/ lunes 8 de octubre de 2018

El Nobel contra la violencia sexual

El Premio Nobel de la Paz da un giro significativo al otorgarlo a quienes han luchado contra la violencia sexual que se expresa de manera cruenta en violaciones a mujeres, incluidas niñas pequeñas y la trata de mujeres con fines de explotación sexual. El Premio lo comparten el Dr. Denis Mukwege congoleño, y Nadia Murad iraquí “por sus esfuerzos para terminar con el uso de la violencia sexual como arma de guerra y en conflictos armados”.

Denis africano y Nadia asiática. No se conocen y con una distancia de 5,000 kilómetros entre ellos comparten un cometido que ha sido evaluado por el Comité Nobel Noruego para otorgarles este año, el Premio Nobel de la Paz. Veámos:

Mukwege se ha dedicado a atender a las víctimas de violaciones sexuales brutales con bayonetas y otros objetos, incluso líquidos químicos que han dejado destrozadas las vaginas de mujeres y niñas pequeñas. Esta crueldad inhumana es parte del botín de guerra de los conflictos armados perpetrados por diversos grupos rebeldes quienes realizan actos criminales para infundir miedo y terror en la población. El Dr Mukwege desde hace 20 años atiende de manera gratuita a mujeres y niñas, salvo un pequeño lapso en el que tuvo que refugiarse junto con su familia en Europa por amenazas de muerte. Cientos de mujeres pagaron su boleto de regreso al Congo para que no las abandonara, el Dr Mukwege expresó que dejarlas en el abandono equivalía a aceptar que los violadores habían ganado. Hoy denuncia estas violaciones y la impunidad con que se mueven estos delincuentes. Ha dicho: “yo lucho para reparar la dignidad de las mujeres”.

Ustedes se imaginan cómo puede ser reparada la dignidad de estas niñas quienes quizá nunca puedan tener una vida sexual normal?

Nadia Murad es una chica cuya familia pertenece a la Minoría Yazidí, minoría étnica del pueblo kurdo, una de las más azoradas por el Estado Islámico. Nadia y su familia son sobrevivientes del terrible genicidio de 2014 la matanza de Sinjar en que el Estado Islámico mató y expulsó a las religiones minoritarias entre ellas a los Yazidís. Las mujeres y niñas fueron secuestradas y convertidas al Islam y los hombres asesinados. Nadia entonces de 19 años vivía con su madre y sus 12 hermanos cuando milicianos yihardistas llegaron a su pueblo. Asesinaron a sus hermanos, desaparecieron a su madre y ella junto otras mujeres jóvenes fue esclavizada, vendida y torturada hasta que pudo escapar. Ella no tiene duda que quieren desaparecer a su pueblo, la violación es su arma de guerra para destrozar a las mujeres para siempre, expresa. Ninguna mujer violada o que ha sido obligada a adoptar el Islam es aceptada de nuevo por los Yazidís.

Por eso se ha convertido en una activista y lo mismo denuncia estos crímenes en el parlamento europeo que ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El mundo debe conocer los abusos contra su pueblo y cómo secuestran a las mujeres para convertirlas en esclavas sexuales

Denis Mukwege y Nadia Murad son merecedores del Premio Nobel porque han trabajado más y mejor en favor de la abolición de ejércitos extremistas que han venido abusando sexualmente de niñas y mujeres de manera impune. Es significativo que la paz esté inscrita justamente como una categoría indispensable para la vida y la libertad de las mujeres y su acceso a una vida libre de toda violencia. Ese horror debe ser castigado.


El Premio Nobel de la Paz da un giro significativo al otorgarlo a quienes han luchado contra la violencia sexual que se expresa de manera cruenta en violaciones a mujeres, incluidas niñas pequeñas y la trata de mujeres con fines de explotación sexual. El Premio lo comparten el Dr. Denis Mukwege congoleño, y Nadia Murad iraquí “por sus esfuerzos para terminar con el uso de la violencia sexual como arma de guerra y en conflictos armados”.

Denis africano y Nadia asiática. No se conocen y con una distancia de 5,000 kilómetros entre ellos comparten un cometido que ha sido evaluado por el Comité Nobel Noruego para otorgarles este año, el Premio Nobel de la Paz. Veámos:

Mukwege se ha dedicado a atender a las víctimas de violaciones sexuales brutales con bayonetas y otros objetos, incluso líquidos químicos que han dejado destrozadas las vaginas de mujeres y niñas pequeñas. Esta crueldad inhumana es parte del botín de guerra de los conflictos armados perpetrados por diversos grupos rebeldes quienes realizan actos criminales para infundir miedo y terror en la población. El Dr Mukwege desde hace 20 años atiende de manera gratuita a mujeres y niñas, salvo un pequeño lapso en el que tuvo que refugiarse junto con su familia en Europa por amenazas de muerte. Cientos de mujeres pagaron su boleto de regreso al Congo para que no las abandonara, el Dr Mukwege expresó que dejarlas en el abandono equivalía a aceptar que los violadores habían ganado. Hoy denuncia estas violaciones y la impunidad con que se mueven estos delincuentes. Ha dicho: “yo lucho para reparar la dignidad de las mujeres”.

Ustedes se imaginan cómo puede ser reparada la dignidad de estas niñas quienes quizá nunca puedan tener una vida sexual normal?

Nadia Murad es una chica cuya familia pertenece a la Minoría Yazidí, minoría étnica del pueblo kurdo, una de las más azoradas por el Estado Islámico. Nadia y su familia son sobrevivientes del terrible genicidio de 2014 la matanza de Sinjar en que el Estado Islámico mató y expulsó a las religiones minoritarias entre ellas a los Yazidís. Las mujeres y niñas fueron secuestradas y convertidas al Islam y los hombres asesinados. Nadia entonces de 19 años vivía con su madre y sus 12 hermanos cuando milicianos yihardistas llegaron a su pueblo. Asesinaron a sus hermanos, desaparecieron a su madre y ella junto otras mujeres jóvenes fue esclavizada, vendida y torturada hasta que pudo escapar. Ella no tiene duda que quieren desaparecer a su pueblo, la violación es su arma de guerra para destrozar a las mujeres para siempre, expresa. Ninguna mujer violada o que ha sido obligada a adoptar el Islam es aceptada de nuevo por los Yazidís.

Por eso se ha convertido en una activista y lo mismo denuncia estos crímenes en el parlamento europeo que ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El mundo debe conocer los abusos contra su pueblo y cómo secuestran a las mujeres para convertirlas en esclavas sexuales

Denis Mukwege y Nadia Murad son merecedores del Premio Nobel porque han trabajado más y mejor en favor de la abolición de ejércitos extremistas que han venido abusando sexualmente de niñas y mujeres de manera impune. Es significativo que la paz esté inscrita justamente como una categoría indispensable para la vida y la libertad de las mujeres y su acceso a una vida libre de toda violencia. Ese horror debe ser castigado.