Julio César Moreno, candidato del Frente que busca retener la Venustiano Carranza para el PRD, criticó que en la Ciudad de México los candidatos de Morena se cuelgan de la imagen de Andrés Manuel López Obrador para intentar ganar la contienda.
En entrevista con El Sol de Méxicopresumió: “aquí hace tres años Morena perdió con una diferencia grande, en el Constituyente volvió a perder y ahora por supuesto tenemos el ánimo de triunfar, en la alcaldía y en las diputaciones”.
Sobre qué hacer con las 710 hectáreas que dejará la mudanza del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ubicado en esta demarcación, comentó que no es momento de pensar en ello, pues vaticinó una pelea en tribunales por la potestad de los terrenos.
Asimismo, en caso de que gane la contienda a su rival de Morena, Patricia Ruiz Anchondo, ofreció trabajar con oficio político con el gobierno central aunque éste quede en manos de Claudia Sheinbaum; si no ser amigos, dijo, sí tener una relación institucional.
¿Cómo llegan a la contienda con el factor Morena?
A los candidatos de Morena nadie los conoce, le apuestan a colgarse de la figura de Andrés Manuel (López Obrador), la apuesta es ganar por su efecto. Son gente con poca trayectoria política, de bajo perfil y no tienen trabajo territorial. Aparecen cada tres años, pierden y se van. Curiosamente nos mandan a la misma persona que perdió hace tres años contra mi hermano Israel Moreno.
¿No incidirá en los resultados el efecto AMLO?
La gente ubica muy bien el trabajo que ha hecho aquí el PRD y sabe distinguir que una cosa es la elección presidencial y otra es quién los va a gobernar en lo inmediato, que es la figura del Alcalde, el que les va a resolver. En Morena creen que porque se toman una foto con El Pejeya en automático la gente va a votar en cascada.
No va a ser así, se van a llevar un portazo en la cara.
¿En ejercicio de autocrítica, cuáles son las deudas con la delegación?
El gran pendiente que sigue habiendo y habrá es la seguridad mientras no se haga una reforma al nuevo sistema de justicia penal para eliminar las puertas giratorias, es decir, que los delincuentes entren a la cárcel, alcancen fianza y salgan a delinquir otra vez.
Otro es el abasto de agua. Mientras dependamos del agua del Estado de México será complicada la situación. A nosotros, junto con Iztacalco e Iztapalapa nos llega el último chorrito del Cutzamala. Por ello requerimos tres pozos para garantizar el abasto en la delegación.
El desarrollo inmobiliario también preocupa…
La gente ya le molesta ver tantas unidades habitacionales. Se debe ordenar conforme a derecho. Ya no cualquiera puede llegar a hacer grandes construcciones, hay zonas donde sí les pega mucho la falta de agua, hay hundimientos o daños a inmuebles vecinos.
Se tiene que ordenar, sin ánimo de fastidiar a nadie. Mi prioridad son los vecinos, no las grandes inmobiliarias.
¿Qué hacer con los terrenos que dejará el AICM?
Compartimos la propuesta que trae Alejandra Barrales, este espacio nos daría para crear un nuevo pulmón para la Ciudad de México y también quedaría un campus universitario de la UNAM, del IPN.
Ya parece que quien esté en el Gobierno federal, del partido que sea, va a decir “ahí están las hectáreas, quédenselas, hagan lo que quieran”. No, va a haber un litigio impresionante por esas hectáreas. No creo que sea algo tan sencillo que se dé en automático.
¿Si tú ganas y Sheinbaum también, cómo sería la relación?
No le veo problema, obviamente que para llevar a cabo un buen gobierno tienes que tener una buena relación con el Gobierno de la Ciudad, no puedes estar peleado con un gobierno estatal o federal. Cuando yo fui delegado en 2006 recibió a (Felipe) Calderón y era cuando Andrés Manuel en su locura nos ordenó aplicarle la ley del hielo.
Pero cómo no iba a recibir al presidente si nos iba a bajar el presupuesto para entubar el Gran Canal, que era la única parte de la Ciudad que estaba sin entubar.
Con quien gane (en la CdMx) tendremos que tener la mejor relación, para dar gobernabilidad y beneficios para los vecinos.
Buscaríamos la mejor relación, tal vez no de amigos, pero sí institucional.
