A finales de los años 70, Jonathan Thomas, un joven de Manchester, se preparaba para su primer día de clases en la Altincham Grammar School. Dividía sus días entre dos de sus pasiones: tocar la guitarra y pintar. Y en ambos campos era bastante bueno a pesar de su corta edad. Sin embargo, en su nueva escuela, este hombre al que llamaremos "John" Squire, conocería a un personaje con el que cambiaría la historia de la música británica. Y no sería un evento menor en la tierra que ha visto nacer a verdaderos colosos de la música, como The Beatles, The Rolling Stones, The Smiths, The Clash y un larguísimo etcétera.
El mencionado compañero de clases es Ian Brown y juntos formarían una de las bandas más emblemáticas del Reino Unido: The Stone Roses. Pero el ego de los músicos, los fraudes con los managers y los interminables pleitos con las disqueras terminaron con la banda, que apenas lanzó dos álbumes de estudio: The Stone Roses de 1989 y Second Coming de 1994. Pero bastaron esos dos discos para mostrar el talento monumental de su guitarrista, que era precisamente John Squire.
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Hacia 1996, John decide dejar al grupo y forma otra banda, The Seahorses, que un año más tarde nos obsequiaba un disco espectacular, aunque la vida del grupo fue aún más breve y se diluyó la esperanza de tener más música de parte suya.
En ese momento decidió abrazar su otra pasión, la pintura, convirtiéndose en un reconocido artista plástico. De hecho, su obra ha sido plasmada en las portadas de los mismos Stone Roses y de la banda escocesa Travis, aunque esta faceta tampoco ha estado exenta de problemas, ya que en 2012 se incendió su estudio instalado en su granja de Cheshire. Sin embargo, fiel a su costumbre, John sabe seguir adelante y ha expuesto su obra en diversas galerías europeas.
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Alejado de la escena musical, tomó por sorpresa a todos con su siguiente paso: lanzar un álbum con el cantante Liam Gallagher. Así, dos de los “fanbase” más leales de la música británica, de Oasis y Stone Roses, se quedaron boquiabiertos. Y lo mejor de todo es que este álbum no queda a deber, porque hay canciones muy bien armadas, con un sonido propio, que por supuesto recuerda a sus bandas predecesoras, pero que presentan una personalidad propia.
Este álbum no queda a deber, porque hay canciones muy bien armadas, con un sonido propio, que por supuesto recuerda a sus bandas predecesoras, pero que presenta una personalidad propia
Apenas el material llegaba a los anaqueles de las tiendas de discos, ya se posicionaba en el primer lugar de las listas de ventas de vinilos, algo que ni Liam ni John esperaban, y más cuando se convirtió en el álbum más vendido en el Reino Unido en su semana de lanzamiento.
“Significa mucho para nosotros, gracias a todos los que se han interesado en nuestra música” comentó el dúo, aun mareados por el éxito y euforia que desató esta unión de talentos.
Para Liam Gallagher, este es el álbum número 14 con el que alcanza el primer lugar en las listas, sumando el éxito de sus bandas Oasis y Beady Eye.
Irónicamente, este es el primer álbum en el que participa John Squire que alcanza la posición de honor.
Para Liam Gallagher, este es el álbum número 14 con el que alcanza el primer lugar en las listas, sumando el éxito de sus bandas Oasis y Beady Eye
Quizá uno de los factores más importantes para el éxito de este material, además del renombre de sus integrantes, es la química que alcanzaron entre ellos, incluso por encima de la diferencia de edades, pues Liam tiene 51 años, mientras que John ya tiene 61.
Sin embargo, al sumar sus talentos y pasiones, el resultado es altamente gratificante. Al respecto, Liam comentó: “John es un letrista de primer nivel. No hay duda alguna de su talento en la guitarra, pero al mismo tiempo es un gran letrista. No hay suficiente de su música por ahí, ya sea con los Stone Roses o como solista”.
Y en eso tiene razón Liam, no hay tanta música de John, pero todo lo que ha puesto en los oídos de los fans ha resultado extraordinario, al grado de que su sonido es ampliamente identificable: sus solos y sobretodo sus riffs, tienen un mood particular e inconfundible, siempre le dan otra vida a la melodía y sobre sus notas se soportan sus canciones.
La canción que ha recibido más atención de este álbum es “Just Another Rainbow”. Al respecto, John Squire comenta sobre su significado:
"Para mí, la versión más obvia de 'Just Another Rainbow' es que trata sobre la decepción, y el sentimiento de que nunca obtienes lo que realmente quieres. Pero no me gusta explicar canciones, creo que ese es el privilegio del oyente, es lo que tú quieras que sea. Para mí, también es una de las canciones más edificantes que hemos hecho juntos, lo cual es extraño".
El dueto concluyó con un éxito inusitado su primera gira por Inglaterra e Irlanda, al venderse los accesos en media hora
La variedad de sonidos de este material es otro de sus puntos fuertes
Por ejemplo “Im a Wheel” se basa en un blues tradicional, mientras que “Raise Your Hands” tiene todo el típico sonido “Madchester” de finales de los años 80, con el filoso punteo en la guitarra de John. Por su parte “Mars To Liverpool” no oculta la gran influencia Beatlesca que ambos tienen.
Otro gran punto a favor del álbum es su imagen gráfica, basada en productos que puedes encontrar en cualquier supermercado: desde un aerosol hasta un paquete de galletas, pasando por un bote de cloro o detergente.
Por lo pronto, han concluido con un éxito su primera gira por Inglaterra e Irlanda, con un éxito inusitado, al venderse los accesos en apenas media hora en cada lugar que se presentan.
Dado este éxito, ya se habla de continuar con esta colaboración. Y después de escuchar estas canciones, bien valdrá la pena la espera: Rock británico que conserva su linaje.