El número de tiraderos de basura clandestinos en la Ciudad de México aumentó 10.6 por ciento entre 2019 y 2021, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente local (Sedema).
De acuerdo con el Inventario de Residuos Sólidos (IRS), que compila información sobre la cantidad, tipo y manejo de los residuos sólidos, en 2019 la Sedema reportó 984 basureros ilegales, al siguiente año fueron mil 34 y en 2021, mil 89.
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El académico en el Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad de la Universidad Iberoamericana, José Alberto Gallardo Cruz, señaló que la generación de desechos que llega a los tiraderos clandestinos depende de la región de la ciudad y del tipo de basura.
El experto dijo que hay colonias en las cuales es más fácil cumplir con la reglamentación sobre la generación de desechos, pues tienen mejor acceso a los servicios de recolección, pero hay otras áreas en las que las omisiones gubernamentales incluso potencian la problemática.
"Muchas de las cuestiones educativas o culturales están asociadas al abandono que puede tener el gobierno de estos temas. A lo mejor si viéramos el problema como sólo educativo, si nos quedaríamos cortos en ver cuál es la causa de ese rezago, porque el rezago tiene que ver con otras cosas como la falta de atención a la pobreza, a la alimentación, entre otras cosas", dijo a El Sol de México.
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El IRS precisa que ocho alcaldías registraron menos de 50 tiraderos ilegales cada una, cinco más reportaron tener entre 80 y 99 sitios de este tipo, mientras que tres alcaldías tuvieron más de 100.
Las autoridades indican que entre las alcaldías con más lugares clandestinos usados para la acumulación de desechos son Cuauhtémoc y Benito Juárez.
Ejemplo de esta problemática son los montones de basura en distintos puntos del camellón de la Avenida Eduardo Molina. Aquí, los vecinos tiran por las noches envolturas, papel higiénico, pañales, entre otros desechos.
Los montones de basura son perceptibles desde el perímetro que abarca las colonias Gertrudis Sánchez, 20 de Noviembre hasta la Nueva Atzacoalco, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Sobre los residuos que componen los tiraderos de basura, la Sedema estimó que la mayor parte es residuo inorgánico de aprovechamiento limitado, posiblemente, indica, porque gran parte de los residuos reciclables son recolectados por recuperadores informales.
Gallardo Cruz consideró que en las colonias donde están cubiertas las necesidades básicas de salud, educación y alimentación, la gente, probablemente, tiene más tiempo para fijarse en otras cosas como dónde depositar sus desechos.
"Los tiraderos clandestinos son el reflejo de una economía global en donde lo más importante es la producción y el hacer crecer la economía más allá del cuidado del ambiente, tanto a nivel ecológico como social, lo cual genera desechos adicionales", destacó el biólogo.
De acuerdo con la Sedema, los tiraderos clandestinos provocan distintos daños al medio ambiente, por ejemplo, la presencia de fauna nociva y la intoxicación por la ingesta de desechos.
La población también tiene riesgos tanto por la fauna nociva como ratas, ratones y cucarachas, por ejemplo, así como por la liberación de compuestos que dañan la flora y fauna. A ellos se suma la proliferación de microorganismos.
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En la glosa del Quinto Informe de Gobierno, la Sedema precisa que hay mayor interés de la ciudadanía para denunciar los tiraderos clandestinos, puesl los reportes pasaron de cuatro mil 561 en 2019 a cinco mil 782 para 2021.
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