Si te gusta explorar nuevos lugares, de aquellos que parecen salidos de un cuento de hadas, “Oco”, como le llaman sus residentes, es el lugar perfecto. Prepara tus tenis, bicicleta, ropa cómoda, las ganas de descubrir, y lánzate a la aventura.
La región está conformada por 14 barrios, en cada uno de ellos fue construida una iglesia. La parroquia principal la podrás encontrar en el centro del municipio, su arquitectura conserva el aura del México colonial, hecha de piedra y con un arco grande en su entrada.
Al entrar a la parroquia de San Martín, en el piso encontrarás un camino de monedas que lleva hasta los pies del altar. Se trata de decenas de centenarios pegados en el cemento y cubiertos con un cristal, pues muchas de las monedas datan de hace más de un siglo.
Se dice que años atrás un sacerdote, como un acto de fe, pidió a los feligreses llevar monedas de oro, plata y bronce para que fueran insertadas en los cimientos, este acto hizo que se le conociera como la única iglesia numismática en América Latina; sin embargo, el nombramiento se perdió, pues un incendio acabó con una parte del templo y tuvo que ser reconstruido.
QUE INICIE LA AVENTURA
El primer punto que tienes que visitar es el museo José María Luis Mora, el cual está ubicado en el centro de la población, a un costado del palacio municipal. Ahí podrás informarte de la historia del lugar, encontrar fotografías antiguas, así como información de las actividades primarias que realizaban los pobladores para obtener alimentos y recursos económicos, como la pesca.
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El segundo destino es el Paseo de la Panorámica, que encontrarás en la parte alta del municipio, y desde donde podrás observar toda la región y comunidades cercanas. El paisaje te ofrece una estampa donde las nubes parecen tocar las montañas y los pinos cubren al pueblo, como si lo estuvieran protegiendo, este será tu momento de relajación.
Después será momento de emprender el viaje hacia la cascada de Río Hondito; para llegar tendrás dos opciones: rodear y llegar a las vías de tren, donde deberás dejar tu auto, o desde el mirador continuar caminando sobre las vías férreas.
A partir de aquí la experiencia es única, pues caminar sobre las vías del tren, que se están perdiendo entre la naturaleza que las ha ido cubriendo, es un momento mágico; en el recorrido encontrarás un arco grande hecho de piedra, que pareciera una estación.
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Después de caminar durante cerca de 15 minutos, pasar por piedras, esquivar troncos y cruzar un riachuelo, llegarás a la cascada, que está rodeada por piedras de color negro cubiertas por el agua cristalina que cae.
Debajo de la cascada hay una cueva, la leyenda dice que el “Robin Hood de Ocoyoacac” guardó miles de monedas dentro de ella, y aunque hubo quien intentó entrar por el tesoro, nadie lo consiguió.
La caminata concluye ahí, es momento de regresar, tomar agua, un descanso y recuperar la energía.
SU TAMAL DE OLLITA
Saborear el tamal de ollita es ley cuando se visita a la región, el cual podrás encontrar por las mañanas y las noches en los pequeños puestos que se instalan fuera de la iglesia, en las esquinas del centro, a un costado de palacio o en la entrada del municipio.
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El tamal de ollita es una antigua receta que nació en el barrio de Tepexoyuca, inspirada en una artesanía de alfarería. Las mujeres y hombres que los crearon se inspiraron en el barro moldeado con las manos, pues decidieron hacer lo mismo con la masa ya preparada, le dieron forma de una ollita, que se rellena de salsa y carne, y se cubre con totomoxtle, la hoja de maíz seco. La receta persiste y hasta la fecha el 60 por ciento de la población la sabe preparar.
Los tradicionales son de salsas hechas con tomate, jitomate y verde, rellenos normalmente de pollo o cerdo, que tienen un costo de 20 pesos y que se pueden acompañar de un atole caliente. Comerlos es un deleite al paladar, al partirlos la salsa líquida que guardan en su interior cae sobre la masa suave, y al probarlo con el pollo, lo hace una combinación especial.
¿CÓMO LLEGAR DESDE LA CDMX?
Si viajas en carro tienes dos rutas: la libre y por la autopista. En la primera opción solo gastarás en gasolina, para un auto de 4 cilindros con 300 pesos podrás llegar a tu destino y regresar a la CDMX. Deberás tomar la carretera con destino a Toluca, tú decides si pagar 105 pesos para tomar una autopista que te llevará a la entrada de Ocoyoacac, el tiempo de viaje aproximadamente desde el centro de la ciudad al municipio es de 1 hora con 15 minutos.
Para llegar en autobús, en la terminal de Observatorio salen los camiones que llegan hasta el destino, el costo del viaje es de 63 pesos solo ida, o tienes la opción de comprar el viaje redondo por 100 pesos, el transporte te dejará en el centro.
UNA NOCHE EN OCOYOACAC
Aunque en el centro del pueblo no encontrarás algún lugar donde alojarte, lo que te recomendamos es reservar en los distintos hoteles que se ubican sobre la carretera México-Toluca. Dependiendo de tu presupuesto encontrarás opciones que te ofrecen servicios básicos o aquellos que incluyen desayuno; una habitación para dos personas tiene un costo de entre 400 y 1,000 pesos.
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Estos espacios están ubicados a 15 minutos del centro de Ocoyoacac, viajando en auto, pero el trayecto también lo puedes realizar en camión o taxi, que es posible abordar en las calles aledañas de la cabecera municipal, y si al día siguiente por la mañana quieres regresar al municipio o tomar el autobús de regreso a la CDMX desde Ocoyoacac, las opciones serían las mismas que usaste para llegar a tu hotel.
FECHA ESPECIAL
Un fin de semana antes de que comience Semana Santa, cientos de personas realizan el carnaval, en el que recorren las calles principales y en su camino reparten comida, bebida y dulces
DATO:
Como recuerdo para llevar a casa podrás encontrar algunas artesanías hechas por ocoyoaquenses, como figuras creadas con hojas de maíz, madera y alfarería. También podrás encontrar licores artesanales de distintos sabores.
100 pesos cuesta el viaje redondo en autobús desde la Ciudad de México hasta el centro de Ocoyoacac