La iniciativa para modificar la Ley de Aviación Civil pone en riesgo la industria aérea nacional, al abrir la posibilidad de que empresas extranjeras operen rutas que le pertenecen a las aerolíneas mexicanas, aseguró el Frente por la Defensa de la Aviación Nacional (FDAN).
Dicha práctica, conocida como cabotaje, está prohibida en casi todo el mundo y el gobierno mexicano busca autorizarla con la idea errónea de que las aerolíneas internacionales fomenten una competencia, destacó la organización en un comunicado.
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“Solo los que no entienden al sector pueden creer que entregar los cielos mexicanos a los intereses extranjeros daría competitividad al mismo, lo cual es completamente erróneo”, dijo la FDAN, que agrupa a diversos organismos del sector como el Colegio de Pilotos Aviadores de México, las asociaciones sindicales de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y de Pilotos Aviadores de México (ASPA), entre otros.
Este viernes se dio a conocer que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió una iniciativa a la Cámara de Diputados para modificar la Ley de Aviación Civil y permitir que aerolíneas extranjeras ofrezcan vuelos de transporte de pasajeros, carga y correo entre dos puntos del territorio nacional para aumentar el turismo y reducir costos.
De igual forma, se planteó autorizar a las entidades paraestatales de la administración pública federal, entre ellas la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la administración de aeropuertos y la operación de aerolíneas.
Según el FDAN, una de las consecuencias de permitir el cabotaje es que las aerolíneas extranjeras comiencen a ofertar vuelos con precios “irreales” para ganarle terreno a sus competidores mexicanos.
“Sería letal para la industria mexicana y sus trabajadores. En el caso de México esto sería infructuoso e incluso desastroso para la aviación nacional, ya que las aerolíneas del país estarían en clara desventaja económica y de capacidad, en comparación con las aerolíneas extranjeras”, subrayó la organización.
En un posicionamiento por separado, ASPA consideró que otro riesgo es que las empresas extranjeras tomen las rutas aéreas más rentables y no las que el gobierno mexicano pueda ofrecerles.
“Las empresas extranjeras que buscan operaciones de cabotaje en países como el nuestro, son aerolíneas gigantes que depredan los mercados a los que llegan, pues éstos, como en el caso de México, no tienen ni condiciones ni protección para su propia aviación y las ganancias se van al país de origen de la aerolínea”, señaló el sindicato.
Aerolínea que operaría Sedena, sin condiciones de rentabilidad
Por otro lado, especialistas consultados por El Sol de México consideraron que la nueva aerolínea que podría operar la Sedena representará una carga adicional para las finanzas públicas del país, pues no existen las condiciones necesarias para la rentabilidad de este negocio en el corto plazo.
“Si sale mal este negocio o no resulta rentable, definitivamente va sobre la carga presupuestal o la recaudación del país. Si el gobierno se equivoca en su estrategia habrá un costo muy alto para las finanzas públicas”, afirmó Carlos Torres, analista del sector aéreo.
Para el especialista, la rentabilidad de esta compañía podría verse reflejada por lo menos en un lapso de tres a cuatro años.
De igual forma, dijo que es innecesaria la creación de una nueva aerolínea, aun cuando no esté a cargo del gobierno, debido a que la demanda de vuelos en el país no está rebasada.
La única manera de frenar esta iniciativa está en el Congreso de la Unión, añadió Torres, aunque lamentó que ningún legislador de oposición se haya manifestado en contra de este proyecto, incluso desde meses atrás cuando el presidente López Obrador confirmó sus intenciones de darle una aerolínea a la Sedena.
“Es una pésima idea para la industria de aviación mexicana, ningún país lo permite. La buena conectividad dependerá de las rutas que se abran y que exista una competencia”, comentó Fernando Gómez Suárez, especialista en aviación.