MORELIA.- Mano de obra, dirigida por David Zonana, fue la película que inició la competencia en la Sección de Largometraje Mexicano de la decimoseptima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. Se trata de una historia sobre las injusticias y el abuso de poder que se transforma en cinta que desencarna un tema de dignidad humana y que también se ha presentado en los festivales de San Sebastián, Toronto y Zurich, en este último llevándose el premio a Mejor Película Internacional y Mejor Director.
Protagonizada por Luis Alberti, Mano de obra cuenta el duro camino que un albañil debe seguir para obtener justicia luego de que su hermano muriera trabajando en una construcción de lujo, donde los encargados rechazan responsabilizarse del problema. “La película habla en cierta forma de valores y deficiencias morales en un caso donde esta justicia es hipotéticamente alcanzada. Me interesaba explorar la tridismensionalidad de la búsqueda de justicia y lo que sucede después de esta en temas de corrupción, moralidad y empoderamiento”, destacó el realizador David Zonana.
Para ello, el realizador se alió de albañiles que participaron como actores, de quienes escuchó algunas experiencias personales: “Psicológicamente, la construcción es una profesión que me intriga porque hay algo distinto al construir algo con tus manos y no poderlo tener. Existen situaciones de contraste social con los meseros que trabajan en restaurantes de lujo, choferes, guardas de edificio, personas están en constante contacto con este mundo minoritario de lujos, pero hacer algo con tus manos tiene otras implicaciones y quise explorar eso”.
Sin embargo, más allá de contar una historia sobre los contrastes sociales, para Luis Alberti, Mano de obra aborda un tema que “tiene que ver con la la dignidad que viene del sentido de pertenencia. Y esto se da en todos los ámbitos laborales y en particular en las personas que trabajan construyendo. Obviamente generan un sentido de pertenencia porque lo construyen con las manos. Y creo que lo que nos hace dignos es lo que defendemos porque nos pertenece”.
“Desde mi punto de vista, el valor del arco dramático de estos personajes está en que son profundamente mexicanos, pues estamos hablando de personas que trabajan con sus manos. Más que mirar esta película como un panfleto político o una denuncia, quisiera que la viéramos como una reflexión de lo que nosotros como personas vivimos y nos afecta moral, psicológicamente y emocionalmente, el clima en el que vivimos y nos desarrollamos como parte de una sociedad tan mexicana”, agregó.
