealtad y el acompañamiento.

Considerando que quizás más del 80%, hemos tenido contacto con un perro o “lomito” en algún momento de la vida… en muchos de nosotros, los recuerdos de la interacción significativa e inolvidable con ellos. Al igual, las películas transmiten esas historias del afecto incondicional en la vida cotidiana de personas en todas las edades.

Es por ello, que al referirnos a la importancia de la convivencia humana y canina, utilicemos la expresión "La gran compañía" para enfatizar el valor de la relación especial y única que aporta la alegría, el confort y el enriquecimiento a la vida del binomio “persona – canino”.

Ahora bien, respecto de la gama de apoyo en las tareas significativas, es conocido que se desempeñan en diversas áreas de la sociedad y son valiosos compañeros y colaboradores. Por ejemplo: los perros de rebaño o de trabajo, caza, compañía y mascotas, de terapia, guías, búsqueda y rescate, policía, guardianes, deporte y entretenimiento, otros más.

Una experiencia en el sistema penitenciario del trabajo de los perros: Apoyan en los equipos de seguridad y vigilancia, son entrenados específicamente para detectar drogas, armas u otros objetos prohibidos y mantener la seguridad dentro de las instalaciones penitenciarias. Su agudo sentido del olfato les permite descubrir objetos con mayor eficacia que otros métodos de inspección.

Para ello, el entrenamiento adecuado y cuidados veterinarios permiten garantizar el bienestar y la efectividad de los perros guardianes. Además, el establecimiento de protocolos claros para su manejo y supervisión, asegurando que se utilicen de manera ética y respetuosa tanto para las personas privadas de su libertad como para los propios animales.

En el contexto, hace días, se publicó la Ceremonia de jubilación y reconocimiento a binomios caninos del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, presidiendo el Lic. Pablo Vázquez Camacho, Secretario de Seguridad Ciudadana, autoridades e invitados. Transcribamos las palabras, percibamos emociones de Édgar Alejandro Maya (manejador del perro “Adis”, después de 7 años en servicio):

“Tengo sentimientos encontrados al igual que todos mis compañeros, por una parte, me llena de felicidad que vas a pasar al retiro, que vas a dejar una vida de trabajo para ser feliz y hacer feliz a la familia que te adoptará, porque en lugar de buscar drogas así como sustancias y artículos prohibidos en los Centros de Reclusión, vas a correr en un gran jardín detrás de una pelota, que no tendrás más desvelos durante nuestras operaciones nocturnas, que tendrás el amor de las personas, pero sobre todo de los niños con los que vas a convivir. Por favor, trátalos bien, cuídalos como cuidaste siempre de mí, y de la unidad de trabajo”.

Lo anterior es un buen ejemplo en el sistema penitenciario mexicano. En lo personal, siempre apoyamos el trabajo del binomio ya mencionado. Continuemos con la misma empatía, la prevención y combatir el abuso, la crueldad del maltrato, promoviendo el respeto al bienestar animal.

Concluyendo, en el ayer y hoy, los caninos ocupan un lugar especial en millones de las personas en todo el mundo. En el futuro, seguirán siendo parte importante en la historia de vida y apoyo a la comunidad.


hazael.ruiz@hotmail.com