/ sábado 19 de mayo de 2018

¿Santa Margarita?

En horas la convirtieron en santa, en heroína. La renuncia de Margarita Zavala, a la candidatura presidencial independiente, según ciertos leguleyos, “tomó por sorpresa”. ¡Dioses! ¿Tan en Babia estaban que ignoraron las muchas señales?

Hacía días declaraba que no tenía dinero y su equipo sin cobrar desde finales de enero. Que tenía muy pocos spots y que había una enorme inequidad con los Independientes, lo que es cierto.

Apenas alcanzaba, en ciertas encuestas, unos cuatro puntos y podía quedar por debajo de El Bronco. El ataque a su dignidad y la de su cónyuge Felipe, sería devastador.

Jamás entendí su afán por ocupar un sitio, que le quedaba grande. Inconscientes y con el solo acicate de la desmedida ambición, se lanzan al ruedo personajillos, como si esta República fuera una vaca mansa que lidiar.

Lo que no logró con su campaña, lo obtuvo con su “airosa salida”. Eligió a Televisa para dar la nota, en pleno“Tercer Grado”, programa en el que se entrevistó a los contendientes. Lo hizo a nivel nacional y a sabiendas del éxito del espacio, como para cerrar con broche de oro. Previa a la transmisión (Grabada de antemano), López Dóriga lo dio a conocer y con la malicia característica de quien busca subir el rating, advirtió que, en la noche se conocería la historia completa.

Al instante se llenó el internet de los conocidos como memes. Muchos en verdad graciosos, otros ofensivos, ridiculizándola a ella y a Calderón. Las redes y su anonimato, juzgaron de acuerdo a fobias y simpatías, en mayor medida las primeras.

No pongo en duda el que es una mujer con valores. Tampoco, la fiereza con la que la atacó Ricardo Anaya, hasta empujarla a dejar Acción Nacional,a expensas de lo que fue el espíritu democrático del Instituto. Los trastupijes del exjoven Maravilla, aunque para muchos sean esencia de lo que es el combate político, rebasan cualquier ética y moral pública, de quien se hizo de la candidatura -Frente por México-, sin resabios de conciencia.

El conflicto está en el destiempo. Su salida pone en un brete, al Instituto Nacional Electoral, que ya había impreso casi la mitad de las boletas, por lo que es imposible dar marcha atrás. Lo explicó Lorenzo Córdova: Costaría más de 40 millones de pesos y no hay suficiente papel para la reimpresión, así que Zavala aparecerá en las mismas.

La confusión en pleno. Quien cruce su nombre, en automático anula su voto. Si nos atenemos a la preparación de gran porcentaje ciudadano, un grupo ni siquiera sabrá que renunció; otros, en vista de los varios candidatos, se confundirán y un sector femenino, al ver el nombre de una congénere, le pondrá palomita.

Se habrían ahorrado varios millones –así devolviera el subsidio oficial- y hubiera evitado la decepción de quienes, con toda fidelidad, se declararon a su favor.

Chusco el jaloneo de sus opositores. El correo de Anaya no tiene desperdicio. La sube a los altares y se derrite en elogios. Dudo que los panistas, que se hicieron eco de Margarita, den su voto a quien se considera un traidor, además de sepulturero de la membresía que ostentaban

Más fácil sería acercarse a Meade, pero los enconos contra el Tricolor se multiplican y los blanquiazules de viejo cuño, difícilmente sufragarían por él. Tampoco se inclinarán ante López Obrador, aunque después de ver a Germán Martínez, se puede creer cualquier cosa.

Esta elección, ni duda cabe, es la madre de todas las batallas. Y aún falta.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

En horas la convirtieron en santa, en heroína. La renuncia de Margarita Zavala, a la candidatura presidencial independiente, según ciertos leguleyos, “tomó por sorpresa”. ¡Dioses! ¿Tan en Babia estaban que ignoraron las muchas señales?

Hacía días declaraba que no tenía dinero y su equipo sin cobrar desde finales de enero. Que tenía muy pocos spots y que había una enorme inequidad con los Independientes, lo que es cierto.

Apenas alcanzaba, en ciertas encuestas, unos cuatro puntos y podía quedar por debajo de El Bronco. El ataque a su dignidad y la de su cónyuge Felipe, sería devastador.

Jamás entendí su afán por ocupar un sitio, que le quedaba grande. Inconscientes y con el solo acicate de la desmedida ambición, se lanzan al ruedo personajillos, como si esta República fuera una vaca mansa que lidiar.

Lo que no logró con su campaña, lo obtuvo con su “airosa salida”. Eligió a Televisa para dar la nota, en pleno“Tercer Grado”, programa en el que se entrevistó a los contendientes. Lo hizo a nivel nacional y a sabiendas del éxito del espacio, como para cerrar con broche de oro. Previa a la transmisión (Grabada de antemano), López Dóriga lo dio a conocer y con la malicia característica de quien busca subir el rating, advirtió que, en la noche se conocería la historia completa.

Al instante se llenó el internet de los conocidos como memes. Muchos en verdad graciosos, otros ofensivos, ridiculizándola a ella y a Calderón. Las redes y su anonimato, juzgaron de acuerdo a fobias y simpatías, en mayor medida las primeras.

No pongo en duda el que es una mujer con valores. Tampoco, la fiereza con la que la atacó Ricardo Anaya, hasta empujarla a dejar Acción Nacional,a expensas de lo que fue el espíritu democrático del Instituto. Los trastupijes del exjoven Maravilla, aunque para muchos sean esencia de lo que es el combate político, rebasan cualquier ética y moral pública, de quien se hizo de la candidatura -Frente por México-, sin resabios de conciencia.

El conflicto está en el destiempo. Su salida pone en un brete, al Instituto Nacional Electoral, que ya había impreso casi la mitad de las boletas, por lo que es imposible dar marcha atrás. Lo explicó Lorenzo Córdova: Costaría más de 40 millones de pesos y no hay suficiente papel para la reimpresión, así que Zavala aparecerá en las mismas.

La confusión en pleno. Quien cruce su nombre, en automático anula su voto. Si nos atenemos a la preparación de gran porcentaje ciudadano, un grupo ni siquiera sabrá que renunció; otros, en vista de los varios candidatos, se confundirán y un sector femenino, al ver el nombre de una congénere, le pondrá palomita.

Se habrían ahorrado varios millones –así devolviera el subsidio oficial- y hubiera evitado la decepción de quienes, con toda fidelidad, se declararon a su favor.

Chusco el jaloneo de sus opositores. El correo de Anaya no tiene desperdicio. La sube a los altares y se derrite en elogios. Dudo que los panistas, que se hicieron eco de Margarita, den su voto a quien se considera un traidor, además de sepulturero de la membresía que ostentaban

Más fácil sería acercarse a Meade, pero los enconos contra el Tricolor se multiplican y los blanquiazules de viejo cuño, difícilmente sufragarían por él. Tampoco se inclinarán ante López Obrador, aunque después de ver a Germán Martínez, se puede creer cualquier cosa.

Esta elección, ni duda cabe, es la madre de todas las batallas. Y aún falta.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq