/ lunes 2 de agosto de 2021

El abuso sexual contra las gimnastas

¿Quién no ha disfrutado la presentación espectacular de las chicas gimnastas en las olimpiadas? Estas adolescentes demuestran el control intrépido de su cuerpo, y un ejemplo son las increíbles acrobacias de Simone Biles, quien en 2016 ganó 4 medallas de oro. Ella como muchas chicas, según una investigación periodística del Indianapolis Star, sufrieron maltrato indigno y degradante por los directivos de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos USA Gymnastics y mucho peor: el abuso sexual del doctor del equipo estadounidense Larry Nassar, hoy confinado en una prisión.

En el marco de las Olimpiadas que se están realizando en Tokyo, nuevamente surge el tema del maltrato e imposición de reglas particularmente para las chicas; fue inusitado la decisión del equipo noruego de balonmano playero que se negaron a usar bikini y en su lugar decidieron usar un pantalón corto, como sí lo usa el equipo de los hombres. La propia Simone puso el tema de la salud mental de las atletas y que demuestra lo que son, personas humanas que sufren en silencio situaciones que deben ser mayormente atendidas y comprendidas, también prevenidas.

Cada que se hace público una situación de violación en algún deporte, se evidencia la impunidad de los pederastas por años. Y esta se ventila contundentemente en un documental de una plataforma de streaming por suscripción que se intitula Atleta A.

Algo acontece que no se tome en consideración los antecedentes de algún entrenador que hace de las suyas en algún lugar, sin embargo aparece en otro lugar como si nada. Igual que un sacerdote señalado por abusador de niños, y aparece en otra iglesia. Quienes son acusados de violación de niñas y niños deben ser aprendidos porque lo volverán a hacer. Y en el caso de las gimnastas los funcionarios no tomaban con seriedad acusaciones porque eran “denuncias de oídas”, lo que permitió los depredadores sexuales siguieran gozando de impunidad. El Dr. Larry Nassar, parecía ser un hombre encantador preocupado por la comunidad. Una de las cuestiones que se observa en este reportaje es que a las chicas no se les cree, se les avergüenza, se les maltrata por algún error o por su peso, entonces viene la atención de un adulto amable quién les regalaba comida o algún dulce después de tocarlas con sus dedos en sus vaginas y violarlas.

Los pederastas buscan empleos ad hoc, deciden ser sacerdotes o ministros religiosos, trabajar en jardines de niñas y niños, maestros, o guías de boy scouts, buscan estar en actividades donde tienen acceso con menores de edad; otros son especialmente simpáticos con las y los infantes de sus familiares o vecinos, pueden ser o no personas con relaciones de pareja normales. Los pederastas no muestran ningún sentimiento ante el sufrimiento que provocan. Hay estudios que evidencian que entre el 10 y 25 % de las personas ha sufrido algún evento de abuso sexual durante la infancia.

Bien conviene recordar una entrevista que Simone Biles al programa 60 minutos de la CBS, ella dijo que si tuviese una hija que quisiera entrenar en el equipo de gimnasia artística de Estados Unidos se lo prohibiría, enfatizó que no se siente lo suficientemente cómoda con la Federación de su país porque “no nos han asegurado que nunca más volverá a suceder”. Estos hechos nos obligan a señalar que necesitamos una sociedad más protectora de sus niñas y niños.


¿Quién no ha disfrutado la presentación espectacular de las chicas gimnastas en las olimpiadas? Estas adolescentes demuestran el control intrépido de su cuerpo, y un ejemplo son las increíbles acrobacias de Simone Biles, quien en 2016 ganó 4 medallas de oro. Ella como muchas chicas, según una investigación periodística del Indianapolis Star, sufrieron maltrato indigno y degradante por los directivos de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos USA Gymnastics y mucho peor: el abuso sexual del doctor del equipo estadounidense Larry Nassar, hoy confinado en una prisión.

En el marco de las Olimpiadas que se están realizando en Tokyo, nuevamente surge el tema del maltrato e imposición de reglas particularmente para las chicas; fue inusitado la decisión del equipo noruego de balonmano playero que se negaron a usar bikini y en su lugar decidieron usar un pantalón corto, como sí lo usa el equipo de los hombres. La propia Simone puso el tema de la salud mental de las atletas y que demuestra lo que son, personas humanas que sufren en silencio situaciones que deben ser mayormente atendidas y comprendidas, también prevenidas.

Cada que se hace público una situación de violación en algún deporte, se evidencia la impunidad de los pederastas por años. Y esta se ventila contundentemente en un documental de una plataforma de streaming por suscripción que se intitula Atleta A.

Algo acontece que no se tome en consideración los antecedentes de algún entrenador que hace de las suyas en algún lugar, sin embargo aparece en otro lugar como si nada. Igual que un sacerdote señalado por abusador de niños, y aparece en otra iglesia. Quienes son acusados de violación de niñas y niños deben ser aprendidos porque lo volverán a hacer. Y en el caso de las gimnastas los funcionarios no tomaban con seriedad acusaciones porque eran “denuncias de oídas”, lo que permitió los depredadores sexuales siguieran gozando de impunidad. El Dr. Larry Nassar, parecía ser un hombre encantador preocupado por la comunidad. Una de las cuestiones que se observa en este reportaje es que a las chicas no se les cree, se les avergüenza, se les maltrata por algún error o por su peso, entonces viene la atención de un adulto amable quién les regalaba comida o algún dulce después de tocarlas con sus dedos en sus vaginas y violarlas.

Los pederastas buscan empleos ad hoc, deciden ser sacerdotes o ministros religiosos, trabajar en jardines de niñas y niños, maestros, o guías de boy scouts, buscan estar en actividades donde tienen acceso con menores de edad; otros son especialmente simpáticos con las y los infantes de sus familiares o vecinos, pueden ser o no personas con relaciones de pareja normales. Los pederastas no muestran ningún sentimiento ante el sufrimiento que provocan. Hay estudios que evidencian que entre el 10 y 25 % de las personas ha sufrido algún evento de abuso sexual durante la infancia.

Bien conviene recordar una entrevista que Simone Biles al programa 60 minutos de la CBS, ella dijo que si tuviese una hija que quisiera entrenar en el equipo de gimnasia artística de Estados Unidos se lo prohibiría, enfatizó que no se siente lo suficientemente cómoda con la Federación de su país porque “no nos han asegurado que nunca más volverá a suceder”. Estos hechos nos obligan a señalar que necesitamos una sociedad más protectora de sus niñas y niños.