Esta semana, la empresa alemana Bayer espera una resolución definitiva al amparo que tramitó contra el decreto presidencial que establece la eliminación paulatina del uso del herbicida glifosato en los próximos tres años.
El miércoles, el juez sexto de distrito en Materia Administrativa, Francisco Javier Rebolledo, otorgó una suspensión provisional a Bayer, la farmacéutica alemana y de ciencia aplicada a la agricultura que en 2018 adquirió Monsanto -empresa que patentó el agroquímico en 1974-, y es uno de los principales fabricantes mundiales de glifosato, que comercializa bajo la marca Roundup.
“El amparo que mencionas es un proceso legal todavía en curso, por el momento, no puedo emitir una postura definitiva, porque no existe, al final de cuentas es algo preliminar que se estará resolviendo la semana que entra”, dijo en entrevista con El Sol de México, Manuel Bravo, presidente y director general de la empresa en el país.
“Hemos estado trabajando, platicando con la Secretaría de Agricultura, con el Consejo Nacional Agropecuario y hemos visto como el mismo Consejo ha estado haciendo estudios para ver el impacto que pudiera tener que los agricultores no tuvieran el glifosato como opción de manejo de maleza tanto en su productividad como en su rentabilidad”, detalló Bravo.
El 31 de diciembre, el Ejecutivo federal publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación que instruye a las dependencias y entidades federales a sustituir gradualmente el uso del agroquímico y establece hasta el 31 de enero de 2024 el periodo de transición para lograr la sustitución total del glifosato. Entre los argumentos, cita que “en los últimos años, distintas investigaciones científicas han alertado que dicha sustancia química tiene efectos nocivos en la salud, tanto de los seres humanos como en algunas especies animales, y ha sido identificada como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer” y que diversos países han prohibido su uso.
El 22 de febrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia matutina que el glifosato, “si se usa de manera indiscriminada, daña la salud” y por ello se limitó su uso. Por ello, invitó a las empresas a invertir recursos en investigación para “ver qué agroquímico es menos perjudicial, dañino o qué opciones hay con otras sustancias no químicas, no dañinas, naturales”.
Dijo que otra alternativa es contratar a jornaleros agrícolas para que corten la maleza con machete. “No descartar el machete y la tarpala, y dar trabajo a la gente, o sea, hacerlo manual. Van a decir: ‘No, nos costaría muchísimo más’. Hay que analizar todas las opciones”.
El decreto instruye al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a coordinar y apoyar investigaciones para buscar alternativas al glifosato.
Manuel Bravo aseguró que el impacto que puede tener la falta de uso del glifosato en el campo mexicano es que la producción caiga entre 30 y 40 por ciento, o bien, se incrementen los costos y disminuya la rentabilidad de los productores y hasta generar pérdidas.
Bravo aseguró que en el mundo existen alrededor de 800 estudios de agencias internacionales de salud y protección al ambiente en 120 países que señalan que el uso del agroquímico es seguro.
“El último estudio fue hecho por el Instituto Alemán de Evaluación de Riesgos, que revisó más de tres mil estudios científicos (públicos y privados) antes de llegar a su conclusión y fue contundente. La conclusión es que utilizando el producto con las recomendaciones de la etiqueta su uso no representa ningún riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente”.
Sobre el impacto de la prohibición del glifosato, el ejecutivo de Bayer calculó que sería manejable financieramente al representar entre dos o tres por ciento de las ventas de todo su portafolio. Mencionó que la empresa tiene el compromiso de seguir buscando opciones, pero mientras no existan opciones será desventajoso para los agricultores y para la producción de alimentos. “Esa es la postura que hemos estado manejando con la Secretaría y las asociaciones para que el puente se cierre entre lo nuevo y lo actual y no dejemos una brecha en tiempos”.
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El directivo de Bayer dice que han tenido acercamientos con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para buscar alternativas, pero es la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la que ha puesto trabas.
“Probablemente, el obstáculo más grande ha sido más de lado de Semarnat (...) dicen que más vale el principio precautorio”, mencionó el directivo.
El viernes, organizaciones integrantes de la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País protestaron por el amparo provisional otorgado a Bayer y pidieron al juez rectificar su decisión.
En junio del año pasado, Bayer acordó pagar nueve mil 600 millones de dólares a cerca de 100 mil demandantes en Estados Unidos, quienes acusaron que el glifosato marca Roundup les causó cáncer.