Después de siete meses la afición regresará a algunos estadios de la Liga MX. El Victoria de Aguascalientes y el Kraken de Mazatlán abrirán sus puertas, sin embargo, lo harán bajo estrictas medidas de seguridad para evitar los contagios por Covid-19. Claudia Rivas, especialista en psicología deportiva, es consciente de que para el aficionado el regreso estará inmerso en la rareza propia de la época, sin embargo, se debe vivir con alegría y aceptar la famosa nueva normalidad en una actividad tan cotidiana como lo es ir al estadio.
“Al principio se vive como una rareza todo esto que podría ser tan normal como lo era antes ir a un estadio. Se trata de mantener un cuidado por el otro, un estar atento al otro, un me cuido, me cuidas, que es tan importante.
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Toda la gente que tenga la fortuna de asistir a un estadio lo debe vivir con mucha felicidad, porque estamos regresando. Hay que aprender a vivir con esta famosa nueva normalidad”, explicó Rivas.
Más allá de la euforia, es importante que el aficionado sea consciente de la situación que se vive y encare la vuelta con responsabilidad. “Me preocupa el tema de la seguridad, ojalá vayan con precaución. Volvemos a lo mismo, cómo me cuido, extrañamos la cancha, extrañamos ir a animar a nuestro equipo o hasta desahogarnos con nuestro equipo, y algo fundamental es que cuidemos ese espacio de tal manera de que lleguemos ahí y podamos mantenerlo, que llevemos nuestro cubrebocas, que obedezcamos lo que nos mande protección civil o la gente que está encargada de cuidarnos, poder ser responsable nos ayudará a que podamos seguir asistiendo”, comentó.
En la cuestión deportiva, el futbolista también experimentará un cambio, pues del sonido local pasará a los gritos de los aficionados. Esta situación, más allá de que podría presionar o generar nervio en el jugador, representa una motivación.
“A todos nos da mucho gusto pensar en volver a algo que genera tanta atmósfera del público, que no te lo da nada, porque aunque pongan sonido local no es igual, nunca es igual al tener al verdadero aficionado haciendo ruido con nosotros, el futbolista, la gente de futbol, lo vive con mucha alegría, se siente esa emoción de que ya regresa el público”, puntualizó la psicóloga.
“El nervio tiene muy mala fama, el nervio no es malo, el nervio nos permite competir, nos da el enfoque y la capacidad de estar en el aquí y ahora con una concentración. Un jugador de Primera División, en general, sabe cómo dominar el nervio. Más bien es una motivación extra, estará con su gente, con su familia”, finalizó.
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