Para seguir con euforia de "La Casa de los Famosos" y los programas que terminan siendo un éxito rotundo, queremos contarte la historia de "Quién quiere ser millonario", uno de los programas que más versiones tiene alrededor del mundo, sin embargo, el programa original nació en Inglaterra, donde se vivió uno de los escándalos más sonados de la televisión.
Todo comenzó con Charles Ingram, un militar que se dedicaba a hacer tareas administrativas luego de haber servido al ejército británico, que vivía con su esposa y tres hijas en un pequeño pueblo británico.
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El militar fue convencido por su esposa Diana y su hermano Adrian Pollock, que eran anáticos del programa, de participar en él.
Un militar gana "¿Quién quiere ser millonario?"
"Quién quiere ser millonario" es un programa de preguntas y respuestas sobre culura general y que va contrareloj para poder ganar el premio mayor que es un millón de libras.
Tanto Diana como su hermano Adrian participaron en la emisión, pero no lograron llegar hasta el final y tras conocer por varios detalles sobre cómo era el juego, se les hizo fácil intentar crear un plan para que el militar ganara el tan ansiado premio mayor.
Al principio, Charles se mostraba nervioso y dudoso durante las preguntas que le hacían en las primeras etapas del programa, sin embargo, algo comenzó a pasar que de pronto, "la suerte estuvo de su lado" y empezó a pasar las preguntas más difíciles.
Finalmente, Ingram ganó el premio mayor frente a un público y una producción incrédula ante el fabuloso desempeño que había mostrado.
Al contestar bien la pregunta que le cambiaría la vida, Ingram recibió durante la emisión un cheque simbólico con la cifra del millón, lo que hizo que tanto él, como todos los que lo habían visto, celebraran su victoria.
El fraude de "¿Quién quiere ser millonario?"
La felicidad de Charles y su esposa les duro poco pues tras unos días, un sonidista, junto con algunos miembros de la producción empezaron a trabajar el material del programa pues aún no se había transmitido por la TV y tenían que editarlo, sin embargo, algo llamó su atención.
Conforme el militar avanzaba en el juego, era más cuidadoso al decir en voz alta y de manera pausada las opciones que tenía para dar la respuesta correcta.
Pero lo que desenmascaró el gran fraude fue que justo antes de que Charles dijera cada una de sus respuestas, a lo lejos se escuchaba una tos, que en algunas tomas realizadas por las cámaras, se logró saber que provenían de su esposa Diana y de una persona del público identificada como Tecwen Whittock.
Es decir, que ellos siempre tosian en la opción que era la correcta, es por ello que Ingram se esforzaba por decir en voz alta sus opciones para que ellos escucharan bien y no fueran a equivocarse.
Asimismo, su cuñado fue captado por las cámaras rondando los estudios y haciendo movimientos extraños mientras hablaba por un celular, algo que no estaba permitido para que nada interfiriera en el juego.
Cuando la producción detectó el patrón, la entrega del premio fue cancelada y la situación fue llevada ante las autoridades que iniciaron una investigación.
Investigación y veredicto del fraude
La investigación realizada por las autoridades británicas terminó en un juicio que duró cuatro semanas, donde pasaron productores, otros participantes y hasta propio el conductor del programa.
El proceso se volvió toda una sensación, que atrajo una atención mediática que muy pocas veces se había visto sobre todo en Inglaterra.
Aunque el militar, su esposa, hermano y el otro cómplice conocido como Wittock trataron de defenderse y de justificar sus acciones, el tribunal determinó lo siguiente: tanto los Ingram como Whittock fueron culpables de “procurar la ejecución de una seguridad valiosa mediante el engaño” y recibieron condenas de prisión por 18 y 12 meses respectivamente.
Sin embargo, los acusados terminaron por salvarse y la sentencia no se hizo efectiva, pero el militar debió pagar una multa de cerca de 40 mil libras, mientras que su esposa debio pagar 25 mil.
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Es así como el caso de uno de los mayores fraudes de la televisión británica llegó a su fin.