Luego de que el presidente ruso Vladimir Putin anunciara una incursión militar en Ucrania y que el cielo de esta nación europea se comenzara a iluminar con los misiles que lanzó Rusia, las autoridades de Kiev declararon el toque de queda, por lo que, pese a que el transporte público no funcionará, el metro permanecerá abierto como refugio.
Y es que por si no lo sabías, estas estructuras pueden llegar a funcionar como un búnker capaz de resistir un bombardeo militar, debido a la profundidad que tienen, pues incluso son consideradas un viaje al centro de la tierra.
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Las principales estaciones que reunieron a cientos de personas desde que comenzaron los bombardeos en distintos puntos del país, fueron las sedes del metro en Kiev, Járkov y Kharkiv, esto debido a que son la capital del país y las ciudades más cercanas a la frontera con Rusia.
Este es el principal medio de transporte del país europeo, pues tan sólo el del Kiev consta de tres líneas que recorren más de 67 kilómetros a lo largo de 52 estaciones, que son recorridas por más de un millón de personas a diario.
La primera idea de este proyecto surgió en 1884, que en aquel entonces fue entregado por el entonces director de los ferrocarriles del sudoeste, Dmetró Andrievskiy, que planeaba crear túneles subterráneos que comenzaran cerca de la plaza Poshtova y terminaran cerca de Bessarabka, aunque tras una serie de discusiones fue rechazado.
Posteriormente fue en 1934, cuando la capital de la República Socialista Soviética de Ucrania se trasladó de Járkov a Kiev, por lo que el 9 de julio de 1936, el Ayuntamiento evaluó el proyecto del ingeniero Papazov llamado "El Proyecto del Metro de Kiev".
Pero todo quedó en suspenso, hasta que en 1938 los trabajos preparatorios para ese servicio se vieron empañados por el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1941, tras lo que la ciudad de Kiev terminó gravemente destruida, por lo que se ordenó su reconstrucción masiva, en un proyecto en el que ya estaba considerado el metro.
Fue hasta el 22 de febrero de 1945 que definitivamente se ordenó la construcción del metro, por lo que los expertos analizaron el flujo de pasajeros, a fin de determinar cuál era el sitio más adecuado para su construcción, determinando las líneas Sviatoshyn–Brovary, Kurenivka–Demiyivka y Syrets –Pechersk, las cuales tendrían que construirse para 1950.
Pero todo se retrasó y la empresa "Kyivmetrobud", que se encargaría de la construcción se creó hasta el 14 de abril de 1949, por lo que fue hasta agosto de ese año que comenzó la construcción subterránea.
Pero el proyecto presentó diversas dificultades durante su ejecución, muchas de ellas a causa de su profundidad, pues por lo menor en el caos de la estación de Arsenalna constantemente se inundó por aguas subterráneas.
Aunque esta determinación si fue considerada desde su construcción, previendo que fueran utilizadas como refugio en caso de que se desatara un ataque con bombas y hasta una catástrofe nuclear, pues muchos túneles incluso están equipados con sólidas puertas de metal, búnkers construidos durante la Guerra Fría y lugares para proteger y acomodar a personas.
Pese a todo ello, el metro no estuvo disponible al público el mismo día en que se abrió la línea, pues durante la primera semana fueron necesarios pases especiales para montar en el metro y fue hasta el 13 de noviembre de 1960 que el servicio al público comenzó.
Uno de los detalles que hace peculiar a la red del metro de Ucrania es su profundidad, de aquí que la ciudadanía sabe que ante un suceso como el que enfrentan actualmente frente a Rusia puede servir de bunker.
La estación Arsenalna, considerada como el punto más profundo de la tierra con acceso a humanos, se ubica 105.5 metros bajo la tierra, en pleno centro del país y el poder llegar a este lugar implica un recorrido de más de cinco minutos desde la superficie, incluso este medio de transporte no es apto para aquellos que sufren vértigo.
Para su acceso, fueron colocados dos tramos de escaleras eléctricas que parecen no tener final y las cuales cuentan con una gran variedad de carteles publicitarios luminosos, incluso es tal la duración del trayecto, que muchos de los usuarios incluso aprovechan para leer un libro.
Su decoración cuenta con bancos de madera, paredes de mármol color crema, techos de bóveda hechos de yeso blando, pilares grises, además de algunos detalles en bronce, condiciones que hacen que su temperatura sea constante sin importar la época del año y las condiciones del exterior.
Nota originalmente en: El Sol de Puebla
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