Con la ausencia de los candidatos del Partido Verde se llevó a cabo el debate entre candidatos al Senador por la Ciudad de México, un encuentro donde por momentos parecían más aspirantes a alcaldías que legisladores federales con promesas de acabar con las fugas, poner cámaras de seguridad o mejorar el transporte público; y claro, no faltaron las acusaciones mutuas.
Mientras los verdes Leticia Calderón y Gerardo Rojas dejaron vacías sus sillas en el debate celebrado en el auditorio del INE, los otros ocho candidatos comenzaron con propuestas que iban desde quitar privilegios a senadores, mejorar las escuelas o revertir la reforma educativa, sin profundizar mucho de cómo hacerlo.
La primera propuesta que llamó la atención fue la del candidato de Nueva Alianza, Eduardo Achach, quien dijo que de ser elegido impulsara la ley “Nalgas a la silla”, que obligará a todos los senadores a estar por lo menos cuatro horas en su curul en días de sesión.
Otros partidos apostaron por las propuestas más de alcaldes y los ataques. La priista María Pagés no tardó en atacar a PRD y Morena por sus 20 años en el gobierno de la Ciudad de México donde servicios públicos y seguridad han venido a la baja, mientras que el clientelismo en Iztapalapa va al alza.
La candidata del frente, Xóchitl Gálvez, hizo un recuento de todo lo que hizo como delegada de Miguel Hidalgo en temas como recolección pluvial e infraestructura hidráulica, pero no explicó si como senadora eso era parte de sus atribuciones.
Finalmente, Martí Batres, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, criticó al sistema neoliberal impulsado por el PRI y PAN, pero además soltó ataques directos: acusó a perredistas y panistas de robarse del dinero de la reconstrucción, a Emilio Álvarez Icaza lo acusó de despilfarrar dinero cuando fue ombudsman capitalino.
En respuesta, tanto Álvarez Icaza y Pagés le recordaron el escándalo de la leche Bety y el de Casitas del Sur donde desaparecieron 15 menores de edad, lo cual él negó.
Al final, todos prometieron trabajar con el próximo presidente (que es el de su propio partido) y a favor de los capitalinos.