/ lunes 2 de octubre de 2017

Cuentas claras | Finanzas públicas

Hay responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas y esto se refleja en los resultados obtenidos al pasado mes de agosto, cuando se tuvo un superávit acumulado de 105.4 mil millones de pesos, que contrasta favorablemente con el déficit de 202.9 mil millones de pesos registrado en el mismo lapso del año pasado y con el déficit previsto de 383.3 mil millones de pesos.

Por el lado de los ingresos presupuestarios, fueron de tres billones 440 mil 468.6 millones de pesos, lo que representó un crecimiento real de 2.5% y fueron mayores en 531 mil 981.1 millones de pesos  lo programado, incluyendo el remanente de operación del Banco de México.

Incluso, si se excluye este factor y los ingresos por las aportaciones patrimoniales del gobierno federal a Pemex el año pasado, los ingresos crecieron 6.3% y fueron superiores a lo previsto en 210.3 mil millones de pesos. Esto muestra que hay buenos resultados

Dentro de los ingresos, los petroleros fueron de 553 mil 121.5 millones de pesos, inferiores en 9.6% en relación a igual lapso del año anterior, pero esto se debió a la aportación patrimonial que el gobierno federal realizó a Pemex el año pasado por 160.7 mil millones de pesos.

Si se deja fuera esta aportación, entonces los ingresos petroleros aumentaron en 25.2% real, debido fundamentalmente a que el precio de la mezcla mexicana de petróleo subió de 31.7 dólares por barril el año pasado a 43.4 dólares este año.

La recaudación de impuestos jugó un papel fundamental, pues alcanzó un billón 959 mil 346.6 millones de pesos, que comparado con lo que se había programado en la Ley de Ingresos representó un aumento de 95 mil 9.4 millones de pesos; es decir, de 5.1%.

Sin considerar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios de las gasolinas, el crecimiento de los ingresos tributarios fue de 4.5% real en comparación con el mismo lapso del año pasado.

La recaudación del Impuesto Sobre la Renta fue de un billón 74 mil 825 millones de pesos, 4.2% superior a lo obtenido en el mismo período del año pasado y 8.3% mayor a lo previsto; mientras que en el Impuesto al Valor Agregado se obtuvieron 562 mil 891 millones de pesos, superior en 6% a lo programado.

El comportamiento en la recaudación de impuestos refleja que la economía nacional continúa creciendo -aunque no sea a las tasas deseables- y que el consumo en el mercado interno sigue evolucionando bien.

El gasto sumó tres billones 355 mil 202.7 millones de pesos, mayor a lo programado en 63.2 mil millones de pesos, pero si se excluye la operación derivada del remanente de operación del Banco de México, el gasto neto pagado es menor en 33.3 mil millones de pesos respecto a lo programado.

El gasto programable bajó 46.4 mil millones de pesos, de los que 31.7 mil millones corresponden a la administración pública centralizada, 31.9 mil millones a Pemex y 14.4 mil millones al IMSS a ISSSTE, pero hubo un mayor gasto de operación de la CFE por 32.6 mil millones de pesos.

El gasto no programable fue de 568 mil 56.7 millones de pesos y aumentó 32 mil 14.7 millones de pesos respecto al programa y esto se debió al mayor pago de participaciones a las entidades federativas por la evolución favorable de la recaudación de impuestos.

Y el costo financiero de la deuda sumó 329 mil 905.7 millones de pesos, que si bien es cierto fue inferior en casi 19 mil millones de pesos a lo previsto, representó un incremento real de 10% respecto al año pasado.

caro.navarrete@yahoo.com.mx

Hay responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas y esto se refleja en los resultados obtenidos al pasado mes de agosto, cuando se tuvo un superávit acumulado de 105.4 mil millones de pesos, que contrasta favorablemente con el déficit de 202.9 mil millones de pesos registrado en el mismo lapso del año pasado y con el déficit previsto de 383.3 mil millones de pesos.

Por el lado de los ingresos presupuestarios, fueron de tres billones 440 mil 468.6 millones de pesos, lo que representó un crecimiento real de 2.5% y fueron mayores en 531 mil 981.1 millones de pesos  lo programado, incluyendo el remanente de operación del Banco de México.

Incluso, si se excluye este factor y los ingresos por las aportaciones patrimoniales del gobierno federal a Pemex el año pasado, los ingresos crecieron 6.3% y fueron superiores a lo previsto en 210.3 mil millones de pesos. Esto muestra que hay buenos resultados

Dentro de los ingresos, los petroleros fueron de 553 mil 121.5 millones de pesos, inferiores en 9.6% en relación a igual lapso del año anterior, pero esto se debió a la aportación patrimonial que el gobierno federal realizó a Pemex el año pasado por 160.7 mil millones de pesos.

Si se deja fuera esta aportación, entonces los ingresos petroleros aumentaron en 25.2% real, debido fundamentalmente a que el precio de la mezcla mexicana de petróleo subió de 31.7 dólares por barril el año pasado a 43.4 dólares este año.

La recaudación de impuestos jugó un papel fundamental, pues alcanzó un billón 959 mil 346.6 millones de pesos, que comparado con lo que se había programado en la Ley de Ingresos representó un aumento de 95 mil 9.4 millones de pesos; es decir, de 5.1%.

Sin considerar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios de las gasolinas, el crecimiento de los ingresos tributarios fue de 4.5% real en comparación con el mismo lapso del año pasado.

La recaudación del Impuesto Sobre la Renta fue de un billón 74 mil 825 millones de pesos, 4.2% superior a lo obtenido en el mismo período del año pasado y 8.3% mayor a lo previsto; mientras que en el Impuesto al Valor Agregado se obtuvieron 562 mil 891 millones de pesos, superior en 6% a lo programado.

El comportamiento en la recaudación de impuestos refleja que la economía nacional continúa creciendo -aunque no sea a las tasas deseables- y que el consumo en el mercado interno sigue evolucionando bien.

El gasto sumó tres billones 355 mil 202.7 millones de pesos, mayor a lo programado en 63.2 mil millones de pesos, pero si se excluye la operación derivada del remanente de operación del Banco de México, el gasto neto pagado es menor en 33.3 mil millones de pesos respecto a lo programado.

El gasto programable bajó 46.4 mil millones de pesos, de los que 31.7 mil millones corresponden a la administración pública centralizada, 31.9 mil millones a Pemex y 14.4 mil millones al IMSS a ISSSTE, pero hubo un mayor gasto de operación de la CFE por 32.6 mil millones de pesos.

El gasto no programable fue de 568 mil 56.7 millones de pesos y aumentó 32 mil 14.7 millones de pesos respecto al programa y esto se debió al mayor pago de participaciones a las entidades federativas por la evolución favorable de la recaudación de impuestos.

Y el costo financiero de la deuda sumó 329 mil 905.7 millones de pesos, que si bien es cierto fue inferior en casi 19 mil millones de pesos a lo previsto, representó un incremento real de 10% respecto al año pasado.

caro.navarrete@yahoo.com.mx