León, Gto.- A mediados de los noventas manadas pequeñas y grandes de cabras, vacas y borregos morían extrañamente en el campo guanajuatense y en el resto del país, incluso en países como Chile, Rusia, Filipinas y Estados Unidos también se reportaron muertes anormales en sus animales. Varias podrían ser las causas, pero de voz en voz el culpable solo era el “chupacabras”.
Las primeras víctimas de la feroz y anónima bestia fueron encontradas en Puerto Rico a mediados de los noventas, de ahí la leyenda corrió rápidamente en el país mexicano y más tarde, llegó a Guanajuato.
En el estado cada posibilidad de que la criatura sí existía, fue desmentida. No hay personas que cuenten con testimonios al respecto.
El origen del Chupacabras
Corría el año de 1995 -describe en una entrevista para la BBC, Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica de Estados Unidos-, cuando Madeylen Tolentino, de Canóvanas, al este de Puerto Rico, vio al chupacabras. Ella sería la primera persona considerada como una testigo de la existencia de la criatura asesina.
Aunque la forma del chupacabras no era clara, los diferentes testigos de la época coincidían que tenía garras y colmillos, una silueta similar a la de un humano de cuatro patas y piel oscura sin pelos, como un extraterrestre. Pero su existencia fue imposible de confirmar, el investigador detalló que los supuestos cuerpos localizados tenían ADN de perros, coyotes, mapaches y pescado.
La misma descripción replicó el periodista Javier Alatorre en muchas ocasiones en la televisión abierta de México. La cobertura de la televisora fue amplía, sus cámaras recorrieron de rincón en rincón del país por lo que la leyenda fue arraigada. Cuando los animales eran localizados muertos, los propietarios aseguraban que el chupacabras era el único culpable, pero en Guanajuato, todos los casos se desmintieron.
Guanajuato todavía escuchó del Chupacabras en 2023
En enero del año en curso (2023), en el municipio de Cuerámaro, Guanajuato, un ganadero reportó la muerte de 11 borregos y 17 más estaban heridos. El criador contó a El Sol de Irapuato que unas estaban heridas en el cuello, a otras les habían extraído la masa encefálica.
A los vecinos les extrañó la muerte, refirieron que los perros callejeros eran muy escandalosos y en esa ocasión no hicieron ningún ruido.
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Aunque la respuesta tardó en llegarle a Armando, el propietario, las autoridades ganaderas le informaron que las huellas en sus animales corresponden a las garras de un felino del tamaño de un lince o más grande. Mientras el caso era resuelto los pobladores sospecharon del regreso del chupacabras.
Sus otras “apariciones” en Guanajuato
En mayo de 2019, en la comunidad de Valencianita en Irapuato, murieron 150 borregos de un día a otro. El rumor se corrió rápido, el chupacabras volvió, contaban los habitantes. Semanas después, el entonces secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural de Guanajuato, dijo que los cadáveres de los borregos fueron analizados y se determinó que la causa de muerte respondía a una intoxicación en el proceso de la alimentación.
En agosto de 2022, en Irapuato, el líder del Comisariado Ejidal de la Estancia del Copal, Guadalupe Zamora Ramírez, declaró que habían perdido 30 cabezas de ganado bovino, caprino y equino. El rumor señalaba al chupacabras, pero el mismo comisario aclaró que eran perros ferales del campo, los que estaban matando a sus animales.
Guanajuato al ser considerado desde hace 30 años el granero de México, por su alta producción agrícola, el ganado, también ocupa gran lugar en el campo, por lo que las repentinas muertes de los animales, pocos o muchos, son frecuentes.
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A partir de 1995, el chupacabras numerosas veces apareció en los medios de comunicación como el presunto responsable del fallecimiento del ganado en condiciones extrañas, pero su existencia nunca se confirmó y las causas de muertes eran por bestias sí conocidas.
