/ jueves 29 de febrero de 2024

Segunda conmemoración de la invasión rusa a Ucrania

Por Rina Mussali

El 24 de febrero del 2024 marca el segundo aniversario de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, fecha que nos permite poner la mirada sobre los cambios geopolíticos, militares, económicos y altos costos humanitarios del conflicto. Este aniversario ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la evolución de una guerra que parece no tener un fin próximo, así como revisar los procesos de mediación diplomática e interlocución política para llegar a un posible cese al fuego y paz posterior.

Comprender las dinámicas de este conflicto es esencial para evaluar las amenazas a la paz y seguridad internacionales en el contexto de las tensiones geopolíticas entre Rusia y Occidente. Las consecuencias económicas, comerciales, financieras y energéticas derivadas de este conflicto tienen un alcance global, afectando incluso a México, que no escapa a los impactos adversos de la guerra y al nuevo statu quo que se fragua en la médula europea y bajo la rivalidad entre potencias centrales y sistémicas por liderar la supremacía en el siglo XXI.

Es imprescindible considerar el panorama político de Rusia, Ucrania y Estados Unidos. El ciclo electoral en la Unión Americana puede interrumpir o ralentizar la entrega de armas y municiones y detener o degradar el presupuesto financiero de apoyo a Kiev, ante el nuevo frente de guerra entre Israel y Hamás. Esto ocurre en un momento en que el líder ruso organiza su reelección para prolongar su permanencia en el poder hasta el 2030, asegurando su apuesta para seis años más. Por su parte, Volodymyr Zelensky enfrenta serios cuestionamientos internos respecto a errores durante su liderazgo en tiempos de guerra, a pesar de su figura como héroe nacional y activista internacional.

La pregunta que surge es el rumbo que tomará la guerra abierta entre ambos países al ingresar a su tercer año. Este escenario se desarrolla en un momento en que México debe seguir de cerca la política exterior de Estados Unidos y comprender las transacciones entre potencias centrales que podrían tener repercusiones en la diplomacia mexicana y en la relación más importante que mantiene con el exterior.

Las circunstancias actuales nos obligan a explorar distintos escenarios para el tercer año de conflicto, considerando distintos puntos de vista y aristas: victorias y derrotas militares, estancamiento y estrategias de ofensiva y contraofensiva de los dos países, aunado a la resistencia moral ucraniana para defender su territorio soberano en el marco de una expansión del gasto militar a nivel internacional. Además, es necesario examinar las perspectivas de mediación política y diplomática en el contexto de los contextos electorales en Estados Unidos y otros países de la OTAN, junto con el entorno electoral en Rusia y la propuesta de posponer las elecciones en Ucrania.

La conmemoración de este segundo aniversario nos impulsa a analizar los eventos pasados, entender las dinámicas presentes y vislumbrar los posibles escenarios futuros de un conflicto que sigue marcando la realidad geopolítica mundial.

*Rina Mussali

@RinaMussali

Fellow de la Unidad de Estudio y Reflexión “Rusia – Ucrania” del COMEXI.


Por Rina Mussali

El 24 de febrero del 2024 marca el segundo aniversario de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, fecha que nos permite poner la mirada sobre los cambios geopolíticos, militares, económicos y altos costos humanitarios del conflicto. Este aniversario ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la evolución de una guerra que parece no tener un fin próximo, así como revisar los procesos de mediación diplomática e interlocución política para llegar a un posible cese al fuego y paz posterior.

Comprender las dinámicas de este conflicto es esencial para evaluar las amenazas a la paz y seguridad internacionales en el contexto de las tensiones geopolíticas entre Rusia y Occidente. Las consecuencias económicas, comerciales, financieras y energéticas derivadas de este conflicto tienen un alcance global, afectando incluso a México, que no escapa a los impactos adversos de la guerra y al nuevo statu quo que se fragua en la médula europea y bajo la rivalidad entre potencias centrales y sistémicas por liderar la supremacía en el siglo XXI.

Es imprescindible considerar el panorama político de Rusia, Ucrania y Estados Unidos. El ciclo electoral en la Unión Americana puede interrumpir o ralentizar la entrega de armas y municiones y detener o degradar el presupuesto financiero de apoyo a Kiev, ante el nuevo frente de guerra entre Israel y Hamás. Esto ocurre en un momento en que el líder ruso organiza su reelección para prolongar su permanencia en el poder hasta el 2030, asegurando su apuesta para seis años más. Por su parte, Volodymyr Zelensky enfrenta serios cuestionamientos internos respecto a errores durante su liderazgo en tiempos de guerra, a pesar de su figura como héroe nacional y activista internacional.

La pregunta que surge es el rumbo que tomará la guerra abierta entre ambos países al ingresar a su tercer año. Este escenario se desarrolla en un momento en que México debe seguir de cerca la política exterior de Estados Unidos y comprender las transacciones entre potencias centrales que podrían tener repercusiones en la diplomacia mexicana y en la relación más importante que mantiene con el exterior.

Las circunstancias actuales nos obligan a explorar distintos escenarios para el tercer año de conflicto, considerando distintos puntos de vista y aristas: victorias y derrotas militares, estancamiento y estrategias de ofensiva y contraofensiva de los dos países, aunado a la resistencia moral ucraniana para defender su territorio soberano en el marco de una expansión del gasto militar a nivel internacional. Además, es necesario examinar las perspectivas de mediación política y diplomática en el contexto de los contextos electorales en Estados Unidos y otros países de la OTAN, junto con el entorno electoral en Rusia y la propuesta de posponer las elecciones en Ucrania.

La conmemoración de este segundo aniversario nos impulsa a analizar los eventos pasados, entender las dinámicas presentes y vislumbrar los posibles escenarios futuros de un conflicto que sigue marcando la realidad geopolítica mundial.

*Rina Mussali

@RinaMussali

Fellow de la Unidad de Estudio y Reflexión “Rusia – Ucrania” del COMEXI.