/ sábado 13 de abril de 2024

La Moviola / “Nudus” y “Desaparecer por completo”, semana de géneros nacionales

@lamoviola

Géneros, con su dosis de valentía es el tema de esta semana en estrenos nacionales. No es cualquiera cosa, ya que en medio de una industria, que acostumbra a una sola manera de contar historias, salirse del canon ya es una epopeya

Por un lado, llega a las salas “Nudus” (Gibrán Bazán, 2024), con un guion del mismo director y fotografía, de lo más destacable del filme, de Sofía Ramos Mora, que cuenta la historia distópica,- desde un principio se ve el respeto a la ciencia ficción, que no se maneja de forma localista, los hechos pueden suceder en cualquier parte del mundo- de una mujer, en un futuro no lejano, que despierta en una habitación y empieza a ser interrogada por un hombre vestido de traje negro y sabe aspectos íntimos de su vida.

La mujer pregunta por su hija, pero no obtiene respuesta. Inicia una esgrima verbal, un juego del gato y el ratón, donde el guion da muestras de habilidad, ya que los momentos climáticos e incluso de suspenso suceden de forma pausada pero constante.

Carla Hernández y Alex Cursa, transmiten de forma más que efectiva sus roles de víctima y opresor. Este último, conoce todos los secretos de su presa: no hay privacidad y todo se sabe debido a la tecnología.

Pero “Nudus”, no se queda en lo anecdótico, Bazán hace un retrato de la sociedad líquida –Bauman-, con su ideología soluble y bien intencionada en el aparador público, pero llena de grandes contradicciones e hipocresía. El filme es la radiografía de la sociedad contemporánea, saturada de tecnología, la renuncia a la privacidad, que se alimenta de un elemento esencial: las dos vidas del Homo Público y el vacío interno. Nada se guarda, todo se comparte y las consecuencias, tarde o temprano llegan.

El asunto no puede ser más contemporáneo y en medio de un relato bien trazado, con una dirección de actores y la trama, que no se siente aleccionadora ni moralista, transita sin problemas. Puede ser hasta el momento el proyecto más ambicioso de su director en el que se ven además algunas de sus inquietudes, basta recordar “Generación Spierlberg”, de 2013.

“Nudus”, no es superficial y es buen ejemplo de ciencia ficción nacional, con su trazo distópico, ético pero no moralista

En el mismo tono de género, pero desde la mezcla del filme noir y cine de horror, está “Desaparecer por completo”, que tuvo su estreno en pantallas hace poco más de un mes y llega a Netflix en estos días.

Dirigida por Luis Javier Henaine, con un guion de él mismo y de Ricardo Aguado Fentanes, el filme se adentra además en un aspecto interesante: el periodista como personaje con su dosis de estereotipo pero sin caer en excesos.

La mirada, radiografía no complaciente de la nota roja y quienes están detrás de su realización y hacia la segunda mitad, el horror como propuesta genérica.

“Santiago” (Harold Torres, impecable como siempre y en un casting acertado, con su mochila al hombro donde lleva su cámara), es un reportero de nota roja, dura y sanguinolenta, que ha desarrollado cierto cinismo al hacer su trabajo. Mantiene una relación con sus altas y bajas con “Marcela” (Teté Espinoza), quien se dedica a la medicina y salva vidas. Los dos, son luz y oscuridad al mismo tiempo.

Un día, “Santiago” empieza a perder sus sentidos. Lo que parece ser un síntoma o una enfermedad deriva en una maldición. A partir de este momento, lo noir resulta una suerte de Macguffin –espejismo para que el espectador no se concentre en otros aspectos– y viajamos a un horror que va en crescendo.

Con referentes al trabajo del mítico fotógrafo Enrique Metinides, la película sigue una tradición del cine nacional en donde tenemos nuestra propia idiosincrasia: el cine negro y de horror

Relato más que efectivo que se sostiene en el ritmo y las actuaciones, llega a Netflix y vale la pena echarle un ojo.

Semana pues de cine mexicano de género. En salas y en TV. Saldo a favor en estos días.


@lamoviola

Géneros, con su dosis de valentía es el tema de esta semana en estrenos nacionales. No es cualquiera cosa, ya que en medio de una industria, que acostumbra a una sola manera de contar historias, salirse del canon ya es una epopeya

Por un lado, llega a las salas “Nudus” (Gibrán Bazán, 2024), con un guion del mismo director y fotografía, de lo más destacable del filme, de Sofía Ramos Mora, que cuenta la historia distópica,- desde un principio se ve el respeto a la ciencia ficción, que no se maneja de forma localista, los hechos pueden suceder en cualquier parte del mundo- de una mujer, en un futuro no lejano, que despierta en una habitación y empieza a ser interrogada por un hombre vestido de traje negro y sabe aspectos íntimos de su vida.

La mujer pregunta por su hija, pero no obtiene respuesta. Inicia una esgrima verbal, un juego del gato y el ratón, donde el guion da muestras de habilidad, ya que los momentos climáticos e incluso de suspenso suceden de forma pausada pero constante.

Carla Hernández y Alex Cursa, transmiten de forma más que efectiva sus roles de víctima y opresor. Este último, conoce todos los secretos de su presa: no hay privacidad y todo se sabe debido a la tecnología.

Pero “Nudus”, no se queda en lo anecdótico, Bazán hace un retrato de la sociedad líquida –Bauman-, con su ideología soluble y bien intencionada en el aparador público, pero llena de grandes contradicciones e hipocresía. El filme es la radiografía de la sociedad contemporánea, saturada de tecnología, la renuncia a la privacidad, que se alimenta de un elemento esencial: las dos vidas del Homo Público y el vacío interno. Nada se guarda, todo se comparte y las consecuencias, tarde o temprano llegan.

El asunto no puede ser más contemporáneo y en medio de un relato bien trazado, con una dirección de actores y la trama, que no se siente aleccionadora ni moralista, transita sin problemas. Puede ser hasta el momento el proyecto más ambicioso de su director en el que se ven además algunas de sus inquietudes, basta recordar “Generación Spierlberg”, de 2013.

“Nudus”, no es superficial y es buen ejemplo de ciencia ficción nacional, con su trazo distópico, ético pero no moralista

En el mismo tono de género, pero desde la mezcla del filme noir y cine de horror, está “Desaparecer por completo”, que tuvo su estreno en pantallas hace poco más de un mes y llega a Netflix en estos días.

Dirigida por Luis Javier Henaine, con un guion de él mismo y de Ricardo Aguado Fentanes, el filme se adentra además en un aspecto interesante: el periodista como personaje con su dosis de estereotipo pero sin caer en excesos.

La mirada, radiografía no complaciente de la nota roja y quienes están detrás de su realización y hacia la segunda mitad, el horror como propuesta genérica.

“Santiago” (Harold Torres, impecable como siempre y en un casting acertado, con su mochila al hombro donde lleva su cámara), es un reportero de nota roja, dura y sanguinolenta, que ha desarrollado cierto cinismo al hacer su trabajo. Mantiene una relación con sus altas y bajas con “Marcela” (Teté Espinoza), quien se dedica a la medicina y salva vidas. Los dos, son luz y oscuridad al mismo tiempo.

Un día, “Santiago” empieza a perder sus sentidos. Lo que parece ser un síntoma o una enfermedad deriva en una maldición. A partir de este momento, lo noir resulta una suerte de Macguffin –espejismo para que el espectador no se concentre en otros aspectos– y viajamos a un horror que va en crescendo.

Con referentes al trabajo del mítico fotógrafo Enrique Metinides, la película sigue una tradición del cine nacional en donde tenemos nuestra propia idiosincrasia: el cine negro y de horror

Relato más que efectivo que se sostiene en el ritmo y las actuaciones, llega a Netflix y vale la pena echarle un ojo.

Semana pues de cine mexicano de género. En salas y en TV. Saldo a favor en estos días.