Empresa mexicana lucha contra banderas chinas

La Principal, empresa con más de un siglo de vida, defiende la tradición para las celebraciones patrias

EFE

  · martes 10 de septiembre de 2019

En este mes patrio, las banderas tricolores se venden por todos lados / Foto: Adrián Vázquez

Mediante un trabajo artesanal hecho con esmero, una empresa mexicana produce banderas nacionales ante la creciente amenaza de los fabricantes chinos, que buscan una porción de este mercado a punto de celebrarse el Día de la Independencia, el 16 de septiembre.

La Principal se fundó en 1907 y, además de banderas mexicanas, produce y vende otros artículos que se consumen sobre todo en los meses de febrero, por el Día de la Bandera, y en septiembre, cuando se festeja la independencia del país, un proceso que arrancó en 1810 y culminó en 1821.

Como una mera coincidencia, este empresa con más de un siglo de historia y que privilegia el trabajo artesanal, hecho a mano, produce las banderas en el barrio chino de Ciudad de México, en el centro histórico, donde se alojan sus oficinas y su taller.

En entrevista este lunes con Efe, Eduardo Castañeda, director de la empresa y bisnieto del fundador, explica que los productores chinos "tienen un tope" de fabricación, que son banderas de 0,90 metros de ancho por 1,58 metros de largo, por lo que "no pueden fabricar banderas monumentales".

Castañeda dice que los chinos "prefieren fabricar y vender 10.000 banderitas (muchas de estas las ofrecen vendedores ambulantes en toda la capital mexicana) que fabricar una monumental que llega a pesar hasta 350 kilogramos".

Para contrarrestar esa competencia, la fábrica mexicana tiene en el trabajo artesanal, hecho a mano, una ventaja que sigue explotando a pesar de los avances tecnológicos, con cinco personas que trabajan en la fábrica y unos 25 artesanos que colaboran desde sus casas.

"Nosotros no hemos querido industrializar el proceso", contó el directivo.

Castañeda contó que no es lo mismo fabricar una bandera impresa como las que ofrecen miles de vendedores en México, "con materiales económicos", que elaborar una "oficial para un acto protocolario" que requiere cierto tipo de telas y medidas y cuyo símbolo central "puede ser pintado o bordado a mano".

Pero a pesar de la competencia desleal y otros factores, Castañeda asegura que para su empresa "sí es negocio" la fabricación de banderas, aunque el mercado sufre horas bajas por la falta de identidad de los mexicanos.

"Como mexicanos, si el presidente no me gusta, sea del partido político que sea, dejamos de consumir, de comprar la bandera. Porque el mexicano se 'pelea' con ese símbolo patrio", expuso.

Además contó que con el paso de los años los mexicanos han perdido el sentido nacionalista y han relegado la bandera mexicana y la han dejado con una cosa secundaria en su vida diaria.

"Antes, las familias conservaban un lugar especial para su bandera, de cualquier tamaño. Pero actualmente ninguna casa o muy pocas casas conservan la bandera en la sala o el comedor como parte de su decoración", apunta el empresario, quien ha tenido que ser creativo para que la empresa siga generando recursos.