Ni la lluvia y el frío pudieron detener a las calacas en el Paseo Nocturno de Día de Muertos en la Ciudad de México.
Bebés, niños, jóvenes y adultos disfrazados de fantásticos personajes asistieron al evento que marca el fin de las actividades en la CDMX de esta tradicional fecha mexicana.
Los más valientes y acondicionados con el uso de la bicicleta se aferraron a la ruta de 18 kilómetros que pasa desde el Centro Histórico, Paseo de la Reforma hasta la Primera Sección del Bosque de Chapultepec.
Patines, patineta, avalancha, patín del diablo; cualquier objeto con ruedas sirvió para que miles de chilangos recorriera las calles céntricas de la ciudad.
A la altura de la Avenida Juárez, los asistentes podían descansar en las bancas públicas, o si el hambre o la sed hacía de las suyas, en este mismo lugar podían encontrar elotes, algodones de azúcar, crepas y hasta refrescos y aguas.
Los ganadores
Frida Kahlo y Diego Rivera en forma de calacas, calaveras con su titiritero y las más pequeñas con trajes de catrinas, desfilaron en el tradicional concurso de disfraces en el Ángel de la Independencia.
A las 11 las calacas regresaron a su tumba a descansar, con la promesa de regresar el próximo año para pedalear porque en México hay mucha panza que bajar. Así concluyó el Día de Muertos 2018, con mucho ejercicio.