La diligencia que se llevaría a cabo la mañana de este martes en la Cooperativa Palo Alto con el fin de inspeccionar la zona y saber cuántas casas hay así como inmuebles de uso común, fue suspendida debido a que el juez del Juzgado Quinto decidió no realizarla, a pesar de que él mismo la ordenó el 18 de julio pasado.
Desde los años 70, los habitantes de Palo Alto han rechazado vender las 4.6 hectáreas que componen la cooperativa a las grandes inmobiliarias, quienes han ofertado hasta cuatro millones de pesos por cada casa, pero debido que es una cooperativa de vivienda, todos tienen que estar de acuerdo con la venta, aspecto que ha dividido a los colonos y que derivó en un juicio en 2002.
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El Sol de México informó que la diligencia se realizaría este martes, a pesar de que el juicio de liquidación no ha terminado y aún no hay una sentencia. Además, éste señala el resguardo de áreas comunes, como la tortillería, la iglesia y el centro de distribución Liconsa.
Desde la mañana de este miércoles un total de 150 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) resguardaron la entrada de la cooperativa, con el fin de acompañar a los actuarios que realizarían la diligencia.
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Ahí, los habitantes ya los recibían con las rejas cerradas y con mantas con la leyendas como: "La Cooperativa Palo Alto consciente no se vende, una vida de lucha no tiene precio", además de consignas como: "Palo Alto no se vende, se ama y se defiende".
Juan Gutiérrez Márquez, director general de Concertación Política y Atencíon Social de la Secretaría de Gobierno, confirmó que la suspensión no significa que se cancele la diligencia, por lo que mantendrán la presencia policiaca, pero sólo de 50 elementos. Y desconoció el motivo por el cual se suspendiera la diligencia.
"Es una decisión de juez, a nosotros nada más nos informaron. El juez o el actuario que iban a venir decidieron ya no hacer la diligencia por el momento; yo no puedo decirles incluso si (se hará) por la tarde. Por eso vamos a mantener una presencia para preventivamente resguardarlo", indicó Gutiérrez Márquez.
Julio César Morales Rojas, asesor jurídico del grupo mayoritario de la cooperativa, señaló que aún no saben el motivo del aplazamiento de la diligencia, aunque aseguró que se les tendría que notificar y que seria ilegal si se lleva a cabo a una hora distinta a la que acordó el juez.
"Vamos a revisar el expediente y seguramente se va a reprogramar una nueva fecha y hora. No pueden decir que en un par de horas se lleva a cabo la diligencia, porque las notificaciones se tienen que dar con una anticipación debida. Si se hace en otro horario es ilegal", mencionó Morales Rojas, y aseguró que en caso de que se realice apelarán ante el juez.
Ana Karen Ortega y Monserrat Cortés, integrantes del comité de vigilancia de Palo Alto, informaron que tendrán reuniones para acordar las acciones a realizar luego de que se suspendiera la diligencia, aunque adelantaron que se formarán guardias para vigilar la entrada a la cooperativa.
Ordenan diligencia
La diligencia fue ordenada el pasado 18 de julio por el juez Quinto de Distrito en Materia Civil para resguardar la tortillería y el centro de distribución Liconsa que hay dentro de la cooperativa, así como inspeccionar todas las viviendas y así dar pie al proceso de liquidación para que se pueda vender el terreno de 4.6 hectáreas.
María Guadalupe Cabrera Ojeda, habitante Palo Alto, es hija de un fundador de la cooperativa, el cual llegó a la zona en los años 30 al lugar. María recordó que antes el lugar era una montaña, en donde en su alrededor no había ningún edificio, sino cuevas y grandes hoyos que se hicieron luego de que obreros que llegaron, principalmente de Michoacán, explotaran la mina que trabajaban en esa zona.
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“Hemos luchado por todo. Me tocó desde haber metido el agua, el drenaje y la luz. Aquí era una montaña en donde sólo había grava por todos lados. En donde están los edificios había unos hoyos tremendos para sacar toda la arena, y eran unas cuevas divertidas para visitarlas, porque uno se metía y te podías esconder; jugar a las escondidillas”, indicó, tras recordar que hace 45 años había un manantial a las orillas de Palo Alto, en donde se bañaban y lavaban su ropa.
Gloria Valdespino Domínguez, profesora jubilada e hija de socio fundador, señaló que se formó la cooperativa en mayo de 1972; sin embargo, en 1994 la Dirección de Fomento Cooperativo lo canceló luego de que comenzara la disputa por vender el terreno entre vecinos. Esto ocasionó que los disidentes abandonaran las casas, las cuales están al resguardo de la cooperativa.
“Para nosotros es una forma de vida, de seguridad, de respeto, de cariño y el derecho que todos tenemos a decidir en donde podamos estar, ese derecho no se vende por millones, no está a la venta y no tiene signo de pesos”, mencionó Valdespino, al relatar cómo se vive la colonia con cero delitos en la Ciudad de México.
Hasta el cierre de esta edición, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana continuaban resguardando la zona, así como el comité de vigilancia de Palo Alto montó guardias para vigilar la entrada y salida en la colonia.
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