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Ayer se cumplieron 15 días desde que el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo cambió de la fase roja del semáforo epidemiológico a la fase naranja, desde entonces reabrieron diversas actividades económicas y según los números de camas ocupadas, hoy la Ciudad de México no está viviendo un rebrote masivo por la enfermedad Covid-19.
La Ciudad de México tiene la capacidad para hospitalizar a 6 mil 959 personas y por ahora están ocupadas 3 mil 422 camas, lo que se traduce en una ocupación del 49 por ciento que acerca a la capital del país a la fase amarilla.
Al corte del 12 de julio se registró este porcentaje de ocupación además de cumplir con las dos semanas de tendencia a la baja, regla que se impuso la propia administración capitalina. Del 29 de junio al 12 de julio, suman 14 días, los reglamentarios para que -según la información por autoridades de salud- aparezcan los síntomas después de la exposición al virus.
Observando el tablero que maneja la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) sobre la capacidad hospitalaria, el 29 de junio se registró una ocupación del 56 por ciento lo que significa que había 3 mil 766 hospitalizados, pero del 30 de junio al 1 de julio incrementó hasta 58 por ciento la ocupación y desde el 2 de julio la tendencia a la baja se ha mantenido constante hasta llegar al 49 por ciento.
En el informe diario emitido por el gobierno de la ciudad hay 4 mil 447 casos activos, lo que significa 228 menos en el último día. La capital mexicana suma desde el 27 de febrero a la fecha 57 mil 674 casos confirmados con pruebas, de estos hay 403 menos como parte del cambio del último día, se lee en el reporte.
La Ciudad de México registra a 2 mil 597 personas hospitalizadas no intubadas mientras que reporta 865 intubadas hasta el último corte.
Asimismo, sólo nueve hospitales se han reportado con capacidad crítica, 29 hospitales con capacidad media y 37 sitios con buena disponibilidad, incluyendo los temporales como el instalado en el Autódromo Hermanos Rodríguez y la unidad dentro del Centro Citibanamex.
Cabe recordar que el 1 de junio aunque la capital del país seguía en alerta máxima (color rojo) ingresaron diversas actividades de construcción, el sector de refacciones de automóviles y bicicletas, las industrias cervecera y minera e incluso se abrieron los parques al 30 por ciento de su capacidad.
Fue hasta el 29 de junio que ingresaron más sectores económicos: trabajadoras del hogar, comercio al menudeo, clubes deportivos y actividades deportivas individuales al aire libre. El 30 de junio el Centro Histórico abrió con su programa especial, aunque este lo volvieron a cerrar porque se llenó de visitantes y reabrió pocos días después aunque con mayores restricciones.
Desde el 1 de julio los restaurantes abrieron hasta al 40 por ciento de su capacidad y los hoteles al 30 por ciento de aforo. Para el 2 de julio hicieron lo mismo los tianguis, mercados sobre ruedas y algunos bazares.
El 3 de julio ingresaron las estéticas, peluquerías y salones de belleza y el 6 del mismo mes las tiendas departamentales, centros comerciales, sitios a los que las familias no han dejado de asistir.
Sheinbaum Pardo está tomando la decisión de cambiar de semáforo los viernes de cada semana y será hasta entonces que los capitalinos podrán conocer si el gobierno decide reabrir más actividades laborales.
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