San Luis (EU).- La candidata presidencial demócrata,Hillary Clinton, y el republicanoDonald Trump afrontaron hoy su segundo debateprevio a las elecciones de noviembre en EU, en elque se esforzarán por conquistar a los votantes indecisos paraampliar el pequeño margen que les divide en las encuestas. En unmomento especialmente tenso por la revelación de un vídeo de2005 en el que Trump hacía comentariosdenigrantes sobre las mujeres, los dos candidatos presidencialesdebatieron por penúltima vez a las 20.00 hora local (01.00 GMT dellunes) en la Universidad de Washington, enSan Luis (Misuri).
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El debate duró 90 minutos, sin interrupciones publicitarias, ytodas las preguntas fueron de votantes indecisos de la zonametropolitana de San Luis que fueron seleccionados por laconsultora Gallup, o bien de usuarios de distintasredes sociales.
"Habrá unas once o doce preguntas en total, algunas de ellasvendrán de las redes sociales, y otras de los ciudadanos" queestarán físicamente en el debate, había explicado aEfe el asesor principal de la Comisión deDebates Presidenciales (CPD) que se encarga de organizarestos encuentros, Peter Eyre.
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Ese formato contrastó con el del primer debate, celebrado afinales de septiembre en Nueva York, en el que loscandidatos respondieron a las preguntas de un único moderador.
Contestar directamente las preguntas de los votantes supone unreto para ambos, porque su forma de hacerlo "tendrá un impactomás directo en la opinión pública", aseguró aEfe una experta en comunicación política de laUniversidad de Boston, TammyVigil. A los moderadoresfrecuentemente se les ignora o se habla por encima de ellos, peroese comportamiento se considera menos aceptable cuando preguntanlos ciudadanos. Aunque los candidatos intentarán insertar en surespuesta el mensaje que tenían planeado, hay más presión pararesponder a la pregunta del votante", añadió. Según eldiario The Washington Post,Clinton tenía planeado hablar hacia el comienzodel debate sobre los comentarios de Trump sobrelas mujeres en el vídeo filtrado este viernes y su relación conla capacidad del magnate para ser presidente.
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Aunque Trump se disculpó la madrugada delsábado por el incidente, los líderes más destacados delPartido Republicano han condenado con rotundidadsus palabras, mientras que numerosos legisladores conservadores ynombres históricos de la formación han pedido su dimisión o lehan retirado su apoyo.
La ex secretaria de Estado aprovechó la granaudiencia que se espera que tenga este debate para maximizar elimpacto de su respuesta al escándalo, al que hasta ahora solo hareaccionado con un tuit emitido el viernes.
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Los moderadores del debate, los periodistas AndersonCooper y Martha Raddatz, seencargaron de seleccionar las preguntas de las redes sociales y delos votantes indecisos que asistirán al debate.
Un estadio de baloncesto del campus universitario se convirtióen escenario para el debate, en el que Clintony Trump se sentarán en dos sillas, sin podios,y estarán rodeados de unos 40 votantes indecisos, con alrededor demil asistentes más contemplándolos desde las gradas.
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