/ sábado 18 de marzo de 2023

La moviola | Brujería: la mística justicia

@lamoviola

Evitemos la furia de los dioses. La cartelera ofrece en estos días algo más que adaptaciones de comics que por lo visto de manera reciente, ya no van a ningún lado. Metáfora social de impacto visual e imágenes y ambiente sobrecogedores, poéticos, impactantes ofrece Brujería (Christopher Murray, México, Alemania, Chile). Basada en hechos reales el filme estuvo en Sundance como parte de la competencia de cine dramático.

En la isla de Chiloé, en Chile, en 1880, una adolescente de 13 años, Rosa (Valentina Véliz Caileo, precisa e inquietante), de origen Huilliche, es testigo de la muerte de su padre, por órdenes de un alemán padre de familia, quien lo acusa de asesinar unas ovejas por medio de un acto de brujería.

Rosa, busca justicia con el alcalde del pueblo, pero se enfrenta con prejuicios y sumisión ya que el responsable del asesinato, perpetrado de forma cruel es alemán. La joven buscará entonces a Mateo (Daniel Antivilo), patriarca de indígenas y pobladores que son señalados de practicar la brujería. La anécdota sirve para presentar un cuento de horror con tonos de fábula en su concepción original, ambas, sobre la melancólica justicia.

Brujería, es también, una poderosa propuesta visual cargada de bruma que toma a los elementos: tierra, aire, fuego, agua, en momentos sobrecogedores que recuerda a Tarkovski, sin olvidar una metáfora política que toma forma de manera pausada.

En algún punto, la película aborda un tema complejo e incluso tabú: la colonización y no reconocimiento de culturas originarias. Ya Mario Vargas Llosa había abordado el tema pero en la sociedad brasileña en la novela La guerra del fin del mundo.

Pero Brujería, es más valiente que este punto. En realidad funciona como género en torno a la paradoja que envuelve a los personajes. En torno a estos, hay una línea mística.

Y a pesar de esto, la película es sobre todo una metáfora dolorosa y melancólica sobre el proceso de crecimiento y el fin de la infancia: la búsqueda de justicia, será el paso que Rosa da para evolucionar sin mirar atrás y sin concesiones. La pérdida pues, del estado virtuoso, para el crecimiento individual.

Es pues, una historia de clara metáfora social y política pero a la vez una coming of age mística e inquietante. Muy poco efectista, lo cual se agradece, la película se sostiene de silencios. Son ambientes que trastocan e inquietan.

Tal vez no sea el filme blockbuster de la semana, pero sí apela a la inteligencia y sensibilidad del espectador. El horror lo pone la miseria, la poesía, lo místico visual y la pérdida de la inocencia, la paradoja. Los elementos al servicio de un relato contundente.

Dese una oportunidad de salir del consumo semanal. No se va a arrepentir.


@lamoviola

Evitemos la furia de los dioses. La cartelera ofrece en estos días algo más que adaptaciones de comics que por lo visto de manera reciente, ya no van a ningún lado. Metáfora social de impacto visual e imágenes y ambiente sobrecogedores, poéticos, impactantes ofrece Brujería (Christopher Murray, México, Alemania, Chile). Basada en hechos reales el filme estuvo en Sundance como parte de la competencia de cine dramático.

En la isla de Chiloé, en Chile, en 1880, una adolescente de 13 años, Rosa (Valentina Véliz Caileo, precisa e inquietante), de origen Huilliche, es testigo de la muerte de su padre, por órdenes de un alemán padre de familia, quien lo acusa de asesinar unas ovejas por medio de un acto de brujería.

Rosa, busca justicia con el alcalde del pueblo, pero se enfrenta con prejuicios y sumisión ya que el responsable del asesinato, perpetrado de forma cruel es alemán. La joven buscará entonces a Mateo (Daniel Antivilo), patriarca de indígenas y pobladores que son señalados de practicar la brujería. La anécdota sirve para presentar un cuento de horror con tonos de fábula en su concepción original, ambas, sobre la melancólica justicia.

Brujería, es también, una poderosa propuesta visual cargada de bruma que toma a los elementos: tierra, aire, fuego, agua, en momentos sobrecogedores que recuerda a Tarkovski, sin olvidar una metáfora política que toma forma de manera pausada.

En algún punto, la película aborda un tema complejo e incluso tabú: la colonización y no reconocimiento de culturas originarias. Ya Mario Vargas Llosa había abordado el tema pero en la sociedad brasileña en la novela La guerra del fin del mundo.

Pero Brujería, es más valiente que este punto. En realidad funciona como género en torno a la paradoja que envuelve a los personajes. En torno a estos, hay una línea mística.

Y a pesar de esto, la película es sobre todo una metáfora dolorosa y melancólica sobre el proceso de crecimiento y el fin de la infancia: la búsqueda de justicia, será el paso que Rosa da para evolucionar sin mirar atrás y sin concesiones. La pérdida pues, del estado virtuoso, para el crecimiento individual.

Es pues, una historia de clara metáfora social y política pero a la vez una coming of age mística e inquietante. Muy poco efectista, lo cual se agradece, la película se sostiene de silencios. Son ambientes que trastocan e inquietan.

Tal vez no sea el filme blockbuster de la semana, pero sí apela a la inteligencia y sensibilidad del espectador. El horror lo pone la miseria, la poesía, lo místico visual y la pérdida de la inocencia, la paradoja. Los elementos al servicio de un relato contundente.

Dese una oportunidad de salir del consumo semanal. No se va a arrepentir.