Hace 30 años, después de una gran decepción, la NASA organizó una misión para salvar al famoso Telescopio Espacial Hubble.
Desde los primeros telescopios hasta los grandes observatorios, quedó de manifiesto que la atmósfera terrestre es perjudicial para las observaciones astronómicas, afectan: las nubes, la lluvia, las nevadas, el viento, la humedad, la neblina, los cambios de temperatura. Con la llegada de la radioastronomía, la cosa mejoró poco, la radiación ultravioleta e infrarroja se ven disminuidas, mientras que los rayos gamma apenas se detectan de forma indirecta y los rayos X son bloqueados por la atmósfera terrestre.
Por tal motivo, en 1923 el físico Hermann Julius Oberth propuso un telescopio espacial, que superara la atmósfera terrestre.
Desarrollo del Hubble tardó 30 años en iniciarse
En 1946 Lyman Spitzer Jr. propuso la creación de un telescopio orbital. Pasó 24 años promoviéndolo, hasta que en 1970, la NASA lo inició de manera formal.
El Telescopio se diseñó para viajar en el Transbordador Espacial y recibir mantenimiento en el espacio, con equipo y herramientas adecuadas para los astronautas. Además, se incorporó la Agencia Espacial Europea (ESA).
En 1977 el Telescopio fue nombrado en honor del astrónomo Edwin Hubble, quien demostró la expansión del Universo.
En 1981 se terminó el espejo principal y en 1985 se completó el armado. El Telescopio resultó ser de 13 m de largo, 4 m de diámetro y 12 toneladas de peso, con dos alas de paneles solares y un espejo de 2.4 metros.
Esperaban llevarlo a la órbita terrestre a mediados de 1986, pero ocurrió la tragedia. El 28 de enero de ese año, el Transbordador Challenger explotó en vuelo, y sus siete astronautas murieron. La NASA sufrió un duro golpe que obligó a mantener a los transbordadores en tierra mientras se investigaba lo sucedido.
Los problemas del Hubble tras ser puesto en órbita
Por fin, el 24 de abril de 1990, el Transbordador Discovery despegó con el Telescopio Espacial Hubble.
Pero sucedió lo inimaginable. Las primeras imágenes del Hubble eran borrosas y nada se podía hacer. Se investigó y se descubrió que el espejo principal tenía un defecto, una aberración esférica. No era mucho pero notorio.
Pero había más, al pasar las semanas se detectaron cables enredados, había pausas desconocidas en la comunicación con el telescopio, además se desviaba de su objetivo de observación y por si fuera poco, los paneles soleres se deformaban por los cambios de temperatura entre el frío del espacio y el calor del Sol.
A pesar de los mil 500 millones de dólares gastados, había que gastar un poco más y reparar el Hubble. Por fortuna, estaba diseñado para eso.
Pero no todo estaba perdido. Los espectrógrafos no necesitan luz bien enfocada y se podía realizar estudios con ellos. De hecho, la cuarta parte de los estudios astronómicos de Estados Unidos de 1991 se basaban en datos del Hubble.
Durante los siguientes meses se creó la óptica correctora, se diseñó una nueva cámara, así como nuevos paneles solares. Se escogió una tripulación y pasaron meses entrenando la reparación del Hubble.
El 2 de diciembre de 1993, hace 30 años, el Transbordador Espacial Endeavour STS-61, con los astronautas Richard O. Covey, Kenneth D. Bowersox, Franklin Story Musgrave, Kathryn C. Thornton, Claude Nicollier, Jeffrey A. Hoffman y Tom Akers, despegó para la primera misión de servicio del Telescopio Hubble, una misión de salvamento.
Dos días después, el Endeavour alcanzó al Telescopio Espacial a 576 km de altura y lo capturó con el brazo robot Canadarm. En las misiones con el Hubble, el transbordador subió a las máximas alturas que en ninguna otra misión.
Durante los siguientes días realizaron cinco agotadoras salidas al espacio de varias horas de duración (35 h en total) en equipos de dos astronautas. Se cambiaron los giroscopios para la orientación del Telescopio, se instaló la óptica correctora COSTAR, se reemplazó la cámara WFPC por la nueva WFPC2, se reemplazaron los paneles solares y la electrónica de uno de ellos, se cambiaron 8 fusibles. Se instalaron dos magnetómetros, un espectrógrafo GHRS y dos cubiertas protectoras sobre los magnetómetros originales.
La misión duró del 2 al 13 de diciembre y fue un éxito, llevó al Telescopio Hubble a la nitidez deseada, convirtiéndolo en el Telescopio Espacial más famoso.
El Telescopio recibió cuatro misiones más en los siguientes años. Con ello logró observar en infrarrojo cercano.
La última misión fue en 2009 y se le preparó para recibir nuevas naves espaciales, ya que el transbordador dejó de operar en 2011. Sin embargo, no hay planeadas nuevas misiones, por lo que el Hubble dejará de funcionar en los próximos años. Se calcula que caerá a tierra en la década de 2030.
Los descubrimientos del Hubble
El Telescopio Hubble quedó listo a tiempo para observar el choque del cometa Shoemaker-Levy 9 contra Júpiter en 1994.
Entre los cientos de descubrimientos del Hubble destacan la detección de moléculas orgánicas en la atmósfera del exoplaneta HD 189733b, evidencias de la materia oscura, la detección de agujeros negros supermasivos, una mejor comprensión del nacimiento y vida de las estrellas, así como de la colisión entre galaxias, más miles de hermosas fotografías del universo.
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