/ domingo 10 de noviembre de 2019

¿Cómo dijo?

No te pases de lanza


Supongo que muchas mamás de hoy también lo hacen, pero las de antes —como la mía— era de lo más común que cuando nos portábamos mal en algún lugar público, bastaba con que mi mamá nos lanzara una mirada de esas que dan miedo, para que dejáramos de hacer travesuras y le hiciéramos caso… Ya sabe usted, de esas miradas que te dejan helado porque al verlas casi podías escuchar a tu madre diciendo: “Ándale, sigue portándote así de mal y ahorita que lleguemos a la casa vas a ver… ¡va a llover mole!”. ¿Y realmente llovía mole? Pues no, literalmente no caía del cielo ese delicioso platillo típico mexicano, pero es una forma coloquial de decirnos “te voy a moler a nalgadas…” Claro que no nos pegaban —casi nunca— pero la advertencia era real.

Al verbo lanzar lo usamos mucho. “El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”, dice el Evangelio de los católicos y ésta se volvió una frase muy usada para decir que no debemos criticar a los demás porque todos hemos hecho cosas que no son muy buenas que digamos, que a lo mejor son peores que las de aquellos a quienes criticamos.

Lanzar es echar, arrojar, soltar. También es difundir algo nuevo, como cuando se lanza una campaña de publicidad o la nueva canción de un artista. A propósito de publicidad, en los anuncios nos dicen frecuentemente: “¡No lo pienses más y lánzate a comprarlo!” refiriéndose a ese producto maravilloso que hasta hace un momento no me hacía falta, pero ahora ¡lo necesito tanto! En este caso, el verbo lanzar es usado con el significado de “empezar una acción sin pensar” pero eso sí, ¡con mucho ánimo de iniciar!

El verbo lanzar tiene su origen —al igual que muchas otras palabras que usamos— en el latín y es lanceare que significa “manejar la lanza”. O sea que originalmente, lanzar era manejar o tirar una lanza. ¿Y qué es la lanza? Pues un palo largo que sirve como arma, ya que en uno de sus extremos tiene una punta, que puede ser de madera o de hierro —muchas veces filosa como un cuchillo— y que era el arma preferida en la antigüedad… claro, antes de que se inventaran las de fuego.

“Le metió la lanza hasta el regatón” es una frase no muy conocida pero que existe. El regatón —¡no confundir con la música de reguetón o reggaetón!— era el casquillo o abrazadera de metal que se le ponía a las lanzas en el extremo contrario a la punta, para que el palo estuviera… pues, más firme. Entonces, la frase mencionada quiere decir que tal persona le hizo todo el daño que pudo a la otra, porque le clavó prácticamente toda la lanza en su lastimado cuerpo. ¡No, pues qué gacho!

Otra frase, mucho más conocida y muy mexicana, es la de “pasado de lanza”. Si una persona le dice a otra: “¡no te pases de lanza!” le está diciendo que no se aproveche de alguien, que no sea abusivo; es una forma de decir: “no te pases de listo”. ¿Y por qué una lanza? Porque, como ya dijimos, la lanza es un arma que hace daño por su filo, porque es aguda, punzante. Es lo mismo que decirle a alguien que no exagere de punzante, de filoso, de agudo o de vivo.

Y antes de que se me acuse de que me estoy pasando de lanza, me despido muy cortésmente de usted, querido lector.

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO: José Armando escribe desde Xalapa para preguntarme lo siguiente: “¿Se dice ‘ponte abusado’ o ‘ponte aguzado’?”

RESPUESTA: Originalmente es “ponte aguzado” para decirle a alguien que se ponga listo, que “esté al tiro”, que este despierto, atento y que agudice sus sentidos. Por costumbre, en México, Guatemala y Honduras se usa también la frase “ponerse abusado” con el mismo significado, o sea que se usan ambas formas.

AHORA PREGUNTO: Se escucha mucho la palabra contubernio, pero ¿sabe usted bien qué significa contubernio?

a.- Matrimonio.

b.- Cohabitación ilícita.

c.- Alianza estratégica.

d.- Agresión traicionera.

RESPUESTA: b. Contubernio se refiere a personas que cohabitan ilícitamente, es decir, que no son cónyuges reconocidos por la ley.

Me despido con esta frase para reflexionar: Es fácil esquivar una lanza, mas no el puñal que ver no se alcanza. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.


No te pases de lanza


Supongo que muchas mamás de hoy también lo hacen, pero las de antes —como la mía— era de lo más común que cuando nos portábamos mal en algún lugar público, bastaba con que mi mamá nos lanzara una mirada de esas que dan miedo, para que dejáramos de hacer travesuras y le hiciéramos caso… Ya sabe usted, de esas miradas que te dejan helado porque al verlas casi podías escuchar a tu madre diciendo: “Ándale, sigue portándote así de mal y ahorita que lleguemos a la casa vas a ver… ¡va a llover mole!”. ¿Y realmente llovía mole? Pues no, literalmente no caía del cielo ese delicioso platillo típico mexicano, pero es una forma coloquial de decirnos “te voy a moler a nalgadas…” Claro que no nos pegaban —casi nunca— pero la advertencia era real.

Al verbo lanzar lo usamos mucho. “El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”, dice el Evangelio de los católicos y ésta se volvió una frase muy usada para decir que no debemos criticar a los demás porque todos hemos hecho cosas que no son muy buenas que digamos, que a lo mejor son peores que las de aquellos a quienes criticamos.

Lanzar es echar, arrojar, soltar. También es difundir algo nuevo, como cuando se lanza una campaña de publicidad o la nueva canción de un artista. A propósito de publicidad, en los anuncios nos dicen frecuentemente: “¡No lo pienses más y lánzate a comprarlo!” refiriéndose a ese producto maravilloso que hasta hace un momento no me hacía falta, pero ahora ¡lo necesito tanto! En este caso, el verbo lanzar es usado con el significado de “empezar una acción sin pensar” pero eso sí, ¡con mucho ánimo de iniciar!

El verbo lanzar tiene su origen —al igual que muchas otras palabras que usamos— en el latín y es lanceare que significa “manejar la lanza”. O sea que originalmente, lanzar era manejar o tirar una lanza. ¿Y qué es la lanza? Pues un palo largo que sirve como arma, ya que en uno de sus extremos tiene una punta, que puede ser de madera o de hierro —muchas veces filosa como un cuchillo— y que era el arma preferida en la antigüedad… claro, antes de que se inventaran las de fuego.

“Le metió la lanza hasta el regatón” es una frase no muy conocida pero que existe. El regatón —¡no confundir con la música de reguetón o reggaetón!— era el casquillo o abrazadera de metal que se le ponía a las lanzas en el extremo contrario a la punta, para que el palo estuviera… pues, más firme. Entonces, la frase mencionada quiere decir que tal persona le hizo todo el daño que pudo a la otra, porque le clavó prácticamente toda la lanza en su lastimado cuerpo. ¡No, pues qué gacho!

Otra frase, mucho más conocida y muy mexicana, es la de “pasado de lanza”. Si una persona le dice a otra: “¡no te pases de lanza!” le está diciendo que no se aproveche de alguien, que no sea abusivo; es una forma de decir: “no te pases de listo”. ¿Y por qué una lanza? Porque, como ya dijimos, la lanza es un arma que hace daño por su filo, porque es aguda, punzante. Es lo mismo que decirle a alguien que no exagere de punzante, de filoso, de agudo o de vivo.

Y antes de que se me acuse de que me estoy pasando de lanza, me despido muy cortésmente de usted, querido lector.

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO: José Armando escribe desde Xalapa para preguntarme lo siguiente: “¿Se dice ‘ponte abusado’ o ‘ponte aguzado’?”

RESPUESTA: Originalmente es “ponte aguzado” para decirle a alguien que se ponga listo, que “esté al tiro”, que este despierto, atento y que agudice sus sentidos. Por costumbre, en México, Guatemala y Honduras se usa también la frase “ponerse abusado” con el mismo significado, o sea que se usan ambas formas.

AHORA PREGUNTO: Se escucha mucho la palabra contubernio, pero ¿sabe usted bien qué significa contubernio?

a.- Matrimonio.

b.- Cohabitación ilícita.

c.- Alianza estratégica.

d.- Agresión traicionera.

RESPUESTA: b. Contubernio se refiere a personas que cohabitan ilícitamente, es decir, que no son cónyuges reconocidos por la ley.

Me despido con esta frase para reflexionar: Es fácil esquivar una lanza, mas no el puñal que ver no se alcanza. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.


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