Ante la urgencia de distintos países para regresar a sus actividades cotidianas y levantar las medidas de distanciamiento social por la pandemia del virus Covid-19, surge la duda de cuándo es pertinente hacer esto.
Corea del Sur reabrió negocios como centros nocturnos, pero tuvo un rebrote de coronavirus y tuvo que retomar las medidas precautorias para controlar los contagios; otros países como Italia y España -de los más afectados en el mundo por el virus- han comenzado a retomar el cauce de su vida.
Incluso México anunció este miércoles que el próximo 18 de mayo podría reabrir paulatinamente actividades en ciertos municipios que no tienen casos de contagio. Lo cual hace pensar qué tan adecuado es reanudar las actividades productivas, educativas y sociales en un país.
Para solucionar este problema, un grupo de científicos del Instituto Weizmann de Israel propuso un modelo cíclico llamado 10-4.
¿Cómo funciona exactamente?
El modelo consiste esencialmente en realizar 10 días de cuarentena y 4 de trabajo. Es decir que, los investigadores basándose en un modelo matemático proponen que las personas trabajen durante ciclos de dos semanas, con 10 días en cuarentena y 4 yendo al trabajo o a la escuela.
Fundamentalmente el modelo plantea aprovechar la debilidad del coronavirus: su período de latencia, es decir, el retraso promedio de tres días entre el momento en que una persona se infecta y el momento en que puede contagiar a otros.
De modo que: si una persona se contagia en sus días de trabajo, estará dentro de su período de latencia, y solo alcanzará el pico de la infección en casa, durante los días de cuarentena, cuando no entra en contacto con tanta gente y, si una persona presenta síntomas, tendrá que permanecer en cuarentena.
Uri Alon, profesor de Biología Computacional y de Sistemas y uno de los investigadores que desarrolló este modelo explicó a la BBC de Londres que el ciclo 10-4, "es un modelo que alterna entre cuarentena y trabajo/escuela, un camino intermedio que ofrece un equilibrio entre salud y economía".
El especialista indica que es un método "predecible y equitativo, por lo que puede llevarse a cabo durante meses hasta que tengamos una vacuna, tratamiento u otra solución, y mientras la economía puede tener una producción casi continua en turnos", con la que en una misma casa, padres e hijos salgan los mismos días a trabajar y a la escuela.
Reducción de contagios
Al modelo 10-4, se suma otro factor que fortalece la propuesta: la anulación de propagación del virus, conocida como reproducción básico o R0, el cual consiste en el número de personas a las que un individuo puede pasar un virus, en promedio, pensando que, en hipótesis nadie es inmune y que la gente no cambia su comportamiento para evitar enfermarse.
Cuando se implementa el distanciamiento social en diversos países, la meta de los gobiernos en todo el mundo ha sido llevar el número de reproducción a menos de 1. Y según los modelos matemáticos desarrollados por los investigadores israelíes, la regla 10-4, que restringe la habilidad del virus de infectar a mucha gente, mantiene ese número por debajo de 1.
El investigador israelí advierte que al modelo 10-4, "debe combinarse con otras medidas, como el uso de mascarillas, distancia física, realización de pruebas y protección de grupos de riesgo".
Aunque la ventaja de este modelo es que reanuda la economía y reduce el tránsito de gente en transporte público, centros de trabajo y escuelas, también tiene desventajas para ciertos lugares en los que no hay control de acceso, como restaurantes, espectáculos, eventos masivos o centros nocturnos.
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