/ domingo 21 de abril de 2024

Entre piernas y telones / Réquiem y Voraz

¡Pelearán a 2 rounds con límite de tiempo! En esta esquina Mónica Huarte y Alberto Estrella. Y en la otra Manuel Balbi y Alejandro Oliva. En medio del cuadrilátero (o mejor dicho del escenario) el autor de la primera y al mismo tiempo director de la segunda: Reynolds Robledo.

El enfrentamiento empieza los miércoles en el siempre cambiante Foro Lucerna, y continúa los viernes y sábados en el también versátil y camaleónico Foro Shakespeare.

En ambos casos se trata de duplas que muestran en las tablas dos historias fuertes, conmovedoras, actuales, políticamente cuestionables y, paradójicamente, divertidas en muchos momentos.

Suena la campana. Primer round: Arrancamos con “Réquiem”, escrita por Reynolds Robledo, que cuenta el obligado encuentro-enfrentamiento de una fiscal y un sacerdote en la antesala de una prisión en la que se ejecutará a un niño de nueve años que asesinó a cinco pequeños.

La acción sucede en Estados Unidos y entrelaza tres historias: la de la ya citada ejecución, y las vidas de ambos personajes que, sin saberlo, tienen mucho en común.

El texto es muy interesante, bien argumentado, y mantiene al público atento y “tomando partido” a lo largo de casi 80 minutos de acción; por cierto, con un muy buen ritmo que le ha impuesto Enrique Singer, director de escena.

Y evidentemente sobre los hombros de dos brillantes actores: Mónica y Alberto. Casi sin temor a equivocarme diría que éstos son de los mejores trabajos que le he visto a ambos. ¡Bravo, bravo, bravo!

Y lo mismo digo del texto de Reynolds. De lo mucho que le he visto, me parece el más sólido. Como sólido es también su trabajo como director de escena en “Voraz”, que puede degustarse los miércoles en la esquina de Lucerna y Milán, en la colonia Juárez.

Otra campanada. Segundo round: Escrita por Jorge Robinet, joven autor peruano, “Voraz” es una muestra clara de los nuevos rumbos que ha tomado la dramaturgia latinoamericana.

En este mismo espacio, hace algunas semanas elogiaba yo la calidad de las obras de autores uruguayos, y lamentaba yo que nos llegaran tan esporádicamente textos, tan buenos, de aquellas latitudes. Y celebraba la coincidencia del montaje varias de esas obras en los dos años recientes. Ahora vuelvo a aplaudir por este texto tan interesante llegado desde Perú.

Robinet es un comunicador y teatrero, que ha dirigido montajes en su país natal y en Inglaterra, donde estudió. Además de dramaturgo y director, es también guionista y docente.

En “Voraz”, Robinet se acerca a uno de los fenómenos más singulares de la última década: el éxito enorme de los programas de cocina y la consagración de los chefs como grandes estrellas mediáticas.

La trama gira en torno a dos hombres: un afamado chef y un aprendiz de cocinero que ha sido seleccionado para ser la materia prima de un singular platillo que preparara el primero. Evidentemente todo el proceso es trasmitido a un ávido y morboso público que ha pagado para vivir una experiencia así.

Manuel Balvi y Alejandro Oliva son esos dos personajes que cobran vida en una puesta en escena, ágil, ingeniosa, ocurrente y divertida dirigida por Reynolds.

Un buen trabajo en conjunto, que pone al público a pensar, pues en varias ocasiones a lo largo de la trama los espectadores son consultados y deben votar para decidir qué rumbo tomará la acción.

“Réquiem” y “Voraz”. Dos títulos contundentes, fuertes, llamativos y que representan retos para los espectadores, pues los pone frente a asuntos que están hoy a la distancia de un control de televisión o de cualquier dispositivo.

¡Qué fortuna que el teatro se ocupe de estos temas! ¡Suena la campana final, y hay un solo ganador: el público!

¡Pelearán a 2 rounds con límite de tiempo! En esta esquina Mónica Huarte y Alberto Estrella. Y en la otra Manuel Balbi y Alejandro Oliva. En medio del cuadrilátero (o mejor dicho del escenario) el autor de la primera y al mismo tiempo director de la segunda: Reynolds Robledo.

El enfrentamiento empieza los miércoles en el siempre cambiante Foro Lucerna, y continúa los viernes y sábados en el también versátil y camaleónico Foro Shakespeare.

En ambos casos se trata de duplas que muestran en las tablas dos historias fuertes, conmovedoras, actuales, políticamente cuestionables y, paradójicamente, divertidas en muchos momentos.

Suena la campana. Primer round: Arrancamos con “Réquiem”, escrita por Reynolds Robledo, que cuenta el obligado encuentro-enfrentamiento de una fiscal y un sacerdote en la antesala de una prisión en la que se ejecutará a un niño de nueve años que asesinó a cinco pequeños.

La acción sucede en Estados Unidos y entrelaza tres historias: la de la ya citada ejecución, y las vidas de ambos personajes que, sin saberlo, tienen mucho en común.

El texto es muy interesante, bien argumentado, y mantiene al público atento y “tomando partido” a lo largo de casi 80 minutos de acción; por cierto, con un muy buen ritmo que le ha impuesto Enrique Singer, director de escena.

Y evidentemente sobre los hombros de dos brillantes actores: Mónica y Alberto. Casi sin temor a equivocarme diría que éstos son de los mejores trabajos que le he visto a ambos. ¡Bravo, bravo, bravo!

Y lo mismo digo del texto de Reynolds. De lo mucho que le he visto, me parece el más sólido. Como sólido es también su trabajo como director de escena en “Voraz”, que puede degustarse los miércoles en la esquina de Lucerna y Milán, en la colonia Juárez.

Otra campanada. Segundo round: Escrita por Jorge Robinet, joven autor peruano, “Voraz” es una muestra clara de los nuevos rumbos que ha tomado la dramaturgia latinoamericana.

En este mismo espacio, hace algunas semanas elogiaba yo la calidad de las obras de autores uruguayos, y lamentaba yo que nos llegaran tan esporádicamente textos, tan buenos, de aquellas latitudes. Y celebraba la coincidencia del montaje varias de esas obras en los dos años recientes. Ahora vuelvo a aplaudir por este texto tan interesante llegado desde Perú.

Robinet es un comunicador y teatrero, que ha dirigido montajes en su país natal y en Inglaterra, donde estudió. Además de dramaturgo y director, es también guionista y docente.

En “Voraz”, Robinet se acerca a uno de los fenómenos más singulares de la última década: el éxito enorme de los programas de cocina y la consagración de los chefs como grandes estrellas mediáticas.

La trama gira en torno a dos hombres: un afamado chef y un aprendiz de cocinero que ha sido seleccionado para ser la materia prima de un singular platillo que preparara el primero. Evidentemente todo el proceso es trasmitido a un ávido y morboso público que ha pagado para vivir una experiencia así.

Manuel Balvi y Alejandro Oliva son esos dos personajes que cobran vida en una puesta en escena, ágil, ingeniosa, ocurrente y divertida dirigida por Reynolds.

Un buen trabajo en conjunto, que pone al público a pensar, pues en varias ocasiones a lo largo de la trama los espectadores son consultados y deben votar para decidir qué rumbo tomará la acción.

“Réquiem” y “Voraz”. Dos títulos contundentes, fuertes, llamativos y que representan retos para los espectadores, pues los pone frente a asuntos que están hoy a la distancia de un control de televisión o de cualquier dispositivo.

¡Qué fortuna que el teatro se ocupe de estos temas! ¡Suena la campana final, y hay un solo ganador: el público!