/ martes 7 de marzo de 2023

Un gigante caído

Por Brenda Berenice Lara Reyes*

Ha pasado un año del conflicto armado ruso-ucraniano, además, el 26 de febrero se cumplió un año de la destrucción de la aeronave más grande que el hombre jamás ha construido: el Antonov 225 Mriya. El Antonov 225 se creó con el propósito de transportar el trasbordador espacial “Burán” en 1988. El plan inicial fue fabricar dos aeronaves idénticas para cumplir con el traslado de dichos transbordadores, no obstante, solo quedó terminado el Mriya.

El Antonov 225 dejó de volar a principios de 1994, pero en 2001 Antonov Airlines, la empresa fabricante, lo puso de nuevo en el aire para rutas comerciales internacionales y la aeronave recobró notoriedad, por ser la primera opción cuando se trataba de mercancía sobredimensionada, (generadores eléctricos de gran tamaño, aspas de aerogeneradores, locomotoras, turbinas de otros aviones y ayuda humanitaria en desastres naturales, como en el tsunami de Japón del 2011 o recientemente equipo médico y vacunas para China en 2020), pues su capacidad de carga de 250 toneladas reducía costos de transportación: cargaba en una aeronave lo que usualmente llevarían dos Boeing 747-400 ERF.

El Antonov 225 figura en el libro de Record Guiness con 110 récords mundiales, incluidos el de la aeronave más grande del mundo, la de mayor peso, altitud, velocidad y carga más pesada transportada (223 toneladas). El nombre Mriya significa “el sueño”, un sueño de ingeniería aeronáutica, no solo por su gran tamaño sino porque su forma de construcción fue distinta a las grandes armadoras como Airbus o Boeing. El 225 fue elaborado de manera artesanal, pieza por pieza, por lo que también representó un sueño para aquellos que gustan de la aviación que, a pesar de conocer la fuerza de sustentación, era inevitable no asombrarse de los recorridos, el despegue y aterrizaje del Mriya.

Lamentablemente, dos días después de iniciado el conflicto armado ruso-ucraniano, Rusia bombardeó la terminal aérea de Hostomel en Kiev donde yacía en su hangar el Antonov 225, eliminando así al más famoso carguero. La respuesta a la destrucción del Antonov 225 vino inmediatamente de Volodimír Zelenski, presidente de Ucrania, al afirmar que el pueblo ucraniano reconstruiría la aeronave con un costo estimado de 3,000 millones de euros.

En noviembre de 2022 la empresa Antonov Airlines informó de manera oficial que se habían comenzado los trabajos para la fabricación de un avión idéntico al Mriya por fuera y con planes de nueva tecnología en su interior; se declaró que ya se contaba con 30% de los repuestos, lo que redujo la suma de fabricación a 500 millones de euros, con la aclaración de que no se podrá sustentar el costo hasta que finalice el conflicto.

Para muchos de nosotros es imposible concebir el transporte aéreo de carga sin en el AN-225 y a pesar de las declaraciones sobre la reconstrucción, es incierto saber cuándo finalizará la invasión de Rusia a Ucrania y bajo qué condiciones económicas se encontrarán diversas instituciones ucranianas, incluidas la empresa Antonov Airlines, por lo que actualmente solo podremos recordar al Mriya mediante fotos, documentales y testimonios de quienes pudieron observarlo o incluso formar parte de la tripulación del mismo.

* La Mtra. Brenda Lara es asistente académica en la Coordinación de la Licenciatura de Relaciones Internacionales en la Universidad Anáhuac México campus sur


Por Brenda Berenice Lara Reyes*

Ha pasado un año del conflicto armado ruso-ucraniano, además, el 26 de febrero se cumplió un año de la destrucción de la aeronave más grande que el hombre jamás ha construido: el Antonov 225 Mriya. El Antonov 225 se creó con el propósito de transportar el trasbordador espacial “Burán” en 1988. El plan inicial fue fabricar dos aeronaves idénticas para cumplir con el traslado de dichos transbordadores, no obstante, solo quedó terminado el Mriya.

El Antonov 225 dejó de volar a principios de 1994, pero en 2001 Antonov Airlines, la empresa fabricante, lo puso de nuevo en el aire para rutas comerciales internacionales y la aeronave recobró notoriedad, por ser la primera opción cuando se trataba de mercancía sobredimensionada, (generadores eléctricos de gran tamaño, aspas de aerogeneradores, locomotoras, turbinas de otros aviones y ayuda humanitaria en desastres naturales, como en el tsunami de Japón del 2011 o recientemente equipo médico y vacunas para China en 2020), pues su capacidad de carga de 250 toneladas reducía costos de transportación: cargaba en una aeronave lo que usualmente llevarían dos Boeing 747-400 ERF.

El Antonov 225 figura en el libro de Record Guiness con 110 récords mundiales, incluidos el de la aeronave más grande del mundo, la de mayor peso, altitud, velocidad y carga más pesada transportada (223 toneladas). El nombre Mriya significa “el sueño”, un sueño de ingeniería aeronáutica, no solo por su gran tamaño sino porque su forma de construcción fue distinta a las grandes armadoras como Airbus o Boeing. El 225 fue elaborado de manera artesanal, pieza por pieza, por lo que también representó un sueño para aquellos que gustan de la aviación que, a pesar de conocer la fuerza de sustentación, era inevitable no asombrarse de los recorridos, el despegue y aterrizaje del Mriya.

Lamentablemente, dos días después de iniciado el conflicto armado ruso-ucraniano, Rusia bombardeó la terminal aérea de Hostomel en Kiev donde yacía en su hangar el Antonov 225, eliminando así al más famoso carguero. La respuesta a la destrucción del Antonov 225 vino inmediatamente de Volodimír Zelenski, presidente de Ucrania, al afirmar que el pueblo ucraniano reconstruiría la aeronave con un costo estimado de 3,000 millones de euros.

En noviembre de 2022 la empresa Antonov Airlines informó de manera oficial que se habían comenzado los trabajos para la fabricación de un avión idéntico al Mriya por fuera y con planes de nueva tecnología en su interior; se declaró que ya se contaba con 30% de los repuestos, lo que redujo la suma de fabricación a 500 millones de euros, con la aclaración de que no se podrá sustentar el costo hasta que finalice el conflicto.

Para muchos de nosotros es imposible concebir el transporte aéreo de carga sin en el AN-225 y a pesar de las declaraciones sobre la reconstrucción, es incierto saber cuándo finalizará la invasión de Rusia a Ucrania y bajo qué condiciones económicas se encontrarán diversas instituciones ucranianas, incluidas la empresa Antonov Airlines, por lo que actualmente solo podremos recordar al Mriya mediante fotos, documentales y testimonios de quienes pudieron observarlo o incluso formar parte de la tripulación del mismo.

* La Mtra. Brenda Lara es asistente académica en la Coordinación de la Licenciatura de Relaciones Internacionales en la Universidad Anáhuac México campus sur