/ jueves 1 de febrero de 2024

Los ricos primero

Siempre es legítimo desear elevarse por encima de uno mismo, nunca por encima de los demás.

Julia Ward Howe


No hay día que pase sin que López Obrador se ufane como el “albacea” del pueblo, que lo sintetiza con su frase: “primero los pobres”, un desplante demagógico e hipócrita. Existen múltiples estudios que comprueban que la política social obradorista representa simples aspirinas frente a la vorágine capitalista.

Un reciente estudio de Oxfam México, “El monopolio de la desigualdad. Cómo la concentración del poder corporativo lleva a un México más desigual”, publicado este 2024, desnuda al gobierno de la 4T y sus políticas asistencialistas. El texto señala lo siguiente: “A pesar de los avances en el último lustro para mejorar la distribución del ingreso, poco o nada se ha hecho para mejorar la distribución de la riqueza: más de ocho de cada 100 pesos de la riqueza privada nacional, equivalentes a casi 180 mil millones de dólares, se concentran en apenas 14 ultrarricos y sus familias —es decir, que tienen fortunas de más de mil millones de dólares (US$1,000,000,000)” (p.3).

Si bien, señala Oxfam, que la concentración extrema de riqueza empezó con la privatización y concesiones en los años ochenta, destacando a Carlos Slim con Telmex, Ricardo Salinas Pliego con Tv Azteca, German Larrea con Ferrocarriles y la minería, y Roberto Hernández en el sector bancario (p.6), hoy esos “empresarios”, tienen una relación estrecha con el poder político y han “desarrollado una relación de conveniencia: llegaron al punto en que se necesitan uno al otro”(p.7).

Ese grupo de millonarios está compuesto por tan sólo 294 mil personas, mientras que, “nueve millones de personas no saben si podrán comer al día siguiente” (p.5). No se ha modificado la distribución de ingreso entre el capital y la fuerza de trabajo (p.6), no se ha hecho una reforma hacendaria que pueda revertir esta terrible concentración y tampoco se combaten los monopolios.

La izquierda que lucha por los privilegios no es la que hoy gobierna. La demagogia de AMLO llegó al extremo de gritar que “extinguió” al neoliberalismo en el país, pero no ha tocado en todo su sexenio a este puñado de multimillonarios, es más, los presenta como amigos y parte de su consejo asesor.

En efecto, queda claro que aquel airado discurso del candidato presidencial morenista ahora se cae a pedazos y se corrobora que lejos de enfrentar a la “ mafia del poder”, la ha hecho mucho más rica y más cercana a él. Eso precisamente defiende su corcholata, quien con cara dura dice que impulsará el “segundo piso” de este entreguismo.

@pedro_penaloz

Siempre es legítimo desear elevarse por encima de uno mismo, nunca por encima de los demás.

Julia Ward Howe


No hay día que pase sin que López Obrador se ufane como el “albacea” del pueblo, que lo sintetiza con su frase: “primero los pobres”, un desplante demagógico e hipócrita. Existen múltiples estudios que comprueban que la política social obradorista representa simples aspirinas frente a la vorágine capitalista.

Un reciente estudio de Oxfam México, “El monopolio de la desigualdad. Cómo la concentración del poder corporativo lleva a un México más desigual”, publicado este 2024, desnuda al gobierno de la 4T y sus políticas asistencialistas. El texto señala lo siguiente: “A pesar de los avances en el último lustro para mejorar la distribución del ingreso, poco o nada se ha hecho para mejorar la distribución de la riqueza: más de ocho de cada 100 pesos de la riqueza privada nacional, equivalentes a casi 180 mil millones de dólares, se concentran en apenas 14 ultrarricos y sus familias —es decir, que tienen fortunas de más de mil millones de dólares (US$1,000,000,000)” (p.3).

Si bien, señala Oxfam, que la concentración extrema de riqueza empezó con la privatización y concesiones en los años ochenta, destacando a Carlos Slim con Telmex, Ricardo Salinas Pliego con Tv Azteca, German Larrea con Ferrocarriles y la minería, y Roberto Hernández en el sector bancario (p.6), hoy esos “empresarios”, tienen una relación estrecha con el poder político y han “desarrollado una relación de conveniencia: llegaron al punto en que se necesitan uno al otro”(p.7).

Ese grupo de millonarios está compuesto por tan sólo 294 mil personas, mientras que, “nueve millones de personas no saben si podrán comer al día siguiente” (p.5). No se ha modificado la distribución de ingreso entre el capital y la fuerza de trabajo (p.6), no se ha hecho una reforma hacendaria que pueda revertir esta terrible concentración y tampoco se combaten los monopolios.

La izquierda que lucha por los privilegios no es la que hoy gobierna. La demagogia de AMLO llegó al extremo de gritar que “extinguió” al neoliberalismo en el país, pero no ha tocado en todo su sexenio a este puñado de multimillonarios, es más, los presenta como amigos y parte de su consejo asesor.

En efecto, queda claro que aquel airado discurso del candidato presidencial morenista ahora se cae a pedazos y se corrobora que lejos de enfrentar a la “ mafia del poder”, la ha hecho mucho más rica y más cercana a él. Eso precisamente defiende su corcholata, quien con cara dura dice que impulsará el “segundo piso” de este entreguismo.

@pedro_penaloz

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