Se le llama entomofagia a la ingesta de insectos, esta actividad es practicada en muchos países de Asia, África y América Latina; se trata de un hábito que siempre ha estado presente en la conducta alimentaria de los seres humanos.
No es algo nuevo, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (por sus siglas en inglés FAO), la ingesta de bichos complementa la dieta de aproximadamente 2 millones de personas. Y la tendencia para el 2050 predice un aumento constante de la población a 9 mil millones, lo que obliga a una mayor producción de alimentos y piensos de los agro ecosistemas disponibles. Una presión aún mayor sobre el medio ambiente.
Pero no nos vayamos tan lejos, hoy en día ya se sufre de escasez de tierras agrícolas, agua, bosques, recursos pesqueros y de biodiversidad, así como de nutrientes y recursos no renovables.
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RAZONES DE CONSUMO
Desde el punto de vista nutricional sobran razones para incluirlos en la dieta:
Fuente de nutrientes
Contienen proteínas, vitaminas, aminoácidos, minerales y ácidos grasos no saturados de alta calidad para los humanos. Si comparamos el contenido proteico de la ternera, con el del grillo, el resultado es sorprendente porque, a pesar de que la ternera es muy grande, es del 50% y el de un pequeño grillo, del 65%.
Son ecológicos
Emiten menos gases de efecto invernadero y amoníaco que el ganado convencional. Pueden cultivarse con desechos orgánicos. Por lo tanto, son una fuente potencial para la producción convencional (mini-ganado) de proteínas. Por ejemplo, los grillos necesitan seis veces menos alimento que el ganado, cuatro veces menos que las ovejas y dos veces menos que los cerdos y los pollos de engorda para producir la misma cantidad de proteínas.
Fácil digestión
Muchas especies tienen menos de cinco gramos de grasa por ración, por lo que resultan ideales para evitar la obesidad.
Variedad infinita
Son muchos los insectos comestibles al rededor del mundo y su proceso de reproducción es rápido y en grandes cantidades. En algunas zonas coexisten más de trescientas especies distintas que seguro que pueden satisfacer todos los gustos.
USOS GASTRONÓMICOS
Pueden consumirse cocidos, a la plancha, al horno y fritos. Su alto valor proteínico puede ser usado directa o indirectamente en alimentos recompuestos (con proteína extraída de insectos); y como fuente de proteínas en mezclas de materias primas, por ejemplo: puede convertirse en harina para hacer pan o galletas. Sus sabores son tan versátiles que pueden usarse para platillos salados y deliciosos postres.
Desde 2003, la FAO trabaja en temas relacionados con los insectos comestibles en muchos países del mundo. Las contribuciones de esta organización cubren las siguientes áreas temáticas:
-La generación y el intercambio de conocimientos a través de publicaciones, reuniones de expertos y un portal web sobre este manjar.
-Sensibilización sobre el papel de los insectos a través de la colaboración de los medios (por ejemplo, periódicos, revistas y televisión).
-La provisión de apoyo a los países miembros a través de proyectos de campo (por ejemplo, el Proyecto de Cooperación Técnica de Laos).
Redes e interacciones multidisciplinarias (por ejemplo, partes interesadas que trabajan con temas relacionados con la nutrición, alimentación y legislación) con diversos sectores dentro y fuera de la FAO.
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