/ sábado 4 de mayo de 2024

La Moviola / “Amor, mentiras y sangre”: la nueva Chick flick emancipada

@lamoviola

El nuevo protoromance ideal para la época, el retrato de la llamada basura blanca estadounidense, una buddy film -por momentos- pero sobre todo sanguinolento relato en el que ningún personaje dentro de su arco narrativo busca la redención, pero acaban, a su pesar encontrándose con ésta.

Romance lésbico de fatales consecuencias –muy acorde con la corrección política-, eso es “Amor, mentiras y sangre” (Rose Glass, 2014). Cínico cuento amoroso y sexual en el que la violencia y la brutalidad, con algo de estupidez rodean a los personajes principales.

La antes Chick flick, el sub género más popular del romance fílmico estadounidense, hoy se ha mudado a las periferias de la basura: ya no más cuentos de hadas en las grandes ciudades ni atolondradas jóvenes que encuentran el amor convencional luego de algunos, no muchos, sufrimientos: hoy la protagonista es un personaje en las antípodas del fracaso como leiv motiv, en el que se regodean y el escenario los barrios marginales de la Norteamérica profunda. Ese el nuevo mood del género y Kristen Stewart su nueva máxima representante.

Porque “Amor, mentiras y sangre”, más allá de sus personajes repelentes con todo y un Ed Harris como traficante de armas de bajo perfil y odiado por sus hijas, de Dave Franco como golpeador marido pero buen padre, y de un desfile de fracasados, en el fondo vemos un cuento de amor y vacío, en el que sus protagonistas a pesar suyo, van camino de una redención no deseada.

“Louise” (Kristen Stewart, ya en plan de actriz hecha y derecha) atiende un gimnasio de cuarta en un pueblo perdido, destapa el baño del lugar mientras tiene que soportar a “Daysi” (Anna Baryshnikov), con quien tuvo alguna cita y ahora no se la puede quitar de encima. Un día llega al local “Jackie” (Katy O’Brien) una joven culturista que se pelea con un grupo de sujetos que acuden a hacer ejercicio. “Louise” la defiende, pasan la noche juntas, e inicia una extraña relación en la que al principio el interés permea.

“Jackie”, es manipuladora y encajosa pero escucha con interés la historia de vida de “Louise” : su padre resulta ser el traficante “Lou” y su cuñado el golpeador “J.J.” ( Franco), la chica ya no aguanta las golpizas que le pone a su hermana y “Jackie” se tomará , en agradecimiento por la protección, el asunto como algo personal.

Glass, especialista en patetismos psicológicos para sus personajes, presenta a un par de “Thelma and Louise” (Scott, 1991) emancipadas de cualquier soplo de redención, pero el caos que las envuelve las llevarán a enfrentar en medio de un baño de sangre la oportunidad de corregir el fracaso en el que están envueltas.

Es fácil confundirse, “Amor, mentiras y sangre” puede catalogarse como un thriller romántico, pero en el fondo sigue las pulsiones de lo que empieza a ser una convencional Chick flick.

Hay sangre, hay risas, todos los personajes son patéticos y lo que le sigue y hay un gato pero no gordo. Vale la pena.


@lamoviola

El nuevo protoromance ideal para la época, el retrato de la llamada basura blanca estadounidense, una buddy film -por momentos- pero sobre todo sanguinolento relato en el que ningún personaje dentro de su arco narrativo busca la redención, pero acaban, a su pesar encontrándose con ésta.

Romance lésbico de fatales consecuencias –muy acorde con la corrección política-, eso es “Amor, mentiras y sangre” (Rose Glass, 2014). Cínico cuento amoroso y sexual en el que la violencia y la brutalidad, con algo de estupidez rodean a los personajes principales.

La antes Chick flick, el sub género más popular del romance fílmico estadounidense, hoy se ha mudado a las periferias de la basura: ya no más cuentos de hadas en las grandes ciudades ni atolondradas jóvenes que encuentran el amor convencional luego de algunos, no muchos, sufrimientos: hoy la protagonista es un personaje en las antípodas del fracaso como leiv motiv, en el que se regodean y el escenario los barrios marginales de la Norteamérica profunda. Ese el nuevo mood del género y Kristen Stewart su nueva máxima representante.

Porque “Amor, mentiras y sangre”, más allá de sus personajes repelentes con todo y un Ed Harris como traficante de armas de bajo perfil y odiado por sus hijas, de Dave Franco como golpeador marido pero buen padre, y de un desfile de fracasados, en el fondo vemos un cuento de amor y vacío, en el que sus protagonistas a pesar suyo, van camino de una redención no deseada.

“Louise” (Kristen Stewart, ya en plan de actriz hecha y derecha) atiende un gimnasio de cuarta en un pueblo perdido, destapa el baño del lugar mientras tiene que soportar a “Daysi” (Anna Baryshnikov), con quien tuvo alguna cita y ahora no se la puede quitar de encima. Un día llega al local “Jackie” (Katy O’Brien) una joven culturista que se pelea con un grupo de sujetos que acuden a hacer ejercicio. “Louise” la defiende, pasan la noche juntas, e inicia una extraña relación en la que al principio el interés permea.

“Jackie”, es manipuladora y encajosa pero escucha con interés la historia de vida de “Louise” : su padre resulta ser el traficante “Lou” y su cuñado el golpeador “J.J.” ( Franco), la chica ya no aguanta las golpizas que le pone a su hermana y “Jackie” se tomará , en agradecimiento por la protección, el asunto como algo personal.

Glass, especialista en patetismos psicológicos para sus personajes, presenta a un par de “Thelma and Louise” (Scott, 1991) emancipadas de cualquier soplo de redención, pero el caos que las envuelve las llevarán a enfrentar en medio de un baño de sangre la oportunidad de corregir el fracaso en el que están envueltas.

Es fácil confundirse, “Amor, mentiras y sangre” puede catalogarse como un thriller romántico, pero en el fondo sigue las pulsiones de lo que empieza a ser una convencional Chick flick.

Hay sangre, hay risas, todos los personajes son patéticos y lo que le sigue y hay un gato pero no gordo. Vale la pena.