Hay ocasiones en la vida en que se busca que las cosas cambien para que nada cambie (valgan todas las redundancias escritas), pero hay otros momentos en que se gestan transformaciones que llevan a que nada vuelva a ser igual, que hacen que el aire que se respira sea distinto, llevan a que los ojos vean diferente y en definitiva a que nada de lo que se haga vuelva a tener un aire como los anteriores.

Algo así ocurrió en la llamada “Meca del Cine”, Hollywood, donde algunas denuncias de casos antiguos de acoso sexual, lejos de ser desestimadas, como ocurría antes, acabaron corriendo como hilo de media, dando a conocer casos tanto añejos, como recientes, que han dado todo un vuelco a la forma en que habrán de hacerse las películas, de ahora en adelante.

En la reciente entrega de los Globos de Oro, que es la primera gran premiación que se hace para lo más destacado de las producciones cinematográficas en cada año, conocida también como “la antesala del Oscar”, se hizo un llamado a todas las mujeres convocadas, para que asistieran vestidas de negro, como una forma de protesta por el acoso sexual que se ha vivido en esa industria, lo que llevó a que eso mismo resonara, en otros ámbitos laborales alrededor del mundo.

Pero el impacto de ese evento no terminaría en elegantes vestidos negros de los más exclusivos diseñadores, desfilando por la alfombra roja del evento. El momento cumbre vino en el discurso que pronunció la conductora de televisión Oprah Winfrey, una de las personas más destacadas en su ramo a nivel mundial, lo que la llevó en una época a recibir salarios que superaban los 200 millones de dólares por año y que terminara emitiendo desde su propia empresa, lo que la ha llevado a ser la celebridad más rica de Estados Unidos, con una fortuna que de acuerdo a la revista Forbes en 2017, ha llegado a rebasar los 3 mil millones de dólares.

En palabras que causaron impacto mundial en vivo en la noche del domingo 7 de enero, Oprah comenzó “agradeciendo a todas las mujeres que han aguantado años de abusos, porque ellas, al igual que su madre, tenían niños que alimentar, cuentas que pagar y sueños que perseguir”. De esta forma, la conductora de televisión incluía a trabajadoras domésticas, empleadas en granjas y mujeres que trabajan en ingeniería, en la ciencia y que son parte del mundo de la política y los negocios.

Tan solo en Hollywood, recientemente diferentes actrices han divulgado casos de abuso sexual dentro de la industria cinematográfica, incluyéndose entre ellas desde una Jennifer Lawrence, hasta la mexicana Salma Hayek, quien dio a conocer su experiencia con el productor Harvey Weinstein, cuando filmó la película Frida, mediante una editorial que publicó en el diario The New York Times.

Abiertamente respaldada por una industria entera que la escuchaba con profundo interés cuando habló tras recibir el premio honorífico Cecil B. de Mille, en marco de la entrega número 75 de los Globos de Oro, Oprah hizo una dura sentencia respecto a los casos de abuso sexual que han vivido las mujeres tanto en la industria cinematográfica, como en los diferentes ámbitos laborales alrededor del mundo.

El discurso causó un gran impacto a nivel mundial, tanto por la plataforma en que fue pronunciado, como el interés que le dedicaron desde actrices consagradas como Meryl Streep, hasta representantes de la inmigración como Salma Hayek y Eva Longoria. El mensaje fue claro contra el acoso sexual, tras un año marcado por escándalos al respecto y sobre todo con la expectativa de que la situación pueda cambiar y no solo que, tras desahogarse algunos casos, éstos se deban volver a acumular para explotar como lo hicieron ahora.

Senadora del PRI

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