El glifosato es un compuesto químico que funciona como un herbicida. Cuando entra en contacto con una planta, interrumpe el flujo de proteínas, lo que eventualmente mata a cualquier tipo de vegetal.
Por ello, el glifosato es utilizado desde 1970 como un herbicida de uso común para eliminar la maleza antes de sembrar los cultivos. La primera empresa en vender este compuesto de manera comercial fue Monsanto, una compañía que actualmente está en manos de la alemana Bayer. La marca que sigue vendiendo Monsanto y Bayer en la actualidad es Roundup.
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Desde 2016, la ONU determinó que "es improbable" que el uso de glifosato en la agricultura y la jardinería "represente un riesgo carcinógeno para los humanos", según una última revisión entre los principales organismos multilaterales enfocados a la salud y el campo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), respectivamente.
"En vista de la ausencia de potencial carcinogénico en roedores a dosis relevantes en humanos y la ausencia de genotoxicidad por vía oral en mamíferos, y teniendo en cuenta la evidencia epidemiológica de las exposiciones ocupacionales, la reunión concluyó que es poco probable que el glifosato suponga un riesgo carcinogénico para los los seres humanos por la exposición a través de la dieta", expresaron entonces los especialistas.
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Un año antes, en marzo de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), un organismo de la OMS, aseguró que el glifosato era probablemente carcinogénico en humanos y lo clasificó como un carcinógeno del Grupo 2A, equiparable a productos como el mate caliente o actividades como el trabajo de barbería o peluquería.
En octubre, siete meses después, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), también concluyó que este herbicida no representaba un riesgo para la salud de los humanos.
Sin embargo, entre junio de 2020 y febrero de este año, Bayer alcanzó dos acuerdos para zanjar dos demandas hechas por estadounidenses contra su marca de glifosato.
En junio del año pasado, Bayer acordó pagar nueve mil 600 millones de dólares a cerca de 100 mil demandantes en Estados Unidos que acusan que el glifosato marca Roundup les causó cáncer.
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Para febrero, la empresa alemana alcanzó otro acuerdo por dos mil millones de dólares para resolver una demanda colectiva de futuros reclamos relacionados con las mismas acusaciones.
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