María José y Ximena Cuevas, hijas del icónico pintor mexicanoJosé Luis Cuevas, logran un estupendo retrato cinematográfico decinco reinas del show nocturno de ayer, quienes bajaron desde sugloria, hasta su vida cotidiana, hoy, de mujeres, de seres humanos;ellas son: Olga Breeskin, Rosy Mendoza, Lyn May, Wanda Seux y LaPrincesa Yamal.
Pero no es una película, propiamente, sino más bien undocumental arrancado de la vida real, donde no hay nada inventado,nada es ficción.
Asistimos a la premier en el Teatro de la Ciudad "EsperanzaIris", con alfombra roja y la presencia de las cinco damas encuestión, hoy, lejos de sus glorias, pero aún llenas de glamour,de penas y alegrías, contándonos ellas mismas sus respectivashistorias de vida y mostrándonos cómo son y cómo eran en aquelayer.
Nuestro crítico de cine, Gerardo Gil Ballesteros, ya escribióen su Moviola acerca de este docudrama, así es que no vamos aentrar en detalles técnicos ni a brindar opiniones críticas alrespecto.
Basta meternos hasta la zona de camerinos del majestuoso Teatrode la Ciudad, y convivir con Olga, a quien no veíamospersonalmente desde 1985, cuando colapsó a causa del sismo elsalón Belvedere del hotel Continental donde presentaba sushow.
Súper Olga vive ahora en una pequeña población del estado deNevada, en EU, y toca su violín en eventos de caráctercristiano.
La prensa capturó a las cinco señoras en la carpeta roja alcomenzar un evento que abarrotó el inmueble de la calle Donceles,en el Centro Histórico, y ya adentro, en plena proyección, hubosentimientos encontrados entre la concurrencia, así como momentosde buen humor por las ocurrencias de Rosy Mendoza, quien "norecuerda" dónde quedaron aquellos carísimos rubíes y centenariosque le obsequiaban los millonetas de aquellos tiempos. Wanda, porsu parte, paraguaya para más señas, no tiene dinero y viveprecariamente en compañía de varios perritos. Sin embargo, tienesus huellas en Galerías, Plaza de las Estrellas, y las escenas deesa emoción develándolas con Edoardo Narváez como maestro deceremonias, forman parte de la cinta.
AQUEL CINE DE FICHERAS
Lyn May, una de las bellas de noche que dieron mismo título auna película que desató el llamado cine de ficheras en lasdécadas de los años 70 y 80 del siglo pasado, luego de ser unareina del cabaret, del centro nocturno, del teatro picante y deaquel estilo fílmico que reunía a "vedetrices" y cómicos de lalengua suelta, hoy radica en Cancún donde sigue presumiendocuerpazo para deleite del ojo masculino; mientras Isabel, LaPrincesa Yamal, oriunda de Argentina, recordó que se vioinvolucrada en el escandaloso robo al Museo de Antropología eHistoria, y pasó dos años en prisión. Isabel ahora vive enAcapulco donde tiene un negocio.
En fin, ahí estaban ellas, agradeciendo al equipo deproducción el trabajo realizado y la oportunidad de estarnuevamente en pantalla.
La gente se les entregó en serio, con admiración yrespeto.
Más tarde, fuimos invitados a un coctel para celebrar nadamenos que en el rumboso salón Los Ángeles, de la coloniaGuerrero, donde se bailó mambo y algunos ritmos de moda a cargo depachucos fosforescentes y bellas chicas.
Súper Olga no asistió, prefirió retirarse temprano.