El fin de semana, el Huerto Roma Verde celebró un año más de vida, energía y alegría. Este oasis urbano, icónico de la Roma en la Alcaldía Cuauhtémoc, se define como un laboratorio biosocial. En el podcast “El Planeta que Nos Queda” de la Fundación Friedrich Ebert y de radio Ibero 90.9 Paco Ayala y Piero Barandiarán cuentan como empezó toda esta aventura resiliente y de resistencia por un mejor bienestar colectivo. En este espacio comunitario, semillero de “artivismo” siempre acogedor, hay talleres en distintos rubros, actividades para las infancias, comercio justo, enseñanza de técnicas ambientales, eventos culturales, entre muchas otras propuestas.
Lo vuelve realidad gracias a las convicciones de muchas personas, organizaciones o colectivas que lo apoyan, lo quieren, lo reconocen y lo cuidan: una comunidad unida por una misma visión de sociedad con más justicia social a partir de más justicia ambiental. Calificado de espacio civilizionario por el Dr. Víctor Toledo, es una respuesta esperanzadora de otro modelo de vida y de desarrollo. Su apertura y cobijo han sido claves para la detonación de iniciativas ciudadanas o el fortalecimiento de proyectos sociales en equipo.
El Huerto Roma Verde, que coordina la asociación civil y sin fines de lucro La Cuadra A.C., demuestra ser una referencia local, nacional e internacional para enfrentar la crisis climática y transformar nuestros espacios urbanos. Han sabido generar proyectos colectivos también con los gobiernos o representante del Congreso de la Ciudad de México. Legisladoras y legisladores han ido y han colaborado con el Huerto, así como cientos de organizaciones de la sociedad civil, comunidad vecinal u organismos internacionales. Replicar la misma magia del Huerto Roma Verde puede parecer una tarea difícil pero sí es algo posible siempre y cuando las convicciones y las causas sobrepasan el interés individual y con voluntad política.
En el número 234 de la Calle de Jalapa, pasando una torre gigante de garrafones, obra del festival de arquitectura Mextropolí, encuentran, por ejemplo, un punto de encuentro reconocido por los pueblos originarios con una cercanía local con la población otomí, uno de los últimos jugueteros de la Ciudad de México, un Centro Comunitario de Reciclaje, desayunos y comidas saludables con un mercado cada miércoles de productos locales. Es un espacio de paz que procura el bienestar e impulsa la recuperación de espacios públicos, por ejemplo con la Fundación Placemaking, o actividades para la salud esencial rescatando el patrimonio y las tradiciones latinoamericanas. Junto con la asociación civil Corazón Capital, el Gobierno de la Ciudad de México, el Banco Interamericano de Desarrollo y la fundación Ya Respondiste implementaron “Infancias Seguras”: un programa solidario de seguridad alimentaria, salud y fomento a la lectura en varios comedores comunitarios de la Ciudad en medio de la pandemia.
El Huerto es un espacio incluyente que hace respirar para mejorar el bienestar colectivo y mantener los ecosistemas lo más sano posible, a pesar de las actividades humanas, pero con otra forma de organizarnos, vivir o producir. Un futuro sostenible es posible, y el Huerto Roma Verde nos enseña desde el presente.
