/ domingo 10 de junio de 2018

Dios perdona; la naturaleza, nunca

El llamado “Volcán de Fuego”, -su nombre indígena es "Chi'gag", que se traduciría del idioma cakchiquelal español como "donde está el fuego"-, es un estratovolcán -tipo de volcán cónico y de gran altura que, como su nombre indica, está compuesto por múltiples estratos o capas de lava endurecida-, situado al centro-sur de Guatemala, asolo 44 kilómetros de la ciudad de Guatemala. Se trata de uno de los más impresionantes de Centroamérica, al reconocer la violencia de sus erupciones, además de reconocerse su continua actividad desde tiempos de la Conquista, al grado que se afirma que el conquistador Pedro de Alvarado pudo verlo en erupción en el año de 1524.

Sabíamos, siempre se ha tenido conciencia de su actividad, reconocido incluso comouno de los volcanes más activos del mundo: ha tenido más de 60 erupciones desde 1524, incluida una gran erupción en 1974 que produjo flujos piroclásticos - compuestos por lodo, agua, palos y rocas-, que destruyeron la cosecha de invierno y la lluvia de cenizas de la región que cubrieron las ciudades cercanas; sin embargo, su fase más eruptiva comenzó en 2002, pero en el 2012 se produjo una erupción explosiva que obligó a 33,000 personas a evacuar, sin reportarse entonces víctima alguna; no obstante, la población aledaña se estimaba en 54,000 habitantes dentro de 10 kilómetros y más de un millón en un diámetro de 30 kilómetros.

Pues bien –muy mal-, pese a la información y amenazas sobre el coloso, el pasado domingo 3 de junio, cerca del mediodía -hora local-, el “Volcán de Fuego” decidió despertar…comenzó una erupción -la más mortífera de Guatemala desde la erupción de Santa María en 1902, llevándose entre las lavas candentes pueblos enteros y enterrando personas, animales, casas, automóviles, etcétera… Las víctimas ascienden al menos a un centenar – de todas las edades, y debido a las intensas lesiones por calor y quemaduras, muchos cuerpos deberán identificarse con métodos antropológicos y ADN-, y el número de heridos se cuenta alrededor de trescientos; miles de personas evacuadas, el cierre temporal del Aeropuerto Internacional La Aurora –principal puerto aéreo de Guatemala-, en donde se desplegaron miembros del ejército guatemalteco para mantener las cenizas fuera del asfalto y que éste pudiese volver a operar al día siguiente.

El martes 5 de junio, se produjo una nueva erupción lo que provocó nuevas evacuaciones dado que, según analistas expertos, nuevamente había riesgo de que el coloso aventara flujos piroclásticos y lava incandescente.

Guatemala está de luto. La acompaña la solidaridad y el consuelo del mundo lo cual reconforta –a la Nación, no a los deudos-, pero las cenizas y arena lanzadas así como el olor a azufrecausados por el Volcán de Fuego hacen patente la tragedia; aun arden los ojos, el piso está caliente y queda más de un millón de damnificados entre los que se cuentan cientos de heridos…

De aquella espléndida carretera turística no queda más que el recuerdo ahora teñido de gris ceniza y arena, en la incertidumbre respecto a lo que "Chi'gag" pueda deparar: quizá algunos centímetros de tierra que cubren la circulación de lava ardiente.

Como dato adicional diremos que además del volcán de Fuego, en Guatemala también están activos los volcanes Santiaguito (oeste) y Pacaya (20 km al sur de la capital)… Dios los ampare…

Lo cierto es que la consternación causada por la presencia de los fenómenos naturales transformados en desastres redundan en frustración desolación, tristeza que en muchas ocasiones han de ser previsibles: las consecuencias de terremotos, ciclones, erupciones volcánicas, si bien incontrolables dada la fuerza de la naturaleza, pueden y deben ser menos fatales mediante la previsión, la planificación y el compromiso con la ciudadanía: la investigación y el conocimiento del hombre nos ha llevado asaber cómo se forman, su magnitud y su fuerza, por lo que elcompromiso con las víctimas de estos desastres naturalesmerece incentivar la cultura de protección civil, respetar los protocolos,exigir prevención ymejores infraestructuras… la naturaleza no perdona y el hombre la ha dañado, respetémosla pues!!!

gamogui@hotmail.com



El llamado “Volcán de Fuego”, -su nombre indígena es "Chi'gag", que se traduciría del idioma cakchiquelal español como "donde está el fuego"-, es un estratovolcán -tipo de volcán cónico y de gran altura que, como su nombre indica, está compuesto por múltiples estratos o capas de lava endurecida-, situado al centro-sur de Guatemala, asolo 44 kilómetros de la ciudad de Guatemala. Se trata de uno de los más impresionantes de Centroamérica, al reconocer la violencia de sus erupciones, además de reconocerse su continua actividad desde tiempos de la Conquista, al grado que se afirma que el conquistador Pedro de Alvarado pudo verlo en erupción en el año de 1524.

Sabíamos, siempre se ha tenido conciencia de su actividad, reconocido incluso comouno de los volcanes más activos del mundo: ha tenido más de 60 erupciones desde 1524, incluida una gran erupción en 1974 que produjo flujos piroclásticos - compuestos por lodo, agua, palos y rocas-, que destruyeron la cosecha de invierno y la lluvia de cenizas de la región que cubrieron las ciudades cercanas; sin embargo, su fase más eruptiva comenzó en 2002, pero en el 2012 se produjo una erupción explosiva que obligó a 33,000 personas a evacuar, sin reportarse entonces víctima alguna; no obstante, la población aledaña se estimaba en 54,000 habitantes dentro de 10 kilómetros y más de un millón en un diámetro de 30 kilómetros.

Pues bien –muy mal-, pese a la información y amenazas sobre el coloso, el pasado domingo 3 de junio, cerca del mediodía -hora local-, el “Volcán de Fuego” decidió despertar…comenzó una erupción -la más mortífera de Guatemala desde la erupción de Santa María en 1902, llevándose entre las lavas candentes pueblos enteros y enterrando personas, animales, casas, automóviles, etcétera… Las víctimas ascienden al menos a un centenar – de todas las edades, y debido a las intensas lesiones por calor y quemaduras, muchos cuerpos deberán identificarse con métodos antropológicos y ADN-, y el número de heridos se cuenta alrededor de trescientos; miles de personas evacuadas, el cierre temporal del Aeropuerto Internacional La Aurora –principal puerto aéreo de Guatemala-, en donde se desplegaron miembros del ejército guatemalteco para mantener las cenizas fuera del asfalto y que éste pudiese volver a operar al día siguiente.

El martes 5 de junio, se produjo una nueva erupción lo que provocó nuevas evacuaciones dado que, según analistas expertos, nuevamente había riesgo de que el coloso aventara flujos piroclásticos y lava incandescente.

Guatemala está de luto. La acompaña la solidaridad y el consuelo del mundo lo cual reconforta –a la Nación, no a los deudos-, pero las cenizas y arena lanzadas así como el olor a azufrecausados por el Volcán de Fuego hacen patente la tragedia; aun arden los ojos, el piso está caliente y queda más de un millón de damnificados entre los que se cuentan cientos de heridos…

De aquella espléndida carretera turística no queda más que el recuerdo ahora teñido de gris ceniza y arena, en la incertidumbre respecto a lo que "Chi'gag" pueda deparar: quizá algunos centímetros de tierra que cubren la circulación de lava ardiente.

Como dato adicional diremos que además del volcán de Fuego, en Guatemala también están activos los volcanes Santiaguito (oeste) y Pacaya (20 km al sur de la capital)… Dios los ampare…

Lo cierto es que la consternación causada por la presencia de los fenómenos naturales transformados en desastres redundan en frustración desolación, tristeza que en muchas ocasiones han de ser previsibles: las consecuencias de terremotos, ciclones, erupciones volcánicas, si bien incontrolables dada la fuerza de la naturaleza, pueden y deben ser menos fatales mediante la previsión, la planificación y el compromiso con la ciudadanía: la investigación y el conocimiento del hombre nos ha llevado asaber cómo se forman, su magnitud y su fuerza, por lo que elcompromiso con las víctimas de estos desastres naturalesmerece incentivar la cultura de protección civil, respetar los protocolos,exigir prevención ymejores infraestructuras… la naturaleza no perdona y el hombre la ha dañado, respetémosla pues!!!

gamogui@hotmail.com



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